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Chapman se va a salvar juegos a Chicago

Se veía venir. El cubano Aroldis Chapman ya no es más de los Yankees de Nueva York y ahora salvará juegos para los Cachorros de Chicago.

El pitcher más intimidante de todo el béisbol es quizás la pieza que les faltaba a los Cachorros para romper la maldición de la cabra, esa que los ha mantenido fuera de la Serie Mundial desde 1945.

Desde que debutó en el 2010, el lanzallamas cubano ha realizado 1,658 pitcheos a 100 millas por hora o más, casi nada si se tiene en cuenta que los demás serpentineros zurdos de las Grandes Ligas han tirado en ese lapso 12 envíos sobre las 100 mph.

De inmediato ocupará la posición de cerrador que ahora tiene el venezolano Héctor Rondón.

Chapman, a pesar de perderse todo el mes de abril por su suspensión en un caso de violencia doméstica, ya suma más salvamentos (20) que Rondón (18), que ha estado con el equipo desde el principio de la temporada.

A cambio, los Yankees obtuvieron al campocorto venezolano Gleyber Torres, de 19 años, los lanzadores derechos Billy McKinney y Adam Warren y un jugador más, presumiblemente el veloz jardinero Rashad Crawford.

Torres y McKinney estaban ranqueados como número uno y cinco, respectivamente, entre los prospectos de la organización de Chicago, mientras que Warren regresa a los Yankees, de donde salió en el canje por el dominicano Starlin Castro.

Al salirse de Chapman, los Yankees confirman su plan de austeridad para reconstruir el equipo en las próximas temporadas a partir de figuras jóvenes.

Detrás del cubano podrían irse también el zurdo relevista Andrew Miller y el veterano jardinero boricua Carlos Beltrán.

E incluso se habla de dejar en libertad al decepcionante Mark Teixeira antes de que se le venza su contrato al final de esta temporada y de Alex Rodríguez, a quien le queda un año más, aunque tengan que pagarle 21 millones que le adeudan todavía.

A eso súmenle que el equipo podría no ejercer la opción que tiene sobre CC Sabathia en el 2017 y el dominicano Iván Nova será agente libre al finalizar la campaña actual.

Eso le daría a los Yankees una flexibilidad financiera para nuevas contrataciones como no han tenido desde que murió el viejo George Steinbrenner y sus hijos adoptaron una filosofía más moderada en cuanto a gastar dinero se trata.

La gerencia sabe que estos Yankees del 2016, incluso en medio de esta racha ganadora con la que han comenzado la segunda mitad de la temporada, no van a llegar muy lejos y es inteligente comenzar desde ya a preparar el futuro que le devuelva a la franquicia su brillo histórico.

Pero para esperanzas de los fanáticos neoyorquinos, que disfrutaron brevemente de los relámpagos de Chapman en el noveno inning en Yankee Stadium no todo está perdido.

Los Cachorros simplemente lo alquilaron para este cierre de campaña, con la esperanza de que los ayude a llegar al Clásico de Octubre por primera vez en 71 años y quién sabe si a ganarlo finalmente, algo que no han logrado desde 1908.

El equipo anunció que no negociará una extensión contractual con el cubano, quien probará por primera vez su valor en la agencia libre.

Cuando caiga el último out de la próxima Serie Mundial, el cubano volverá a estar disponible en el mercado y quién sabe si los Yankees consiguen pescarlo, aunque con ello inicien otra etapa de gastos desenfrenados.