PITTSBURGH - Cuando los Piratas de Pittsburgh cambiaron a sus veteranos lanzadores Francisco Liriano y Jonathan Niese por prospectos en la fecha límite del 1 de agosto, eso sorprendió a algunas personas en la organización de los Cardenales de San Luis. ¿Acaso los Piratas, quienes formaron parte del grupo de tres equipos que batalló en la División Central de la LN de forma tan ardua la pasada temporada, se estaban rindiendo en el 2016?
Los Piratas estaban a seis juegos de distancia del segundo comodín en ese momento, el doble de distancia que los Cardenales, el otro equipo contendiente en la Central LN detrás de los Cachorros de Chicago. Contrario a Pittsburgh, los Cardenales se aferraron con fuerza a su pelea por su sexto boleto consecutivo a la postemporada e hicieron un cambio importante en la fecha límite, al adquirir al veterano relevista zurdo Zach Duke de los Medias Blancas de Chicago.
Pero en la era de dos comodines, el vender no significa necesariamente que estás levantando la bandera blanca. Incluso luego de haber perdido seis juegos en fila, cifra máxima en la temporada, los Piratas están a apenas 3 1/2 juegos de los Cardenales por el segundo comodín. Y ambas novenas tienen seis juegos más entre ellos en esta temporada, comenzando el lunes en el PNC Park.
Al igual que otro vendedor en la fecha límite, los Yankees de Nueva York, los Piratas siguen aferrados a la lucha por la postemporada. Y esto podría cambiar la forma en que los equipos comiencen a ver la fecha límite en próximas temporadas si alguno de ellos logra un boleto a octubre.
"Aunque estamos en los .500 y perdimos seis juegos en fila, podemos hacerlo", dijo el jardinero central de los Piratas Andrew McCutchen a los reporteros el domingo. "Todavía nos podemos recuperar. No estamos fuera de la contienda. Esto no se acaba hasta que la gorda canta, ¿no es así?"
Ellos también tendrán ayuda pronto. Se espera que el antesalista Jung Ho Kang vuelva de la lista de lesionados de 15 días el lunes. Se espera que el as Gerrit Cole vuelva dentro de una semana al cuerpo de lanzadores de los Piratas. Una barrida en casa esta semana - o incluso una victoria en la serie - sobre los Cardenales podría poner a los Piratas de vuelta en el medio de la pelea. Los Piratas terminarán la temporada con tres juegos ante los Cardenales en el Busch Stadium, donde las victorias no han sido tan automáticas para el equipo local. Los Cardenales tienen el sexto peor record en casa (30-37) en todo el béisbol.
A pesar de haber jugado un partido por debajo de los .500 desde que ellos cambiaron a esos dos lanzadores, los Piratas más cerca ahora de un boleto a octubre que lo que estaban en aquel momento. En parte, eso es culpa de los Cardenales, que agobiados por problemas en el bullpen y con dificultades para ganar en casa, han jugado precisamente para .500 desde ese entonces, dejando respirar a los Piratas.
Los equipos eliminados en la Central LN también se pusieron el disfraz de aguafiestas para hacer las cosas más interesantes. Los Cardenales perdieron tres juegos en fila ante los Cerveceros de Milwaukee y los Rojos de Cincinnati antes de llegar al domingo y ganar el partido final en el Great American Ballpark. Los Piratas fueron barridos por los Cerveceros en el fin de semana luego de una frustrante barrida propinada por los Cachorros.
El cuerpo de lanzadores de Pittsburgh tiene efectividad de 4.75 y su alineación ha promediado menos de tres carreras por juego en la última semana. La ofensiva de los Cardenales se ha convertido en una unidimensional. Ellos han conectado cuadrangular en 23 partidos consecutivos, record para la franujicia, pero por momentos parece que esa es su única vía para llegar al plato.
Cuando los Cardenales se despertaron el 5 de septiembre del año pasado, tenían ventaja de 6 ½ juegos en la División Centra LN y vencieron a los Piratas 4-1 ese día para extenderla aún más. Los Piratas se recuperarían para rebajarle 4.5 juegos a esa ventaja en las semanas finales de la temporada antes de quedarse sin energías. Desde ese entonces, los Cachorros han tomado posesión de la Central, sacando a ambos equipos de la postemporada en octubre pasado y sacando un ventaja considerable en el 2016.
Así que consideren la serie de esta semana en el PNC Park como la batalla de dos equipos que buscan voltear la historia contra los Cachorros en este octubre.