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Tebow, show innecesario para Mets

Mets de Nueva York firma a Tim Tebow. Una de las noticias menos lógicas del año en Grandes Ligas, al menos en esta parte de la temporada.

En medio de una carrera por alcanzar la postemporada por segundo año consecutivo, los Mets anunciaron que firmaron con un contrato de ligas menores a Tebow, un antiguo mariscal de campo del fútbol americano, que se propone comenzar una carrera en el béisbol profesional a los 29 años de edad, tras no haber podido establecerse en la liga profesional del deporte que ha jugado toda su vida. Hummm. Interesante.

No es que Tebow, quien no juega béisbol desde que estaba en la escuela secundaria, no tenga derecho a intentar la hazaña. No me mal interpreten. "Todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos el coraje de perseguirlo", dijo una vez el gran Walt Disney. "La vida está llena de heroismo", reza el poema "Desiderata".

Desde el punto de vista deportivo, Tebow, un atleta de alto rendimiento, la tiene más fácil que, por ejemplo, un periodista o un abogado, para llegar a ser pelotero. Y tomando en cuenta que no estaba exigiendo un contrato millonario o un puesto garantizado en el roster del equipo grande, entonces los riesgos no eran tan grandes para la organización que lo reclutara.

Pero desde el ángulo de los Mets, es un movimiento insensato por completo. Meterse en el "reality TV show" de firmar a Tebow en septiembre, es el tipo de distracción que caería bien a organizaciones como Bravos de Atlanta o Mellizos de Minnesota, por ejemplo, que están fuera de competencia desde los primeros días de la temporada, para desviar un poco la atención de sus aficionados de la tabla de posiciones. También para algún equipo de las ligas independientes en búsqueda de llamar la atención y vender boletas.

Pero no para Nueva York, que entra al fin de semana empatado con Cardenales de San Luis en el segundo comodín de la Liga Nacional. Así como no funciona para los Mets, tampoco funcionaría para San Luis, Gigantes de San Francisco, Azulejos de Toronto, Medias Rojas de Boston, Orioles de Baltimore, Tigres de Detroit o Astros de Houston, que también están metidos en la carrera por las últimas cuatro plazas a los playoffs de Grandes Ligas.

Tampoco para un club de las ligas invernales, donde cada partido es de playoffs desde el día inaugural y se juega para ganar y no necesariamente para enseñar a jugar pelota a ex futbolistas fracasados.

De la única manera que se justificaría que un equipo contendor saque tiempo para este tipo de movimientos es si Tebow fuera un prospecto con genuinas condiciones para tener un impacto a corto plazo en la pelota. ¡Y esa no es la realidad! En la exhibición que realizó ante buscatalentos la semana pasada en California, Tebow no lució extraordinario, bateando a pitchers de prácticas sin habilidades cercanas a los que encontrará en el profesionalismo.

La de Tebow no es una firma deportiva, es una firma mediática. El tipo tiene un angel para llamar la atención de aficionados y periodistas --esta columna es una muestra de eso--, pero no es un proyecto real. A los 29 años, el margen de progreso de Tebow debería ser extraordinario para avanzar lo suficiente como para estar listo para jugar en las ligas mayores en 12 o 15 meses. Y siendo justos, eso es difícil, incluso para peloteros verdaderos.
Por lo tanto, como no es un asunto deportivo, el show de Tebow tendría sentido para otros equipos, pero no para los Mets de Nueva York. A menos, no en septiembre del 2016.