Cuando el cubano Yoenis Céspedes firmó un contrato condicionado a poder declararse agente libre después de un año, apostó a que una buena actuación en el 2016 le daría la oportunidad de vender sus servicios al mejor postor por segundo invierno consecutivo.
Hasta ahora, la movida está saliendo a la perfección y no hay una sola razón para pensar que "La Potencia" dejará pasar esta magnifica y singular oportunidad.
Céspedes, cuyo pacto de tres años y $75 millones de dólares con los Mets de Nueva York incluye una una cláusula de escape después de la primera temporada, batea .292 con 28 jonrones y 71 carreras impulsadas en 397 turnos al bate y tiene a su equipo en un puesto de playoffs, faltando 22 encuentros al calendario de la serie regular.
Al igual que hizo el año pasado, cuando llegó desde los Tigres de Detroit el 31 de julio, Céspedes está acarreando a los Mets a la tierra prometida. El jardinero batea .308 (65-20) con seis jonrones y 12 carreras impulsadas desde que regresó de la lista de lesionados el 19 de agosto. Nueva York, que tenía marca de 60-62 y estaba a 5.5 juegos del segundo Wild Card luego del partido de ese día, tiene marca de 14-4 -- con cinco triunfos seguidos actualmente -- desde entonces y se ubica en el segundo comodín.
Incluso, Nueva York (74-66), solamente está a medio juego de los Gigantes de San Francisco (74-65) en la batalla por la ventaja de la casa para un potencial encuentro de muerte súbita en el arranque de los playoffs de Grandes Ligas. Los Cardenales de San Luis (73-66) están a medio juego de los Mets y a uno de los Gigantes.
Pero volvamos a Céspedes, quien a pesar de haberse perdido 29 de los juegos de su equipo este año, en La Liga Nacional marcha cuarto en slugging (.562), séptimo en OPS (.926) y octavo en jonrones. Entre los jardineros del viejo circuito es tercero en cuadrangulares, sexto en WAR (3.2) y OBP (.362) y séptimo en promedio de bateo.
Desde que pasó a los Mets, Céspedes ha jugado 168 encuentros, apenas seis juegos por encima del calendario de una temporada de Grandes Ligas, y batea .290 con 45 jonrones, 35 dobles, 115 carreras impulsadas, 98 anotadas y WAR acumulado de 5.5. Sus 14 jonrones del 2016 en Citi Field, representan la segunda mayor cantidad en un año en el estadio de los Mets.
Entre los jugadores que serán agentes libres después de la próxima Serie Mundial, hay muchos jardineros, incluyendo los dominicanos José Bautista y Carlos Gómez, el puertorriqueño Carlos Beltrán y los norteamericanos Mark Trumbo, Matt Holliday, Ian Desmond, Dexter Fowler y Jay Bruce, actual compañero de Céspedes en Nueva York, entre otros. Pero del grupo, Céspedes, quien cumplirá 31 años en octubre, será el único con capacidad para pegar 30 o más jonrones con condiciones mínimas para jugar en el jardín central, de ser necesario.
Sencillamente, sería una insensatez no aprovechar la ventaja de ser agente libre para buscar un contrato más largo en la agencia libre o forzar una extensión con los mismos Mets. Si Céspedes decidiera honrar el resto del contrato, ganaría $47,5 millones por los próximos dos años y, lo peor, se arriesgaría a no tener otra oportunidad de firmar un gran contrato el resto de su carrera.
"Me gustaría quedarme aquí por los tres años del contrato, pero ahora mi enfoque está en la temporada", dijo Céspedes a ESPN en agosto. Llaménlo simple retórica o discurso políticamente correcto. La realidad es que el béisbol es un negocio y tanto los agentes de Céspedes como los ejecutivos de los Mets lo entienden perfectamente.
Por lo tanto, no hay muchas vueltas que darle al asunto. Cuando Céspedes firmó un contrato con una cláusula de escape después de un año fue apostando a que sucediera exactamente lo que está pasando. Y todos, incluyendo a Céspedes y los Mets, sabemos lo que sigue.