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La lección de Rosberg a Hamilton

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MÉXICO -- Nico Rosberg logró en Japón algo más que su primer triunfo en Suzuka: derrotar mentalmente a Lewis Hamilton; de aquel Hamilton que 'tuteaba' a la confianza, ya poco queda.

Y tener confianza en uno mismo no es 'pecado', al contrario, es necesario para cualquier situación en la vida; es una virtud. Pero de la confianza en uno mismo al exceso de confianza y la consecuente patanería solo hay un gesto.

Gran Premio de Estados Unidos 2015. Lewis Hamilton inició la carrera desde la Pole pero Nico Rosberg tuvo una buena largada y lo apretó en la primera curva. ¿Qué hizo Hamilton? No dobló y sacó a Rosberg de la pista. Entonces era otro Hamilton: era el Lewis que había sabido construir una buena y merecida ventaja en el campeonato a base de buenos resultados, y que confiaba en que esa maniobra no sería sancionada pues, 'todo le salía al inglés'.

Ese día Lewis ganó el campeonato mundial de F-1 ¿Qué hizo para festejar? Le aventó la gorra de segundo lugar a un devastado Rosberg. Entonces era otro Rosberg: era el Nico que perdió confianza en si mismo luego de un 'error' de cálculo en SPA cuando intentó pasar a Hamilton, pero su alerón delantero le pegó a una llanta trasera de Lewis y este se quejó por la radio... "¡me pegó! ¡él me pegó!". Todos le cayeron a Rosberg y se le señaló por aquella maniobra que, al menos yo, consideró no fue tan 'marrullera' como la ya descrita de Hamilton en Austin.

Mucho ha pasado desde entonces y Hamilton se topó contra otro Rosberg este año. Solo puedo imaginar y admirar todo el trabajo mental que ha tenido que hacer Nico para sobreponerse a la falta de confianza; seguro fue un camino duro, más, cuando el que está enfrente es tan bueno y tan fuerte mentalmente.

Recientemente Hamilton tuvo un gesto de madurez cuando sinceramente felicitó a Rosberg por ganar en Singapur. No fue un eufemismo más, me parece que esa noche Lewis entendió que enfrentaba a otro Nico, a una versión más fuerte que la derrotada en 2015. Después, en Malasia, la suerte abandonó al Hamilton que ya no 'le sale todo', y sugirió que 'alguien' (¿acaso un poder divino?) no quiere que gane este año debido a sus fallas de motor. Ahora en Japón, Rosberg (ese sí es 'alguien' que no quiere volver a perder) se encargó de dar otra bofetada con guante blanco a su compañero de equipo al vencerle en prácticas, clasificación y carrera. Rosberg ni se molestó en proteger su posición de arranque, Hamilton se volvió a equivocar.

"El problema es que la matemática no cuenta si Lewis es tu compañero, él va a luchar. Va a ser bonito empezando por el próximo fin de semana en Austin", dijo Rosberg para celebrar su victoria en Japón. Que diferencia.

Yo sí creo que hay que saber ganar y perder. Creo que el año pasado Hamilton no fue un buen ganador pero creo que está asumiendo una posible derrota este 2016 con más dignidad, en parte, porque ha entendido la grandeza y dignidad del rival al que derrotó en el pasado y al cual humilló; algo que no supo ver antes porque estaba cejado por el exceso de confianza, la soberbia y la vanidad.

Aún quedan cuatro competencias y en estos momentos Rosberg compite contra una mala jugada del destino y/o contra sí mismo, pero ya no contra Hamilton quien sabe que ni ganando todo el resto de temporada puede sentenciar a su favor el campeonato, pues Nico (quien maneja un Mercedes, auto ya campeón de constructores) quedando segundo en lo que resta, gana el título.

¿Qué pasará con el alemán si logra el campeonato mundial? ¿Cómo lo afectará? es algo que está por verse porque primero tiene que pasar. Pero existe un sabio consejo para quien resulte ganador o perdedor:

"Si puedes conocer al triunfo y la derrota, y tratar de la misma manera a esos dos impostores... tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella".