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Osorio sabe en lo que está metido

Oleaje brusco y marea alta... El "mar" de la selección mexicana está justamente en el sitio y bajo las condiciones que siempre ha afrontado. El entrenador nacional dice que le exigen como si este futbol hubiese ganado algo importante alguna vez. Entiende o ha empezado a entender la presión del banquillo de la selección, el mismo que alguna vez sufrieron Menotti y Sven Goran Erikkson como extranjeros y Aguirre, Meza, Lavolpe, 'Chepo' y Hugo Sánchez entre los mexicanos. La afición mexicana es exigente y cierto sector del periodismo también lo es -somos-. Hoy, hay indicios de una nueva "tormenta", y puede ocurrir, pero de lo que podemos estar seguros es que el entrenador colombiano sabe justamente en lo que está metido...

LOS ANGELES, CA.- "Me exigen como si este futbol hubiese ganado algo importante alguna vez...".

La frase es de Juan Carlos Osorio...El viernes por la noche, en el programa Nacion ESPN.

El entrenador colombiano no ha dicho ninguna mentira y al mismo tiempo parece haber empezado a sufrir y también a demostrar las primeras reacciones por la presión que significa para un entrenador el banquillo de la selección mexicana de futbol, el mismo sitio donde alguna vez sufrieron Menotti y Sven Giran Erikkson como extranjeros, Aguirre, Lavolpe, Enrique Meza y Hugo Sanchez entre los mexicanos. El puesto de entrenador de la selección mexicana de futbol, la mayor parte de las veces, el sitio más solitario, inestable y surrealista del mundo.

Osorio no ha dicho ninguna mentira. La afición mexicana suele ser exigente y alguna parte de la crítica o de los medios de prensa -cada día más escasa, por cierto- suele ser dura y concisa al momento de exigirle a la selección. Todo ello se conjuga para entender que más allá de que México no es una potencia mundial en el futbol, entorno que rodea a la selección, tiende a presentar condiciones especiales. México no es un Pentacampeón mundial como Brasil, pero sus seguidores y su presión es la misma que rodea a la selección "Verdeamarelha".

Y eso no es malo. Que el aficionado anhele una posición y que exija en el campo resultados y funcionamiento es bueno. También sería bueno, por supuesto, que los dirigentes entiendan que para algún día alcanzar esos niveles en los que ya se siente el aficionado mexicano, se requiere respetar proyectos, tiempos, procesos y apoyar aun con mayor ahínco en los días donde la urgencia y la desesperación apremian, como aparentemente ocurre ahora, de cara al inicio del hexagonal final de la Concacaf.

Lo único que hizo Juan Carlos Osorio es decir la verdad y al mismo tiempo reafirmó la gran pasión que existe en México y en Estados Unidos de los aficionados mexicanos para con su pasatiempo nacional: el futbol...

Osorio debe entender que entender y sortear esa presión es parte de su trabajo. También, que al final del día ha llegado, como él mismo lo dice, a una "tierra virgen" en lo futbolístico, a un futbol que se siente más de lo que realmente es y que él fue contratado para lograr los resultados y el funcionamiento para conducir a México hasta "el siguiente nivel". Por lo que yo entiendo, ese "siguiente nivel" no sólo significa ganar un boleto mundialista, también con lleva alcanzar ese sueño o ilusión que el aficionado mexicano cree que ha alcanzado: la cercanía a las grandes potencias de este deporte.

"Me exigen como si este futbol hubiese ganado algo importante alguna vez". Juan Carlos Osorio ha entendido el mensaje y lo mejor de todo es que parece estar muy consciente de la situación, de la responsabilidad y del reto que afrontará en las siguientes horas...

@Faitelson_ESPN