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Indios se llevan el primero por blanqueada

Intransitable se presentó el derecho Corey Kluber en el primer juego de la Serie Mundial y el puertorriqueño Roberto Pérez tuvo la mejor noche ofensiva de su carrera, para impulsar a los Indios de Cleveland a triunfo de 6-0 sobre los Cachorros de Chicago.

El abridor ponchó a nueve en seis innings y el manager Terry Francona lo sacó con apenas 88 pitcheos, lo cual confirma la posibilidad de que la tribu use una rotación de tres pitchers en el clásico de octubre, con el estelar Kluber también en los posibles juegos cinco y siete.

Una vez más, Francona volvió a manejar magistralmente el pitcheo y nuevamente el zurdo Andrew Miller se comportó como una máquina de lanzar, aunque esta vez dio señales de que es en realidad un ser humano.

En el séptimo se metió en complicaciones al llenar las bases sin outs, pero logró un cero de leyenda, al dominar en orden al emergente venezolano Willson Contreras, a Addison Russell y al veterano David Ross, a los dos últimos por la vía del ponche.

En ese episodio se dio una jugada imperdonable para ambos equipos, cuando Contreras elevó a lo corto del jardín central y el corredor de segunda, Kyle Schwarber, se lanzó hacia la antesala, a pesar de haber estado mirando la pelota todo el tiempo y ver que iba a ser capturada por el patrullero Rajai Davis.

Pero aún fue lo de Davis, totalmente de frente a la jugada e incapaz de buscar en la intermedia una doble matanza fácil, que estaba cantada, sobre todo, porque con el batazo a la zona corta del central, el corredor de tercera, Ben Zobrist, no iba a lanzarse al plato en un suicidio, con la pizarra debajo 0-3.

Sin embargo, Davis tiró a home y lo que pudo ser un doble play, fue solamente el primer out y las bases siguieron llenas.

En estos juegos cerrados es donde los detalles mínimos pueden hacer la diferencia.

Con las bases llenas y dos outs, Joe Maddon dejó batear a Ross, un hombre poco productivo que ya había conseguido un imparable en el partido.

Vamos, seamos honestos, no es el veterano receptor la clase de bateador que pega más de un hit por juego. Y menos con la banca de la que presume Chicago.

Arriesgado resultó colocar como designado a Schwarber, un hombre que no había jugado en todo el año debido a una lesión y que apenas había tomado unos turnos en la Liga de Otoño de Arizona, dos días antes.

¿Y dejar en la banca a Contreras, uno de los mejores bateadores de los Cachorros en la postemporada?

Además, dejó que el recién llegado enfrentara dos veces a Miller, a pesar de que en su carrera, Schwarber promedia .143 ante pitchers zurdos.

A veces Maddon juega contra toda lógica y en otras ocasiones se aferra demasiado al llamado librito.

La teoría de zurdo contra zurdo y derecho contra derecho es demasiado relativa y Contreras tiene que estar presente cada día en la alineación desde el principio del encuentro porque ha demostrado que la presión del momento no le afecta en lo absoluto.

Por su parte, el contingente latino de Cleveland le cayó encima al abridor Jon Lester y al cuerpo de relevistas de los Cachorros.

Pérez bateó primero un jonrón solitario a Lester y repitió la dosis con dos a bordo en el octavo frente al venezolano Héctor Rondón, quien no ha podido asomar la cabeza en esta postemporada sin recibir castigo.

Cuatro impulsadas para el cátcher puertorriqueño, mientras su compatriota Francisco Lindor y el dominicano José Ramírez sumaron tres imparables cada uno.

Resulta inexplicable cómo un serpentinero de la experiencia de Lester, con una carrera que abarca 11 temporadas, zurdo por demás, sea incapaz de cuidar a los corredores en la inicial.

No ya que no lance para primera para tratar de sorprender a un corredor bastante adelantado, sino que siquiera lo intenta.

Estamos hablando de las Grandes Ligas, el mejor béisbol del mundo, donde se supone que estén los entrenadores más capacitados para trabajar en pos de corregir ese aspecto. Se supone.

Para Lester fue su primera derrota con tres victorias en cuatro aperturas en Series Mundiales y para los Cachorros fue la tercera blanqueada que reciben en la actual postemporada.

Sólo un equipo, Dodgers de Los Ángeles de 1981, fueron pintados de blanco tres veces en una postemporada y consiguieron coronarse en el clásico otoñal.

Esta es la primera blanqueada para iniciar una Serie Mundial desde 1990, cuando los Rojos de Cincinnati vencieron 7-0 a los Atléticos de Oakland.

Para el segundo día están anunciadas probabilidades de lluvia en un 100 por ciento sobre Cleveland, algo que beneficiaría a los Indios si es que Francona finalmente se decide por usar sólo tres abridores.