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Hoy, más maldito que nunca el liderato de Xolos

No hay claro favorito en el cruce entre León y Tijuana con un duelo especial desde las bancas con Javier Torrente y Miguel Herrera. Mexsport

LOS ÁNGELES -- No opaca al Clásico. Ni siquiera lo eclipsa. Juega en un universo paralelo. Pero, sin duda, promete ser de interesante hostilidad. A Xolos le tocó en la ruleta un croupier muy mañoso.

Tijuana se planta con esa mezcla alevosa de ser el líder general y la maldición que incluye serlo. El Goliath de la tabla general ya sabe de memoria que hay un impertinente David en la antesala de lo inesperado.

Con una efectividad de 64.71 por ciento, Miguel Herrera fue sorteando y saltando entre los tres primeros lugares de la Tabla General, aunque manteniéndose en el penthouse de la Liga con decoro y autoridad, especialmente en la perrera Caliente.

Javier Torrente tiene una espectacular bayoneta de cifras en la mano: invicto en 10 partidos y una efectividad de 73.33 por ciento. Tomó el relevo con el desahucio de Luis Fernando Tena, y al desdentado y pedicuriado León, le puso colmillos y garras.

Victimizado --inclúyome--, por cursar desde el volante la academia de Marcelo Bielsa, Torrente consumó la transformación del León de la manera más simple: se apoderó de la compleja cabecita del futbolista.

Jugadores hay en el plantel. Tanto, que pudieron haber eliminado al campeón del torneo anterior, si el arbitraje no elige al hijo mayor de la Multipropiedad Martínez, el Pachuca.

Pero tras unas semifinales intensas, el torneo siguiente lo comenzó más entre lamentos que entre revanchas. Tena se sumó a la pena, y fue necesario que llegara Torrente. Los espíritus de los jugadores cambiaron. Y se acordaron de que jugar al futbol, sí saben.

La prueba de la ferocidad readquirida por el León, respaldada con esa confianza que habían perdido para maquinar buen futbol, es la forma en que se meten a la Liguilla. Cierto, el adversario era el eterno timorato, el Cruz Azul, pero de último minuto los verdes se impusieron 2-3 a una Máquina, que había consumado la inusual hombrada de igualarles a dos.

Esa combatividad, más la fe en su futbol, ponen al León en condiciones de amenazar a cualquiera, incluyendo, claro, a unos Xolos que a veces mostraron inconsistencia e inconstancia.

Por otro lado, Miguel Herrera ha demostrado una paternidad absoluta sobre su vestuario. Algunos jugadores le han quedado en deuda. Dayro Moreno deja una duda: su potencial de futbolista es aún mayor del que ha logrado sacarle Miguel Herrera. Más allá del título de goleo, puede ser, sin problemas, el mejor jugador de la Liga cada año.

Y 'El Piojo' sabe la alimaña que tiene enfrente. León, con Torrente, tiene un promedio de 2.2 goles, superior incluso al del máximo anotador en el Apertura 2016: Pachuca, con 36 marcados y 2.11 de rendimiento.

Más allá de las estadísticas, que orientan, pero no confirman, el estilo de juego de los dos equipos extiende un aval para este duelo directo, aderezado todo ello por la combatividad extrema que son capaces de arrancarle a sus planteles ambos entrenadores.

Debe ser, sin duda, la serie más impredecible de todas en la Liguilla, especialmente porque en cifras de las diez últimas fechas, queda claro que Javier Torrente fue el mejor entrenador y el León el mejor equipo.

Y por supuesto, esta batalla en todos los frentes, tendrá una edición especial entre dos entrenadores hábiles en intercambiar piezas, en la intensidad con la que recargan desde la banda a sus jugadores, y esa belicosidad que transmiten. Y, bueno, la calentura de dos temperamentos intensos que incluso podrían chocar entre sí.

Hoy la maldición del líder general encarna una bestia, en este León de Torrente.