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En México, Semifinales a la Harry Potter

LOS ÁNGELES -- Del hipnotismo de Gignac, a la camisa de Javier Torrente hasta la corbata amarilla de Ricardo La Volpe, parecería que la Liguilla desea jugar su Final en Catemaco, en Tateposco o en la cancha del Colegio Hogwarts.

De la terapia con John Milton, al modisto leonés, hasta la corbata "curada" por la mentalista Cathy, la Liguilla parece enfilarse a una confrontación en la Final de tipo paranormal, y con Stephen King para redactar la crónica.

Pero, aún, la pelota sigue en la cancha, con 90 minutos pendientes para ambas semifinales, y tanto León como Necaxa apelan al derecho del discurso final, como acto de rebeldía suprema o como plegaria de extremaunción.

América saca el empate (1-1) en Aguascalientes, mientras desde la banca del Necaxa se reclama el "cocowash" hecho por Ricardo La Volpe a los ternuritas cerebrales de los árbitros, mientras el argentino legitimiza, aún con la eliminación en la Copa MX, el #PeroSigoInvicto.

Si bien Sosa puede quejarse de que la tarjeta roja le fue perdonada a Samudio, o de que un fuera de lugar en evolución de jugada de gol fue injusto (Beckeles), la verdad es que el arbitraje se jugó la ruleta rusa, cuando validó el gol del Necaxa, sin duda legítimo, pero en una jugada extremadamente apretada, que de haber existido consigna a favor de las Águilas habría sido anulado.

Como la Semifinal de Tigres y León, Necaxa y América pagaron la generosidad de la atención de la afición. El encuentro se nutrió de intensidad, para resumir así la actitud, la devoción, la testosterona puesta en la cancha, que si bien es obligación absoluta del jugador, a veces se olvida.

Mientras Necaxa regala, nuevamente un gol entretejido con tersura, América, en el empate, lo hace a empujones, a músculo, a persistencia.

Los Rayos bordan con 11 jugadas hasta la red el 1-0, desde que El Chino Romero (¿de verdad vale 7mdd?) pierde el balón, hasta que Gallegos le pone la bendición absoluta en los faldones del arco de Moisés Muñoz.

Mientras tanto, América, con desvío incluido por un defensa, consuma el empate con la purificación que le da la jugada previa de Oribe Peralta, que ayer tuvo más puestos en la cancha que dueño de panadería rural: de extremo izquierdo fue recorriendo posiciones hasta incursionar por derecha.

Con los arqueros activos, pero Muñoz con una atajada espectacular, para ser el soporte del #PeroSigoInvicto, queda claro que con una nómina menos ostentosa, el Necaxa iguala en la cancha con el principio de jugar bien al futbol, a la nómina, que ya no asusta a nadie, del América.

Incluso, aquella frase de #EnLoTácticoRoboYRobo, quedó bajo cuestionamiento cuando LaVolpe enfrentó a Luis Alfonso Sosa, quien en su segunda incursión en Primera División está cerca de la Final, quedando claro que la gran diferencia entre atacar con Puch, a hacerlo con Anangonó, es como asaltar un banco con una bazuca o con un cortaúñas. El chileno derrumba muros, el ecuatoriano hace pedicure.

Así, Necaxa sigue saludablemente con vida, aunque con la desventaja por reglamento, de la posición en la tabla. América sólo necesita del #PeroSigoInvicto, es decir, un empate sin goles o a uno, lo clasifica, pero la victoria de Rayos o un empate de visitante a dos goles, lo coloca en la Final.

Será pues un fin de semana en el que las ciencias ocultas salgan a la luz. Pero, como siempre el protagonismo absoluto debe ser del balón, en la cancha, con la única magia que sean capaz de improvisar futbolistas generosamente pagados, y no la devoción por la invocación de otro tipo de favores.