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Messi, Cr7: solo sé que no sé nada...

Habría que acudir a la mitología y a la filosofía griega para tratar de resolver este gran acertijo: ¿Quién es mejor? ¿Quién es el gran futbolista de la época y de todas las épocas? ¿Es Lionel Messi? ¿Está usted seguro? ¿Puede Cristiano Ronaldo competir con él? ¿Qué los hace diferentes? ¿Por qué Messi parece un genio y Cristiano aparece enseguida para sembrar la duda? Al final de este artículo, no hay una repuesta contundente, lo único que subsiste es la confusión y la seguridad de que el futbol no sería igual sin Messi y sin Cristiano...

LOS ANGELES, CA.- Uno y otro, y sobre todo el portugués siempre parece tener tiempo para sembrar la duda. ¿Cuál duda? Es simple. ¿Cómo podemos darnos "el lujo" y el derecho de decir que uno es mejor que otro? ¿No es, al final del día, una cuestión de gusto personal? ¿Es en realidad Lionel Messi un futbolista de condiciones distintas y más profundas que el jugador del Real Madrid? Yo creo que sí, pero "la duda" vuelve a interrumpirme, vuelve a afectar mis sentidos sobre lo que es verdad y lo que es mentira en una cancha de futbol.

¿Cómo puedo yo afirmar tajantemente esa condición cuando Cristiano Ronaldo acaba de rubricar un año con su cuarto Balón de Oro y ha ganado todo lo máximo que se puede ganar a nivel de clubes y a nivel de selecciones? Algunos minutos más tarde, Messi aparece sobre el campo y hace una de sus genialidades para cerrar el 2016 del Barcelona con una goleada sobre el vecino de la ciudad, el Espanyol. Y entonces, nuevamente, entramos al terreno de las inevitables comparaciones entre uno y otro. ¿Quién es mejor? Ahí vamos, otra vez...

No, de ninguna manera, el tema no es tan sencillo como pareciera y todo termina siendo un asunto de interpretación, de gusto, de satisfacción personal. Porque si Messi es más rápido con el balón, sin el balón, si es más intrépido, más profundo, más imaginativo, entonces, Cristiano es más determinante, preciso, explosivo y ganador.

Es más, yo le daría un "punto extra" a Cristiano, porque sin tener, aparentemente, las condiciones innatas del argentino, es capaz de competir con él, es hábil para alterar nuestra mente y nuestros sentidos y conducirnos al único sitio donde realmente siempre termina esta polémica: en la confusión, en la duda, en un laberinto de lo desconocido.

Alguien me preguntaba la semana pasada en qué sitio de la historia del futbol están Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Puse como número 1 a Messi, seguido de Pele, de Maradona, de Cruyff y de Diestefano, pero luego, caí otra vez en la incertidumbre, en el titubeo: ¿Dónde pongo a Cristiano? ¿Dónde pongo a un futbolista de más de 500 goles, que ha jugado para clubes tan demandantes como el Manchester United y el Real Madrid y a todos ellos los ha conducido él, con el peso sobre sus propios hombros, al sitio que merece su historia y su abolengo? ¿Dónde pongo al Cristiano que este año llevó a Portugal a ganar la Eurocopa de Naciones contra todos los pronósticos, superando en la final, en Saint Dennis, a la propia selección francesa? ¿Dónde pongo al Cristiano que se ha adaptado a los tiempos modernos de las redes sociales y que presume más seguidores que los habitantes que tienen muchos países en el mundo? ¿Dónde pongo a Cristiano?

Somos y seguimos siendo muy afortunados. Vivimos en la misma época de dos futbolistas extraordinarios, dotados de grandes condiciones técnicas, de una mentalidad poderosa y de una genialidad que les llevará a un sitio preponderante en la historia del juego y de sus héroes. Uno es tan buen como el otro. Los dos, son impresionantes.

Podemos vivir en la duda, en el tormento de buscar y saber quién es mejor, en la confusión que impera y se apodera de nuestras mentes, pero no podemos vivir sin ellos, el futbol, sin ellos, no subsistiría en estos tiempos y tal vez en todos los tiempos.

@Faitelson_ESPN