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El Clásico... entre #ChivasTV y #LaVolpeTV

LOS ÁNGELES -- "Habla más que un mimo jubilado", dice un refrán colombiano. Así imagino a Ricardo La Volpe, control remoto en mano, y viendo y volviendo a ver, y a rever, y locuazmente charlando a solas, mientras desmenuza azorado el primer tiempo de Chivas ante Atlas.

A ése, al que asegura que ante cualquier técnico del mundo, "en táctica, robo", hoy debe parecerle más fácil encontrar a la mamá del Chavo del Ocho que la manera de detener al adversario del Clásico Nacional. Especialmente tras la exhibición ante Atlas.

Especialmente cuando la lista de lesionados le tira acertijos: Valdez, Aguilar e Ibarra con molestias musculares, y entre mimos y arrumacos para que se recuperen de cara al juego ante el Guadalajara, en el ofertón de enero, a 50 pesos la kermesse de 90 minutos por ChivasTV.

1. ¿Cómo detener a un equipo con tres opciones veloces en transición: la 'Chofis', Pizarro y Orbelín? Especialmente si la asignación va a ser para Güémez y Guerrero.

2. ¿Cómo detener al 'Chapito', si en el movimiento de los tres hombres de salida de Chivas, van a arrastrar la marca de Samudio? Deberá sacrificar a Cecilio o deberá amenazar con él.

3. ¿Ante la paquidérmica defensa que tiene, cómo poner a salvo los espacios ante jugadores más veloces por sistema y por juventud? Lavolpe sabe que esos corredores tendrán más rating que las telenovelas de sus patrones.

4. ¿Cuándo se dedique a ir sobre Pizarro u Orbelín, su lateral derecho cubrirá la diagonal de Brizuela y quién deberá bajar a seguir a Zaldívar? Lo mejor que le puede pasar al América es que Almeyda siga obedeciendo y ponga en la cancha al desfalco de 17 millones de dólares de Pulido, en lugar de Zaldívar.

5. ¿Le levantará el veto de su rencor a Carlos Darwin Quintero para que pueda forzar al 'Gallito' Vázquez, como primer policía, a que necesite de Orbelín? O seguirá dejando en la banca a su mejor pasador de goles.

Ese y otras galimatías que permitieron a Chivas jugar al borde de la perfección -cierto, en el hábitat mexicano--, deben cruzar por la cabeza de Ricardo La Volpe, aunque, debe quedar claro, Matías Almeyda tiene también su propio encargo para desvelarse con su cuerpo técnico y esperar, además, que no se le entuman, de nuevo, sus zagueros Alanís y Pereira.

Sin embargo, en ese doctorado que toma sobre cómo jugar al Lapuentismo corregido y aumentado, La Volpe sabe que la mejor versión de su América no logra rozarse siquiera con el acto de prestidigitación del Rebaño. Hoy, el América es más aburrido que un acuario de almejas.

Aunque, cierto, y de eso habló Rafa Márquez de manera íntima en el vestidor: en la cancha no hubo un jugador del Atlas que, penosamente, le diera un "tatequieto" a la 'Chofis' y menos a Orbelín y Pizarro. El problema del América es que Goltz hace de la falta alevosa un descaro y se mueve menos que un alkaseltzer en vaso de yogurt, y los más finitos para ello están en duda, como Valdez y Aguilar.

Y cierto también: La Volpe espera que no aparezca un árbitro descaradamente torpe como César Ramos, a regalarle un penalti a Chivas, y seguro espera que el inestable Marchesín no perpetre un sospechoso rechace como lo hizo Ustari para el segundo gol del Guadalajara.

Por eso, el técnico del América debe dedicar horas extras a descifrar a Chivas conforme a los primeros 45 minutos ante Atlas, que para él, maestro de Pep Guardiola y precursor de que Alemania fuera campeón del mundo "con 'mi' línea de cinco", debe ser pan comido.

Lo cierto, y eso deberá ser un discurso compartido entre los condenados a muerte si pierden el Clásico, Ricardo La Volpe y Ricardo Peláez, es que El Nido tiene un plantel con futbolistas de selecciones nacionales de diferentes países y con cerca de medio centenar de títulos, nacionales e internacionales, ganados entre todos. Y convencerlos de que pueden, de que quieren, de que deben...

Porque, además, si América pierde y se da una combinación de resultados, muy factible de consumarse, podría desplomarse del ya incómodo sitio 12 en la tabla hasta el penúltimo puesto. Y eso no va a gustar mucho en el Salón Oval del futbol mexicano.

De perder, y para cerrar con un dicho colombiano, el futuro del América "sería más cansón que submarino con remos".