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El Clásico sentencia...

Para bien o para mal, podría haber "un antes y un después" del juego del sábado en Guadalajara para el América y para La Volpe. Aquel que afirme que el entrenador argentino no se juega su puesto ante las Chivas está mintiendo, pero también, está claro, que el resultado del mismo partido puede significarse en un envión anímico y deportivo con la suficiente credibilidad y confianza para alejar las dudas que hoy se ciernen sobre el entrenador y el equipo. El Clásico, sin duda, sentencia...

LOS ANGELES, CA.- La historia de "amor" que el América y Ricardo Lavolpe pretendieron comenzar desde el otoño del año pasado promete no encontrar un desenlace feliz en el futuro inmediato. La pregunta, para muchos, es si será cuestión de horas, de días o de semanas.

Lo primero que ha hecho la dirigencia del América es "subir la guardia" en un momento que empieza a ser delicado y donde se siente vulnerable: No hay alarma, no hay planes alternativos, no hay un ultimátum y sí, en cambio, un anuncio ilusorio de que "estamos a muerte con el entrenador".

Nada ni nadie puede negar que La Volpe no se juega "la cabeza" este sábado en Guadalajara, pero también, está claro, el resultado del mismo partido puede darle el sustento y la credibilidad que tanto ha buscado el entrenador argentino desde que llegó a Coapa. El Clásico te "sepulta" o te "fortalece". La Volpe lo sabe mejor que nadie. Alguna vez, en la década de los noventa, perdió su trabajo en el América después de un juego en la Perla de Occidente que perdió por cinco goles de diferencia.

El problema es que este América parece hoy muy lejos de una situación óptima. Primero, yo diría, del estilo de juego que ha identificado históricamente al club y a su entrenador y segundo que no parece muy claro que el propio La Volpe esté convencido de los futbolistas con que cuenta para tratar de lograr el funcionamiento y los resultados deseados. Para muchos, aquella declaración de las postrimerías de enero, donde La Volpe dejó en claro que él no tiene que ver en nada con la confección del plantel, sigue provocando un "corto circuito" y muchas dudas sobre la relación entre el veterano estratega y el director deportivo Ricardo Peláez.

Pero las dudas de este América son aún más poderosas e inquietantes en la cancha misma. El sábado, en el Azteca, La Volpe acumuló jugadores en medio campo: Ibarra, Da Silva, Guerrero, Domínguez y dejó en punta a Oribe Peralta. El equipo produjo poco futbol y se vio endeble en cuestiones defensivas cuando el modesto Puebla decidió irse hacia el frente. La entrada al campo de Carlos Darwin Quintero y de Silvio Romero tampoco le dieron más profundidad al ataque americanista. El otro "revulsivo" del plantel, el ecuatoriano Michael Arroyo, ni siquiera estuvo convocado para el juego.

El otro entendido que circula alrededor de este América es que la disminución que aparentemente ha sufrido en el presupuesto le impediría despedir a Lavolpe y buscar otra alternativa. También, como ocurre siempre en estas situaciones con el América, empiezan a aparecer nombres: Caixinha, Vucetich, los argentinos Marcelo Gallardo y Bielsa o el joven Raúl Gutiérrez. Todos son rumores. La única realidad es que el América no encuentra sus mejores condiciones en el campo de juego, que el tiempo apremia y el Clásico sentencia, para bien o para mal, habrá un antes y un después del juego en Guadalajara.

@Faitelson_ESPN