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El "cortocircuito" del América

Podría estar antes, lejos de la cancha, desde alguna oficina del club y hasta otra de San Ángel o de Chapultepec. La hecatombe del América podría haber ocurrido ajena a La Volpe y a sus futbolistas. En el órgano oficial del equipo (la televisora), Ricardo Peláez ha dejado entrever lo que sucede en el club y cómo el equipo ha llegado a este deterioro después de haber protagonizado la final del campeonato pasado. Peláez tiene un "mea culpa" de las decisiones que se han tomado, pero también deja ver que hay cosas que están ocurriendo y que han lastimado el proceso deportivo del equipo. Lo que Peláez no se atreve a decir directamente es que hay una batalla, hay una diferencia de personalidades, de estilos, de concepciones entre dos dirigentes del club. Peláez, el mandamás deportivo y José Romano, el que firma los cheques. ¿Todo está bien en la oficina?

LOS ANGELES, CA.-- Ricardo Peláez no dice toda la verdad. La dice a medias, pero en esas "medias verdades" o insinuaciones podría estar la respuesta a lo que sucede hoy en el América.

Repasemos las principales palabras del dirigente americanista vertidas a través del órgano oficial del club América (Televisa Deportes Network). "Hemos tenidos errores en la planeación, en la conformación del plantel, nos faltó un refuerzo y no contaba con la salida de al menos dos elementos que se marcharon de último momento, además de otros temas que no vale hacer públicos...".

Peláez ha dicho la verdad y ha dejado un balón en el aire, listo para ser rematado o entendido y cuya respuesta puede ser la resolución del acertijo a cómo se ha ido --perdón la expresión-- "pudriendo" o descomponiendo este América.

La clave podría estar lejos, como bien afirma Peláez, de Ricardo La Volpe y de sus futbolistas. La clave podría estar en una batalla interna, de decisiones, de mando, de personalidades entre los principales dirigentes del club América. Para nadie es un secreto que la relación entre Peláez y José Romano no es la mejor de todas y yo, solo yo, interpreto aquí que la mala comunicación pudo haber provocado decisiones e indecisiones que lastimaron al América durante el último receso invernal. ¿Quién decidió contratar a Agustín Marchesín y desprenderse de uno de los valores jóvenes del club como Hugo González y de una figura legendaria como Moisés Muñoz? ¿Fue Peláez, fue Romano? La Volpe dijo en su momento que él no lo pidió. ¿Por qué se fueron Oswaldito Martínez y Rubens Sambeuza sin tener las condiciones para suplirles? ¿Fue una disposición de Peláez o de Romano? ¿Qué sucedió con los refuerzos? ¿Por qué el América no trajo alguien más en lugar de gastar el dinero en dos jugadores --uno centroamericano y el otro paraguayo-- que están para reforzar al equipo sub-20?

Se supone que Peláez tiene el poder deportivo y que Romano maneja la chequera del América. Como sucede siempre en cualquier empresa, el dinero, las personalidades y el poder termina chocando y "embriagando" a algunos. No sería la primera vez que una diferencia interna entre los mandos medios del América termina llevando al equipo al fracaso y al caos deportivo. Solo una persona será capaz de frenar la situación y poner las cosas de nueva cuenta en el camino: el dueño del club. Veremos si para cuando intervenga o haga los cambios que tiene que hacer, no sea demasiado tarde por la temporada.

Algunos informes (lo aseguró mi compañero John Sutcliffe el lunes en Fútbol Picante) que el América está pensando ya en el verano y que tiene listo a Víctor Manuel Vucetich como su entrenador. Muy bien, la pregunta es: ¿Quién apoya esta decisión? ¿Peláez? ¿Romano? O entonces aparecen la leyendas urbanas, siempre ávidas en las grandes empresas, que señalan que el dueño siempre ha querido a tal o a equis entrenador y que es una decisión de él.

Peláez ha dicho una verdad y ha agregado otra a medias. Y yo creo que ahí están, sin duda, las respuestas a este cortocircuito del América en la cancha. Está como en la oficina, extraviado.

@Faitelson_ESPN