LOS ÁNGELES -- Charles Altcheck debe ser un buen hombre bueno. Seguro si viviera en el Sahara, compraría calefacción. Debe excitarse en Navidad y enviar su carta a Santa Claus, mientras viste un suéter rojo, con trineos blancos.
Él, vicepresidente de la MLS, aseguró a medios en Filadelfia, que la Liga MX se había arrimado a su ubre de sabiduría para amamantarse de sus conocimientos. ¿Qué el April's Fool (Día de los Inocentes en EEUU) no es hasta abril?
Según Altcheck, acucioso, atento, laborioso, inocente -y no como sinónimo de papanatas--, se puso a las órdenes de la FMF, porque, aseguró, Enrique Bonilla, el zar de la Liga Mx, requiere de su vivaz orientación para abolir el descenso y el ascenso en el futbol mexicano.
Seguramente después de haber colocado su último diente de leche bajo la almohada, en espera de la generosidad del Ratón Pérez, el vivaracho Altcheck atendió la urgencia y angustia de Bonilla de tomar como patrón a la MLS.
Que alguien le avise a Altcheck que mientras él va, Enrique Bonilla lleva tres vueltas completas en los negocios del inframundo del futbol. Es más, le recomendaría al vicepresidente de la MLS que se cuente si los dedos de sus manos siguen siendo diez... no vaya a ser.
¿Alguien en verdad cree que en una FMF con historia de algunos personajes y algunos hechos facinerosos necesita asesoría sobre cómo hacer cosas malas que parezcan buenas?
Antes de volver a acercarse a personajes vinculados al futbol mexicano, el señor Altcheck, con esa bonhomía que es evidente, debería al menos hacer el ejercicio ordinario de "googlear" a la Liga MX.
Cuidado: la MLS sí podría orientar en algunos aspectos estructurales y financieros a la Liga Mx, pero la organización mexicana no necesita de la asesoría de nadie para tomar decisiones arbitrarias, ilícitas, incorrectas y de dudosa honestidad, porque para eso es autosuficiente.
Tal vez Míster Altcheck debería interesarse un poco más por los caminos torcidos de su vecino del sur, antes de que algún muro le impida la visibilidad.
De esa manera el pizpireto vicepresidente de la MLS descubriría abruptamente, y seguramente horrorizado, algunas prácticas que la FIFA ha prohibido y que en Estados Unidos, por principios constitucionales, legales y humanos, serían perseguidos.
Altcheck descubriría fenómenos como el de la Multipropiedad, el Draft de Futbolistas, el dudoso sistema antidopaje, y los manejos de los derechos de transmisión de la selección mexicana, porque el Pacto de Caballeros, en cierta medida se ejerce en la MLS aunque formalmente constituido como un recurso empresarial.
Podría ser, sin embargo, muy útil para Bonilla y la Liga MX aprender sobre la Comisión Disciplinaria de la MLS y sobre su Código de Ética, e incluso la solidaridad como empresarios entre sus dirigentes, sin caer en las guerras intestinas, y no por internas, sino por lo constipadamente estercoladas que son las confrontaciones sucias y subterráneas entre directivos mexicanos.
O cómo la MLS investiga detalladamente los antecedentes y las condiciones de los propietarios de cada uno de los dueños de sus equipos, a diferencia de cada personaje de curiosa catadura moral como ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en la Liga MX.
Cuando en México decidan eliminar el descenso y el ascenso, la Liga no necesita ingeniárselas. No necesita más estrategias que el autoritarismo, que desplantes dictatoriales para hacerlo.
Ojo, lo valioso de la revelación de Altcheck, sería que la Liga MX contempla poner fin al descenso. Un proyecto nada nuevo, que año tras años despierta cosquilleo por los equipos en riesgo de caer de categoría. En este momento aparece el Morelia, tentáculo de la multipropiedad de TV Azteca, y que cotiza el valor de su franquicia en 25 millones de dólares.
Sin embargo, no olvidemos que las televisoras que regentean al futbol mexicano contemplan agregar dos franquicias más a la Primera División, con el pretexto de "generar más contenido" y obviamente dos equipos más, ayudarán a venderles a los patrocinadores la idea de anunciarse en nuevos espacios de esta siempre anunciada y nunca consumada Liga Premier, que según Bonilla, está entre las cinco mejores ligas del mundo.
No Míster Altcheck, el señor Bonilla no necesita sus consejos para tomar decisiones malas o malas decisiones. Insisto: ¿está Usted seguro que aún tiene cinco dedos en cada mano, incluyendo la argolla matrimonial?