Se suponía que los partidos de muerte súbita en el Clásico Mundial de Béisbol estaban reservados para las semifinales y la final.
Se suponía también, según las casas de apuestas de Las Vegas, que Estados Unidos y República Dominicana eran los favoritos para disputar la final del evento.
Pues ni lo uno, ni lo otro. Estadounidenses y quisqueyanos se enfrentarán este sábado en choque de vida o muerte, cuyo ganador avanzará a las semifinales y el perdedor se irá para su casa.
En otro vibrante partido, ante una concurrencia que por primera vez superó los 30 mil fanáticos en el Petco Park de San Diego, Puerto Rico venció 6-5 a Estados Unidos y aseguró su presencia entre los cuatro grandes del torneo, como puntero del grupo F, aun cuando le resta jugar contra la ya eliminada Venezuela.
Será Holanda en rival de los boricuas en semifinales, mientras que el vencedor de norteamericanos y dominicanos se medirá a la escuadra japonesa.
Cuando Edwin Díaz ponchó a Josh Harrison para el out 27, fuimos testigos de un acto de justicia divina, pues la jugada que debió terminar el partido fue justo la anterior, en la antesala, cuando un error arbitral dejó con vida a Brandon Crawford con la potencial carrera del empate.
El arbitraje, en sentido general, estuvo fatal. Andrew McCutchen salió expulsado por el umpire principal, Will Little, por protestar un tercer strike totalmente fuera de zona.
Otros bateadores de ambos equipos también se quejaron de la inexactitud del árbitro, aunque no llegaron a la expulsión.
Pero no fue sólo Little detrás del plato. A la ya mencionada jugada en la antesala que benefició a los estadounidenses hay que sumarle una doble matanza en el segundo episodio, que eliminó la posibilidad de un racimo y que a decir verdad, el bateador Daniel Murphy llegó a primera antes que el tiro.
Aquí llegamos a dos puntos en los que los organizadores del Clásico Mundial tienen que trabajar para la edición del 2021:
En primer lugar, mejorar el nivel del arbitraje. Si el WBC es el evento supremo del béisbol a nivel internacional, es imprescindible que impartan justicia los más capacitados.
Y en segundo lugar, hay que aplicar el uso del video para reclamaciones de jugadas cerradas, que pueden definir el resultado de un partido, más allá de los cuadrangulares dudosos.
Hay que usar las repeticiones en cámara lenta en cada una de las fases del certamen.
Volviendo a Estados Unidos, el equipo de las barras y las estrellas está obligado a tomar venganza de la derrota que le propinaron los dominicanos en la primera ronda en Miami, en un partido que iban ganando 5-0 y los caribeños lograron darle la vuelta en el marcador.
El zurdo Danny Duffy, de gran faena ante Canadá en el Marlins Park, fue anunciado por el manager Jim Leyland para iniciar el crucial encuentro, mientras que por los campeones vigentes lo hará el derecho Ervin Santana, que se sumó al equipo en los últimos días y aún no ha visto acción en la competencia.
Leyland tendrá que poner, sí o sí, a sus mejores hombres sobre el terreno y olvidarse ya de aquello de tratar de darles juego a todos sus hombres.
Es difícil dirigir una constelación de estrellas, pero hay un interés superior que está más allá de los egos individuales, digo, si es que de veras están interesados en ganar esta cosa.
La clave estará en atacar temprano a Santana, quien sólo ha lanzado cinco entradas en los entrenamientos primaverales con los Mellizos de Minnesota, para tratar de tener ventaja antes de que llegue el batallón de lanzallamas que integran en cuerpo de relevistas de Quisqueya.