MÉXICO -- Parece que fue ayer cuando despertamos con la triste noticia de que el luchador mexicano Pedro Aguayo Ramírez, mejor conocido como El Hijo del Perro Aguayo, había perdido la vida en una lucha realizada en el Auditorio Municipal de Tijuana.
Aquella noche del 20 de marzo, el líder de los Perros del Mal fue pareja del estadounidense de origen filipino, Manik y enfrentaron a Rey Mysterio y Xtreme Tiger.
Las acciones parecían normales, hasta que Aguayo recibió unas patadas en cascada por parte de Rey Mysterio, que lo sacaron del cuadrilátero. Pedro volvió de inmediato y tras un nuevo ataque de Mysterio, quedó a modo para que el México-estadounidense aplicara su famosa 619, sin embargo, el líder de la jauría no respondía, causando confusión y preocupación en los presentes.
La atención al Hijo del Perro Aguayo no podía ser inmediata, como era de esperarse debido a que seguía la actividad en el encordado, por lo que se decidió trasladarlo al hospital del Prado, donde la madrugada del 21 de marzo fue declarado muerto tras un traumatismo cervical que le ocasionó un paro respiratorio.
Hoy, a dos años de su muerte, aficionados y gente involucrada en el deporte del costalazo, recuerdan al Hijo del Perro Aguayo como una joven leyenda del pancracio.
Dorian Roldán, Vicepresidente de Lucha Libre AAA Worldwide, señaló que el acontecimiento fue lamentable y la pérdida del joven gladiador fue muy sensible dentro y fuera del ring, ya que lo consideraba como una persona ejemplar en todos los aspectos.
“Nos tocó nacer y crecer en un mismo medio; de joven conviví poco con él, más bien me tocó estar con él en su incorporación a la empresa. Fue una gran persona, un gran empresario, quien tenía la lucha libre en sus venas, siempre fue muy correcto, no tenías que tener con él algo escrito, lo que decía en palabra lo hacía. Tenemos muy buenos recuerdos de él y esperamos que esté haciendo de las suyas, haciendo enojar al público en la ‘arena celestial’”, declaró Roldán Peña.
Del mismo modo, aclaró que la marca de los Perros del Mal pertenece a su familia, aunque han estado cerca de ellos, especialmente en el año del aniversario 25 de la Triple A, en donde podría haber muchas sorpresas con “la Jauría”.
Por su parte, Monster Clown, quien con los Psycho Circus tuvo rivalidad con los Perros del Mal, recordó al heredero de Pedro Aguayo Damián como un buen ser humano y un gran luchador, con quien tuvo una amistad cercana.
“Fuera del deporte fue una gran persona, en el ring fue un gran gladiador, él y sus Perros del Mal nos quitaron el invicto de tres años; fue un luchador muy fuerte, un rival aguerrido que no se dejaba vencer, y siempre las luchas eran a darnos con ganas”, recordó,
A su vez, remarcó el legado que el también llamado “Arquitecto de la Maldad” dejó al pancracio. “Dejó muchos ejemplos, pues era una persona muy sencilla, dejó su agresividad hacia los rivales, aprendimos a ser rudos con él y siempre fue un ejemplo para los luchadores”.
Así, a dos años de la desaparición del Hijo del Perro Aguayo, el mundo de la lucha libre lo recuerda, y más allá de lo que hizo en vida y del legado que dejó a su corta edad, el debate de la seguridad en este deporte quizás seguirá por muchos años más, ya que al ser una actividad de contacto y de alto riesgo que implica lesiones, heridas y en cosas extremos, la pérdida de la vida de los luchadores, pese a que muchas personas consideran que la lucha libre simplemente es una farsa.