Es el 3 de abril de 2017, en Washington, D.C., y por primera vez en tres años, Stephen Strasburg es el abridor del Día Inaugural de los Nacionales. Pero eso no es todo lo que es diferente. A medida que Strasburg pisa la goma de lanzar en la parte alta de la primera entrada y se prepara para medirse al primer bate de los Marlins de Miami Dee Gordon, lo hace desde la cintura. Lejos quedó el movimiento que ha utilizado durante toda su carrera - el movimiento que él y la inmensa mayoría de los abridores de Grandes Ligas suelen utilizar cuando las bases están vacías. Retiró a los Marlins 1-2-3, tirando strikes en 13 de 17 lanzamientos. Los 17 envíos fueron desde la cintura.
No se equivoquen, Strasburg está preparado para hacer lo que sea para mantenerse saludable. Incluso si eso significa lanzar de esa manera siempre. Por primera vez en su carrera, Strasburg está lanzando exclusivamente desde la cintura. Es una decisión que tomó en el pasado invierno luego de otra temporada frustrante en la que su asombroso talento no pudo llegar de abril a octubre sin incidentes gracias a su perpetuamente adolorido cuerpo.
"Las lesiones son parte del béisbol, y yo he tenido mi buena cuota", dijo el serpentinero de 28 años, que el año pasado comenzó tan fuerte como pocos lanzadores en la historia del béisbol lo han hecho (se convirtió en el primer abridor de la Liga Nacional en más de un siglo en ganar sus primeras 13 decisiones), solo para quebrarse a medida que progresaba la temporada. Fue enviado en tres ocasiones diferentes a la lista de lesionados - una a finales de junio por molestias en la espalda alta, una a finales de agosto por dolencias en el codo, y una a principios de septiembre por una torcedura en un tendón que terminó con su temporada de forma prematura y por la que le tocó vivir desde lejos la eliminación de sus compañeros a manos de los Dodgers de Los Angeles en la SDLN. En la pasada temporada baja, con el mal sabor de boca de esa derrota todavía presente, decidió que era tiempo de hacer un cambio.
"Yo no estoy diciendo que lanzar desde la cintura va a curar todo", dijo Strasburg. "Pero yo creo que los chicos que se mantienen saludables, ellos son muy buenos repitiendo su mecánica. No hay compensación, no hay variación en donde ellos aterrizan, como su brazo va trabajando a través de su envío, si están cambiando la posición del brazo o cayendo demasiado o dejándolo abierto. Pienso que si sigo trabajando en ser tan consistente y eficiente posible con mi forma de lanzar, pienso que eso pone mi brazo en la mejor posición posible para recibir menos castigo. Esa es la mejor oportunidad de ser duradero".
La durabilidad es algo de lo que ha carecido la carrera de Strasburg. Un ex primer seleccionado procedente de San Diego State y posiblemente el prospecto universitario más aclamado en la historia del juego, él electrificó el deporte como novato en 2010 antes de desgarrarse el ligamento ulnar collateral y ser sometido a la cirugía Tommy John ese mes de septiembre. Aunque ha sido uno de los mejores abridores del béisbol cuando está saludable - desde su debut, se ubica octavo en efectividad (3.17), tercero en WHIP (1.09) y primero en ponches por cada nueve entradas (10.5) - es la parte de la salud la que ha sido traicionera.
En poco más de ocho temporadas en Grandes Ligas, Strasburg ha sido colocado nueve veces diferentes en la lista de lesionados. Aparte de la temporada 2014, en la que pudo lanzar cada cinco días por seis meses y lideró la Liga Nacional en ponches, él nunca ha tenido una temporada en la que haya abierto más de 30 partidos o trabajado más de 200 entradas. Quizás lo más importante, es que aunque Washington ha llegado a los playoffs en tres ocasiones en los últimos cinco años, Strasburg tiene un gran total de una apertura en postemporada en su carrera. En noticias relacionadas, los Nacionales siguen en búsqueda de su primera victoria en postemporada en su historia. Todo lo cual tiene a Strasburg en búsqueda de mantenerse alejado del cuarto de preparadores físicos.
"Yo soy un creyente de que realmente no importa como sea tu mecánica", dijo el derecho de 6 pies 4 pulgadas, quien firmó una extensión de contrato por siete temporadas y $175 millones en mayo pasado. "Todo el mundo se va a fijar en detalles sin importancia, especialmente chicos que se lastiman fácilmente. Es como que, oh, hay una falla en la mecánica. Pero uno ve a algunos jugadores a quienes no se les puede enseñar otra forma de tirar, y se las arreglan para mantenerse saludables. Son muy poco ortodoxos, pero son buenos haciendo lo mismo cada vez".
Así que en esta pasada temporada baja, Strasburg decidió que la forma más fácil para él hacer lo mismo cada vez era alejarse del movimiento completo del brazo. Solo que optó por no decirle a nadie. En febrero, cuando llegó a los entrenamientos primaverales en West Palm Beach, Florida, y lanzó sus primeras sesiones de bullpen (un modo de trabajar común en febrero donde cuatro lanzadores trabajan uno al lado del otro al mismo tiempo), el cambio pasó desapercibido. Cuando los Nacionales llevaron a cabo su primer partido intraescuadras y Strasburg trabajó una entrada enteramente desde la cintura, el coach de pitcheo Mike Maddux asumió que el lanzador estaba haciendo algunos ajustes. Mantenimiento de rutina en la primavera. Pero poco tiempo después, quedaba claro el cambio permanente en la forma de lanzar del pitcher. Justo así, Strasburg lanzaba desde la cintura, todo el tiempo. En lo que vale, el coach estuvo de acuerdo con el ajuste.
"Nos tomó a todos por sorpresa", dijo Maddux. "Pero una vez nos enteramos de lo que pensaba hacer, le di mi apoyo".
Es un camino que Maddux ha transitado antes. Un ex lanzador que pasó 15 años en las mayores, dejó de utilizar el movimiento completo a mediados de su carrera y trabajó desde la cintura hasta que se retiró. Junto con grandes abridores como Yu Darvish y Carlos Carrasco, quienes también suelen trabajar desde la cintura, Maddux está consciente de los beneficios de mantener las cosas simples. "Con el movimiento completo al plato, es difícil conseguir el punto de equilibrio. Nada ocurre hasta que logres ese punto de equilibrio. Todo lo demás no importa nada. Todo lo que importa es conseguir ese punto de equilibrio y entonces lo demás saldrá solo".
Sin embargo, llegar a ese punto de equilibrio ha demostrado ser cada vez más difícil para Strasburg. "A medida que envejezco", dijo el veterano de ocho temporadas, "sea mi transición, o poner mi pie en la misma posición cada vez, por la razón que sea se ha convertido en un problema el tener el mismo sentimiento en la goma de lanzar en cada turno. Conseguir ese punto consistente donde te sientas cómodo en la goma, para entonces levantar tu pierna y soltar la pelota".
Basado en las primeras muestras de la temporada 2017, Strasburg se ha sentido bastante cómodo. Por primera vez en su carrera, ha durado al menos siete entradas en cada una de sus primeras tres aperturas. En esas salidas, ha hecho un total de 301 lanzamientos - apenas la segunda ocasión que ha llegado a la marca de los 300 en sus primeros tres compromisos. Obviamente, queda por verse si el cambio en la mecánica se traducirá en durabilidad a largo plazo. En el interín, le está proporcionando beneficios adicionales.
"El bateo es cuestión de ritmo, y el pitcheo trata de alterar ese ritmo", dijo Maddux. "'Él está cambiando la forma en que luce, mezclando la patada alta con el paso lateral. Eso evita que los bateadores puedan enfocarse en lo que el lanzador hace cuando está con su movimiento. Está consiguiendo muchos swings favorables".
Los números respaldan la observación de Maddux: En sus primeras tres aperturas, la tasa de líneas permitidas por Strasburg de 13.8 por ciento estuvo entre las primeras 10 entre los abridores de la Liga Nacional y muy por debajo de su marca de por vida de 21.2 por ciento. En 21 entradas, tuvo una tasa de ponches a boletos de 19-5, y tuvo un WHIP de 1.00. Más aun, contrario a la percepción que menos movimiento equivale a menos poder, la velocidad de Strasburg sigue siendo tan buena como siempre: De acuerdo a Brooks Baseball, su recta está promediando 95.8 mph, la más alta en sus primeras tres aperturas en una temporada desde la campaña 2013. En otras palabras, cuando se habla del Proyecto re De Renovación Strasburg, hasta ahora, todo bien.
"En cuanto a la fortaleza de su brazo, el repertorio sigue ahí, y cuidado si mejor que antes", dijo Strasburg. "Realmente nunca me gusto el movimiento completo hacia el plato, el de la vieja escuela. Realmente no estaba intentando ganar momentum. Ese paso completo y la transición realmente no estaban generando nada. Para mí, cuando caigo en una posición cómoda y balanceada con la patada de mi pierna y tengo el movimiento bajo control, entonces al final lo dejo ir - eso es dejar que mi cuerpo haga su trabajo".
Los Nacionales solo pueden esperar que el cuerpo de Strasburg siga respondiendo.