Luego de 2 juegos, la final de la Conferencia del Oeste se podría dividir en antes y después de la salida del estelar alero Kawhi Leonard.
Los Spurs regresan a casa para el Juego 3 tras perder los primeros 2 partidos en Golden State con la esperanza de que Leonard pueda jugar y ser efectivo tras la lesión del tobillo que lo dejó fuera desde el tercer cuarto del Juego 1.
En ese momento, cuando Leonard salió del juego a 7:53 por jugar del periodo, San Antonio lideraba por 23 puntos; desde entonces, Golden State los supera por 61 puntos (194-133) para estar en comando de la contienda.
Y los Spurs no se pueden dar el lujo de perder el Juego 3 ya que ningún equipo ha remontado para ganar una serie cuando pierde 3-0 (0-125).
La buena noticia es que bajo Gregg Popovich los Spurs han ganado en 3 de 4 instancias cuando juega como local en el Juego 3 abajo 2-0; la mala noticia es que Popovich tiene marca de 1-4 en series cuando pierde 2-0.
Golden State llega al Juego 3 con marca de 10-0 en estos playoffs para ser apenas el 5to equipo en abrir una postemporada con 10 victorias consecutivas. De los 4 anteriores, 2 conquistaron el campeonato (Cavs la temporada pasada y los Lakers en 2001).
Una victoria más y los Warriors empatarían el récord de más victorias consecutivas para abrir unos playoffs (Lakers en 1989 y 2001).
Lo que nos trae de vuelta a Leonard y su impacto en los Spurs. Con Leonard en cancha, San Antonio supera a sus rivales por 92 puntos en esta postemporada y promedia 118 puntos por cada 100 posesiones, permitiendo 107 puntos por cada 100 posesiones; sin él, los Spurs son superados por 50 tantos y anotan 101 puntos por cada 100 posesiones mientras permiten 111 puntos por cada 100 posesiones.
Con o sin Leonard, San Antonio encara un gran reto si desea hacer de la final del Oeste una serie competitiva. Quizás lo más que le beneficia es jugar en casa, donde han maltratado a los Warriors a traves de los años.
Los Warriors tienen marca de 2-25 (.074) en el AT&T Center en temporada regular desde que los Spurs juegan ahí en 2002. Según Elias, es la peor marca de cualquier equipo actual en una cancha en uso (mínimo 20 juegos).