ALEMANIA NO DA UN PASO EN FALSO
A Joachim Löw lo criticaron en Alemania por restarle importancia al torneo y no convocar a titulares indiscutibles de la selección como Manuel Neuer, Mats Hummels, Jerome Boateng, Toni Kroos, Mesut Özil y Thomas Müller, entre otros; pero el entrenador campeón del mundo se defendió desde el principio con argumentos: "Tiene sentido ir con este equipo. Nos ayudará tan pronto como el año próximo (año de Mundial). Un día la Confederaciones será importante para aquellos que jueguen en ella".
No solo le dio un verano de descanso a varios de los que serán sus titulares en el Mundial sino que además le permitió a sus figuras jóvenes justificar en la cancha un muy probable llamado para el verano próximo. Quién puede negar que Julian Draxler y Leon Goretzka merecen ser titulares, Timo Werner viene de hacer 21 goles en la Bundesliga y Mario Gómez ya necesita un relevo, Joshua Kimmich y Hector ya son los laterales habituales de la selección mayor y Marc Andre ter Stegen es suplente solo porque delante está un hombre llamado Manuel Neuer. En resumen: Löw descansó a sus figuras, convirtió en figuras a sus jóvenes y se llevó a casa un trofeo que Alemania nunca había conquistado. No le fue mal.
CHILE NO ESTÁ EN LA ÉLITE
Perdón, pero un equipo que apenas anota cuatro goles en cinco partidos pese a dominar la pelota en buena parte del torneo, no puede considerarse un candidato para la próxima Copa del Mundo FIFA. Cierto, Chile ya ganó dos Copas América consecutivas y en ambas venció a la Argentina de Lionel Messi, pero en ambas terminó los 120 minutos sin goles y consiguió el trofeo gracias a los penales. No se trata de restarle mérito a La Roja, pero el domingo Alemania demostró que vale más ser efectivo frente al arco rival que tener la pelota y deleitar a la tribuna con ella.
MÉXICO NO ENCUENTRA IDENTIDAD
Si la debacle de la Copa América Centenario debía ser una lección para Juan Carlos Osorio, el técnico colombiano del Tri simplemente no la aprendió. De aquella goleada 7-0 frente a Chile quedó un fantasma que apareció de a ratos en Sochi cuando Alemania le endosó dos goles en siete minutos y le terminó ganando 4-1. Osorio sigue sin definir un once ideal para una selección que cuenta con una buena cuota de talento pero a veces lo deja en el banquillo y otras veces lo saca de su hábitat natural. México va primero en su eliminatoria al mundial y en la Confederaciones perdió con el campeón del mundo y el de Europa, pero las formas importan y hoy dicen mucho del equipo mexicano. No, México no está para competirle a Alemania o a Chile u otras tantas potencias, pero si quiere hacerlo en un futuro cercano, debe encontrar una identidad y para ello mucho ayudaría tener un equipo definido.
EL VAR DEBE MEJORAR, PERO TAMBIÉN LOS ÁRBITROS
En resumen no fue un buen torneo para el VAR (Árbitro Asistente con Video por sus siglas en inglés). En ocasiones su utilización fue lenta y torpe, confirmando el temor de que quitaría dinamismo y emoción al juego, pero eso mejorará con el tiempo. El problema es otro y no precisamente con el uso de la tecnología sino con el criterio de los árbitros.
La polémica de la expulsión no sentenciada sobre Gonzalo Jara es la prueba perfecta y fue la peor manera de despedir el uso del VAR en la Confederaciones. El árbitro serbio Milorad Mazic, de amplia experiencia (dirigió la Supercopa de Europa 2016 entre Real Madrid y Sevilla) fue a revisar la jugada entre Gonzalo Jara y Werner al minuto 63 de partido y no existe manera de que no haya visto el codo de Jara ir directo a la mandíbula del alemán y aún así el serbio volvió y le sacó solo una amarilla al chileno para incredulidad de todos los presentes en el estadio. Eso no puede ser culpa de la tecnología. Por lo demás, FIFA debería colocar a exárbitros en el VAR para no generar conflictos de intereses entre jueces que, lógicamente, compiten unos con otros por mejores asignaciones.