Gana Neymar, gana el Paris Saint Germain y hasta gana (dinero) el Barcelona. Los que perdemos somos nosotros. Aquellos que encendíamos el televisor los domingos temprano (de este lado del planeta) para atestiguar como un tridente bordaba el futbol de manera exquisita y espectacular. Ver juntos a Messi, Neymar y Suárez no tenía precio. Entre los tres, llegaron a fincar niveles memorables e impresionantes de futbol y de espectacularidad. Hubiésemos querido alargar esas sensaciones por un buen tiempo más, pero el dinero, a veces el maldito dinero descompone todo lo bueno que existe en la vida. Ni hablar...
LOS ANGELES, CA.- Neymar gana su "independencia" y 34 millones de dólares como sueldo anual. El Paris Saint Germain gana a uno de los mejores jugadores del mundo y el Barcelona se gana, aun perdiéndolo, unos 222 millones de dólares. Los únicos que perdemos, al final del día, somos nosotros, los que encendemos la televisión para buscar una magia, una espectacularidad y un futbol que ya no existirá.
La inminente partida de Neymar del Barcelona suponer ser una derrota para aquellos que encendemos la televisión con el simple propósito de encontrar diversión a partir de un deporte llamado futbol.
Nadie ha dicho que Neymar dejará de ser el gran futbolista que es a partir de las siguientes horas, cuando desde Paris o desde Doha se anuncie su millonario traspaso (el más grande de la historia del futbol) al Paris Saint Germain. Desde el equipo francés (más famoso por la ciudad donde radica que por su logros futbolísticos) el brasileño intentará, primero, colocar a su equipo en la órbita de los grandes favoritos a ganar la Champions y segundo, pelear por su propio espacio en el mundo individual del futbol, donde le considera que está muy cerca de figuras como el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo.
La verdadera desgracia de esta operación (no para Neymar que podría ganar 30 millones de euros netos al año) es la descomposición de un "tridente maravilloso" que en poco tiempo ha sido capaz de elevar el futbol hasta niveles extraordinarios de espectacularidad. Estamos perdiendo, con este movimiento, la oportunidad de ver junto a dos virtuosos de todos los tiempos: un argentino que está más allá del calificativo de un "gran futbolista" y que muchas veces se asoma como un "genio" y un brasileño verdaderamente "brasileño" para jugar al futbol, profundo, inmaculado, lleno de magia, clase y talento para desbordar y valiente ante los rivales que suelen "cocerlo" a patadas para tratar de amedrentarlo o detenerlo. Eso y más estamos perdiendo en este millonario movimiento que propone el futbol.
Neymar hará que los bonos del Paris Saint Germain suban inmediatamente. Un jugador que vale 222 millones no puede ser cualquier cosa, pero tampoco colocarán, inmediatamente, al equipo parisino en el mismo nivel del propio Barcelona, o del Real Madrid, el Chelsea, el Bayern Munich y la Juventus. Para eso, debemos esperar por pruebas fehacientes en el campo de juego. Lo que sí hará Neymar, con su "independencia", es labrarse su propio camino para poder competir ante Messi o ante Cristiano Ronaldo por ser el mejor futbolista del mundo. A sus 25 años, pertenece a una generación que esta dos por debajo del portugués y una por atrás del argentino. Eso, le da, sin duda, cierta ventaja, mientras su juego y sus responsabilidades de desarrollen al ritmo y al nivel que se esperan.
Lamento lo de Neymar. La operación es espectacular para el futbol, para él mismo y para los amantes de los nuevos retos, pero nos privará, a muchos de nosotros, de la alegría de encender la televisión el domingo temprano (de este lado del mundo) para ver como un equipo de futbol, ataviado en el uniforme del Barcelona, y obligado a jugar con el estilo de la casa, desarrolla el futbol con la alegría y la clase que sólo futbolistas como Messi, Neymar y Suárez pueden hacerlo. Alguien tendría que perder en esta operación. El "maldito" dinero que todo lo descompone.
@Faitelson_ESPN