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¿Pedir cuentas? ¿Quién las va a pedir?

Andrés Fassi anuncia que tiene al menos 10 interrogantes y sugerencias para el entrenador nacional como parte del Comité de Desarrollo Deportivo de la FMF, pero la pregunta es si todos los integrantes de este comité están aptos para exigirle cuentas al señor Juan Carlos Osorio. Esto parece, sin duda, una nueva evidencia de la falta de una estructura apropiada alrededor de la selección mexicana de futbol. No es malo analizar y exigir sobre el trabajo del seleccionador. La cuestión es: ¿Son los personajes apropiados para hacerlo?

LOS ANGELES, CA.- LOS ANGELES, CA.- El problema no es "pedirle cuentas" a Juan Carlos Osorio. El problema es quién le pediría "esas cuentas" a Juan Carlos Osorio.

Andres Fassi, el directivo del Pachuca, ha admitido que ha completado casi un decálogo de preguntas y sugerencias para el entrenador nacional como parte del Comité de Desarrollo Deportivo de la Federación Mexicana de Futbol, en apariencia, el único mecanismo u órgano que tiene facultad para realizar un análisis y valoración del seleccionador nacional a nombre de los clubes.

Pedir explicaciones y razones al entrenador nacional es algo normal en cualquier empresa u organigrama de trabajo. La pregunta es si en realidad ese comité está completamente apto para realizar ese estudio.

Una de las grandes ausencias de las selecciones mexicanas de futbol es la falta de una estructura apropiada para trabajar. Arropar, cuidar, exigir y encontrar soluciones en equipo tendría que ser la labor de un grupo de expertos de cancha, que con todo el respeto y el perdón para Fassi y el resto de los integrantes de este comité, debería corresponde a entrenadores, a gente experimentada y capacitada en la cancha. Puede, insisto, que algunos de esos directivos cuentan con esa capacidad, pero hoy es una tarea muy distinta administrar el futbol desde una oficina a hacerlo sobre el pasto y bajo el intenso sol.

PRODUCIR FUTBOLISTAS

El pequeño "milagro" ha ocurrido: La Federación Mexicana de Futbol ha admitido por primera vez que las políticas empleadas por la Liga MX pudieron haber comenzado a lastimar el proceso de la selección mexicana de futbol. Las famosas y controversiales reglas 10/8 y hoy 9/9 son parte de la explicación del fracaso que México tuvo en la reciente Copa Oro. La pregunta es: ¿Qué hacer o qué se puede en realidad hacer?

La respuesta no es tan sencilla. La Liga ha dado pasos para buscar una globalización que al mismo tiempo le genere más nivel y una mayor competencia interna y ese tipo de estrategias no se pueden transformar de un día para otro. Lo que sí puede hacer la FMF es justo lo que los clubes han dejado de hacer: producir futbolistas mexicanos.

Tanto la Federación como la Liga MX tienen la suficiente estructura, infraestructura, fondos y patrocinadores para crear una gran escuela de futbolistas y de entrenadores alrededor de la poderosa marca de la selección mexicana de futbol. Hay que trabajar con el talento naciente, para desarrollarlo como futbolista y al mismo tiempo trabajar y capacitar entrenadores. Esos futbolistas pueden ser la base de las selecciones mexicanas con límite de edad y después, vía ahora sí un "Draft" (bien organizado y bien delineado en reglamento), la FMF puede vender a esos jugadores a los clubes que estén interesados o bien exportarlos directamente al mercado extranjero.

Una gran escuela de futbolistas y entrenadores mexicanos vinculada a la selección mexicana de futbol podría generar otra clase de ventajas: futbolistas aleccionados con un estilo propio del futbol mexicano y no sujetos a los caprichos de un club, de un entrenador o de cierto sistema. Les daría una formación plena, fogueo internacional y las mejores oportunidades para poder continuar con sus estudios y con su formación integra. Lo mismo en el tema de los entrenadores. El futbol mexicano necesita de más y de mejores directores técnicos, con una preparación que no sólo parta del futbol doméstico, sino que cuente con los avances más desarrollados del futbol internacional. Teniendo futbolistas y entrenadores, México da un paso fundamental para hacer crecer su futbol.

Si la mayor parte de los clubes están enfocados en su competencia interna, por qué no adoptar la responsabilidad de manera institucional. Al final del día, lo que necesitas para jugar mejor al futbol es materia prima, son futbolistas y tienes que encontrar la manera de producirlos.

Algunas de las naciones más desarrolladas en temas futbolísticos ya lo hacen. Alemania, Francia, Holanda, España tienen, al margen de la labor de los clubes, sus propias escuelas de desarrollo de talento.

Entiendo que la gran problemática del futbolista mexicano parece llegar a una edad avanzada, cuando debe recibir la oportunidad en el primer equipo para seguir creciendo. Ahí, en los puestos de mayor "responsabilidad", aparecen, generalmente, futbolistas extranjeros, lo cual, más temprano que tarde, atrofiará el proceso de una selección mexicana.

Para Decio de María sería una magnífica oportunidad de darle una esperanza franca de crecimiento al futbol mexicano. Una "fábrica" de futbolistas, una "fábrica" de sueños, donde se trabajará a conciencia para obtener goleadores, defensas, porteros y jugadores con un patrón de cualidades que se adaptan a las condiciones propias de la genética del mexicano. Es tiempo de generar jugadores porque mientras más tengas, más serán tus posibilidades de tener éxito.

La FMF puede, con los dineros que produce la selección, gastar en el nacimiento de una escuela, que este lo suficientemente cerca (y también lejos) de los equipos. Al final del día, lo que hay que lograr es surjan más y mejores futbolistas mexicanos. Y si la mayor parte de los clubes no quieren o no pueden hacerlo, alguien debe levantar la mano.

@Faitelson_ESPN