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Los 'Medias Rojas Bebés' están ganando la batalla contra los 'Bombarderos Bebés'

NUEVA YORK - Antes del swing, estuvo la sonrisa.

Era la parte alta de la novena entrada el 13 de agosto en el Yankee Stadium. Los Medias Rojas de Boston estaban atrás 2-1, y faltaban dos outs para acabar el partido. Hanley Ramírez acababa de poncharse con tres envíos de Aroldis Chapman -- 101, 102 y 103 mph, de acuerdo con la lectura del radar. Y ahora, el jugador más joven en las mayores se paraba en la caja de bateo ante el lanzador con mayor velocidad en lo que parecía a todas luces un choque totalmente disparejo.

El bate nunca salió del hombro izquierdo de Rafael Devers a medida que el primer pitcheo pasaba a 103 mph. El chico - de 20 años y apodado "Carita" - movió sus pies y dio dos pasos hacia atrás. Entonces se sonrió, levemente, como si acabara de ver todo lo que necesitaba ver.

Tres lanzamientos más tarde, Chapman llegó a las 102.8 mph, y Devers hizo lo que 301 bateadores zurdos antes que él no habían podido lograr. Le conectó cuadrangular a Chapman en conteo de dos strikes.

Juego empatado. Multitud asombrada. Momentum del juego cambiado.

De los dos mejores equipos en el Este de la Liga Americana, se suponía que eran los Yankees los que fuesen liderados por novatos. Aaron Judge redefinió el estándar con el que serán medidos todos los futuros jugadores de primer año con su primera mitad de otra galaxia. Gary Sánchez, aunque ya no es técnicamente un novato al haber acumulado 229 apariciones la pasada temporada, no obstante se encuentra en su primera temporada completa en Grandes Ligas.

Y durante gran parte de la primera mitad de la campaña, Judge, Sánchez y el resto de los 'Bombarderos Bebés' - el as de 23 años Luis Severino y el zurdo novato de 24 años Jordan Montgomery, en particular - mantuvieron a los Yankees en el primer lugar. Una temporada que se suponía que sería de reconstrucción en cambio se había convertido en una de contendientes, un año adelantado al calendario.

Pero los 'Bombarderos Bebés' fueron sorprendidos en agosto por los 'Medias Rojas Bebés'. Mientras Judge se sumió en una mala racha, acumulando ponches a niveles históricos, Devers y el jardinero izquierdo novato Andrew Benintendi llevaron a los Medias Rojas a ganar cuatro de seis juegos entre ambos equipos y ampliaron su ventaja en la división de medio juego el 1 de agosto a 5 1/2 juegos al llegar al partido del jueves.

Ya que sus jóvenes estrellas Mookie Betts, Xander Bogaerts y Jackie Bradley Jr. han tenido problemas para encontrar consistencia, Benintendi ha sido el jugador más valioso de Boston desde el receso del Juego de Estrellas, de acuerdo al WAR de Fangraphs. Mientras tanto, Devers batea .294 con ocho jonrones y OPS de .900, una producción que sobrepasa la conseguida por el veterano antesalista Todd Frazier (.217, cinco jonrones, OPS de .716) desde que los Yankees fueran más agresivos que los Medias Rojas en buscarlo en la fecha límite de cambios directos.

"[Devers] es un chico joven que parece disfrutar el béisbol", dijo el manager de los Indios de Cleveland Terry Francona. "Simplemente la ve y la batea, y la está rompiendo sin importar quien esté lanzando. Aunque sea Chapman, está utilizando todo el estadio y bateando la pelota con autoridad. Tienes un bateador joven realmente bueno que está en su zona ahora mismo.

"Y Benintendi, tiene uno de los swings más hermosos que haya visto".

Los Yankees han visto suficiente de él.

Al igual que Judge, Benintendi retuvo su estatus como novato a pesar de haber sido subido en agosto del año pasado. Tuvo tantos problemas a mediados de la temporada que el manager John Farrell comenzó a sentarlo ante lanzadores zurdos. En medio de una mala racha de 78-13, con 20 ponches, Benintendi fue enviado a la banca el 31 de julio y el 1 de agosto.

Comenzó a calentarse antes de la llegada de los Medias Rojas al Bronx el 11 de agosto, y con la mayoría de su familia extendida presentes en el Yankee Stadium, tuvo una gran serie, al irse de 13-5, con tres jonrones y nueve remolcadas en los tres partidos de la serie. Terminó el fin de semana conectando el sencillo remolcador de la carrera de la ventaja en la 10ª entrada del partido que Devers había empatado ante Chapman.

El ascenso de Benintendi ha coincidido con el hundimiento de Judge. En general, Judge no ha podido batear desde el receso del Juego de Estrellas. Ante los Medias Rojas, ha sido tan invisible como puede ser un hombre de 6 pies 7 pulgadas y 282 libras de peso. Los Medias Rojas lo atacaron con rectas altas, y se fue de 18-1 con seis ponches en una serie de cuatro juegos en Fenway Park justo luego del receso, y de 22-2 con 11 ponches en seis juegos en este mes.

La brecha se ha cerrado en la carrera por el Novato del Año, pero probablemente sea muy tarde para cambiar por completo los votos. La primera mitad de Judge - en la que conectó 30 jonrones y tuvo un OPS de 1.139 al llegar el Juego de Estrellas - fue simplemente demasiado histórica para ser superada incluso por Benintendi, quien era el favorito en los entrenamientos primaverales para ganar el premio.

"Pienso que él ha experimentado algunas de las cosas que nosotros esperábamos", dijo Farrell sobre Benintendi. "Iba a ver algunas altas y bajas, algunos tramos donde iba a sufrir algo de frustración. Pero al llegar este mes, nos ha cargado hasta cierto punto. Me encanta que, en su mayor parte, es una persona muy equilibrada y más equilibrado aún como jugador".

Lo mismo se puede decir de Devers, cuyo ritmo cardíaco parece no afectarse sin importar la situación que enfrente.

Devers solo tuvo 35 turnos al bate en Triple A antes que los Medias Rojas lo subieran el 23 de julio en una movida que muchos apreciaron como prematura. Luego de meses de especulación que Frazier terminaría en Boston, los Yankees completaron un cambio el 19 de julio que trajo a Frazier y a los relevistas David Robertson and Tommy Kahnle desde los Medias Blancas de Chicago.

En ese momento, los oficiales de los Medias Rojas solo podían esperar que Devers pudiese proveer un impulso de energía similar al de Benintendi hace un año. Pero con los problemas ofensivos de Betts, Bogaerts y Ramírez scuffling, Devers se paró en el medio de la alineación y comenzó a producir más que lo que sus mayores partidarios dentro de la organización esperaban.

Carlos Febles, manager de Devers en el Doble A Portland, alabó su habilidad de batear la pelota hacia la banda contraria y hacer contacto con dos strikes, habilidades que han sido demostradas una y otra vez en todo este mes.

La liga ya ha comenzado a cambiar la forma de atacar a Devers. A pesar de haberse ido de 3-2 en el juego final de la serie en Toronto el miércoles, apenas lleva de 42-7 con 12 ponches en sus últimos 11 juegos.

"El libro viaja rápido", dijo Farrell. "De repente está siendo atacado con algunas rectas, algunas rectas cortadas. Lo más importante es que Rafael comprensa cómo se está ejecutando el plan de ataque ajustado en su contra".

Hay señales que Devers está dándose cuenta y haciendo sus ajustes, incluyendo su doble del pasado domingo ante el relevista lanzallamas de los Orioles de Baltimore Mychal Givens. Sin embargo, su retroceso es también un recordatorio que los Medias Rojas necesitan más de Betts, Bogaerts y Ramírez en la recta final.

Pero a medida que los rivales en el Este LA se preparan para un choque final en Nueva York, el hecho de que los Medias Rojas estén en control de la división es un testimonio de lo bien que han jugado los 'Medias Rojas Bebés'.