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Jake Arrieta está recordándonos lo grande que puede ser

Jake Arrieta dominó el mes de agosto con una efectividad de 1.21 en seis aperturas lo que le permitió ganar el honor de Pitcher del Mes en la Liga Nacional. Quinn Harris/Icon Sportswire

PITTSBURGH - Hace apenas unos meses que la idea de Jake Arrieta ganando un premio esta temporada parecía estar tan lejos de suceder como los Cachorros de Chicago repitiendo como campeones de la división. Pero aquí están, a principios de septiembre, convirtiendo un déficit de 5,5 partidos en el receso por el Juego de Estrellas en una ventaja de 3,5 juegos en la división Central de la Liga Nacional, y Arrieta siendo nombrado Pitcher del Mes en agosto.

La marea ha cambiado tanto para el jugador como para el equipo en un corto período de tiempo.

"Bromeo con mis amigos, dijo Arrieta. "Les digo cómo pienso que voy a terminar la segunda mitad. No sé si lo verbalizaré a [los medios]. [Pero] estoy muy seguro".

Esa cita de Arrieta no fue el domingo después de que ganó el premio por su desempeño en agosto -la cita es del 15 de julio, después de su primera apertura de la segunda mitad. Él sabía algo que el resto de nosotros no, porque su efectividad entrando en ese juego era 4.35 y su temporada hasta ese punto apenas era merecedora de ser un digno Jugador del mes. Pero después de permitir sólo una carrera limpia en esa salida, su efectividad comenzó a mejorar constantemente. Ahora ha rebajado a 3.36 mientras Arrieta se prepara para subir al montículo en Pittsburgh el lunes por la noche entrando en un nuevo mes, el último antes de la agencia libre.

"Todavía tengo mi mejor desempeño delante de mí", indicó Arrieta en agosto.

Los Cachorros -y su agente- esperan eso, porque Arrieta no fue él mismo por mucho de la primera mitad. Lo mismo podría decirse de muchos de los Cachorros saliendo de su victoria en la Serie Mundial, pero fue Arrieta quien se quedó para conseguir un gran cheque con una temporada sólida. Dos apariciones consecutivas en los playoffs, combinadas con temporadas más cortas, disminuyeron la velocidad de Arrieta, lo que significó que tuvo que reinventarse. Según ESPN Stats & Information, su velocidad media en la bola rápida está abajo por 2.5 mph desde 2015, de 94.6 a 92.1 mph. Esa falta de vigor apareció cuando Arrieta cometió errores. Una de sus salidas más duras llegó en la carretera en Colorado el 9 de mayo, cuando duró sólo 3,2 entradas, permitiendo nueve hits y nueve carreras.

"No pensé que fuera bueno", señaló Arrieta después de ese partido. "De ningún modo. Sólo demasiados lanzamientos bateables en el centro del plato".

Aquellos lanzamientos bateables solían ser fouls o swines al aire, pero tomó tiempo para ajustarse a una bola rápida media de 92.1 mph. Su agente, Scott Boras, insistió en que todavía podría ser un lanzador de elite a esa velocidad. Pero, ¿cuándo lo veríamos? La efectividad de Arrieta después de ese juego fue de 5.35. Subió a 5.44, lo mayor en su carrera en una temporada, después de su próxima apertura.

Lentamente, ajustó, pero su actitud nunca cambió. Al igual que su equipo, la frustración nunca se estableció.

"Si entras en pánico, si estás preocupado, todavía tenemos que aparecer y jugar un partido todos los días. No hay tiempo para entrar en pánico", dijo Arrieta hacia finales de mayo.

Mientras Arrieta fue adentrándose en la temporada, más refinado se convirtió su pitcheo. Y si lo sabía, empezó a comprender lo que podía hacer para salirse con la suya mientras lanzaba a menor velocidad. Perfeccionando su estilo de pitcheo de cuerpo cruzado, le permitió encontrar más la zona de strike, desde el 48.9 por ciento del tiempo en sus primeras 16 aperturas a 52.4 por ciento en sus últimas 11. El movimiento de sus lanzamientos volvió y aunque el contacto de los bateadores aumentó al ver más strikes, él tuvo la destreza para mantener la pelota dentro del parque.

"Permitiéndome tirar la bola alta y bajarla a través de la zona de strike", explicó Arrieta entre comienzos de julio, cuando las cosas comenzaron a cambiar. "Cuando hago eso, crea dificultades al bateador".

El resultado ha sido una carrera estelar desde el 1 de julio, no sólo el descanso por el juego de Estrellas. Su efectividad de 1.69 en sus 11 aperturas en ese lapso es el más bajo en el juego, y coincidencia o no, ha prosperado desde que se separó del receptor Miguel Montero, quien lo criticó por no cuidar a los corredores. Antes de que Montero fuera negociado con los Azulejos el 3 de julio, Arrieta tuvo una efectividad de 6.56 en siete aperturas con él detrás del plato, y los corredores tuvieron 12 de 12 en intentos de robo. Arrieta tiene una efectividad de 2.43 esta temporada con el resto de los receptores de los Cachorros.
Ese progreso culminó en agosto, cuando Arrieta compiló una efectividad de 1.21 en seis aperturas.

Todo está muy lejos de cuando Arrieta estaba en su peor momento. En la primera mitad, tuvo un corte en el pulgar o el sudor en las palmas de las manos o algo no le estaba funcionando. Simplemente nunca se sintió bien.

"Buscó un territorio seco", dijo después de permitir cinco hits y cuatro carreras en una decisión perdedora contra los Dodgers el 26 de mayo. "Algo de pez rubia, tierra, pantalones. No pude encontrarlo. Intenté quitarle algo y golpee a un tipo en la espalda. Tiré una bola de curva al backstop".

"Es una sensación de impotencia cuando no se puede ejercer presión sobre la pelota y ejecutar un lanzamiento".

Siempre era algo para Arrieta hasta que simplemente se dio cuenta de las cosas. El tiempo era su amigo, no su enemigo. Y ahora está prosperando de nuevo, como lo hizo en la segunda mitad de 2015. Probablemente no habrá un Premio Cy Young esperando por él en noviembre, pero podría haber un gran contrato, ya sea con los Cachorros u otro club. Alguien paga siempre.

Si las cosas continúan para él de la manera que deben, entonces el lunes serán los Piratas quienes podrían estar pagando en la caja del bateador. Arrieta ha vuelto. Y también los Cachorros al primer lugar.

"Siempre tengo mucha confianza en lo que puedo hacer", apuntó Arrieta a finales de julio. "Si consigo la forma en que soy capaz, es difícil que estos tipos me bateen".

Arrieta ha pronunciado ese tipo de sentimientos a menudo en su carrera. Él nunca ha carecido de confianza, al igual que nunca se ha achicado ante los grandes retos. Esta situación está ayudando a los Cachorros cuando más lo necesita.