Si Canelo empató yo seré el próximo Nobel de literatura.
Que abucheen a una estrella mexicana en Las Vegas ilustra qué sucedió en la T-Mobile Arena el 16 de septiembre.
Canelo dijo que ganó entre 7 y 8 asaltos, es lo normal. Pero que la jueza Adalaide Byrd haya visto un 118-110 no tiene otro nombre que robo. Esta señora es una vergüenza. Disculpen la crudeza.
Ella nuevamente se robó el show.
No es la primera vez que Byrd hace de las suyas impartiendo (in)justicia y si alguien en la comisión de Nevada no se pone los pantalones y la saca, pues entonces seguirá haciéndolo.
Hace cuatro días escribí: "El nocaut es la única opción de victoria del kazajo. Si no te apellidas Mayweather, es imposible en Las Vegas ganarle en las tarjetas al mexicano. Si lo duda, pregúntele a Erislandy Lara".
Desgraciadamente no me equivoqué.
Con lo sucedido en el ring era casi imposible el robo, y concedieron el empate. "Ganan" todos con el negocio. Y la revancha está cantada. Más millones y más timados.
Mis respetos para Canelo. Ha crecido un mundo como boxeador y en esta contienda fue competitivo y resistió al ogro de las 160 libras. Aunque no empató. Perdió con los pantalones puestos y mostró que verdaderamente es el futuro del deporte, pero no es el presente. Y él en su yo interno debe saberlo.
La decisión dañó a GGG, pero más dañó al boxeo y al propio Canelo. Si le siguen regalando, siempre será cuestionado.
Que no me digan más que Maywather Jr. vs McGregor fue un circo. Circo es lo que acaba de suceder en Las Vegas. La gran estafa.
Las estadísticas de Compubox son claras y no dejan margen de duda.
FINAL STATS: @GGGBoxing was busier but @Canelo landed the higher percentage of power shots @HBOboxing #CaneloGGG pic.twitter.com/YvSvRQHCmh
— CompuBox (@CompuBox) 17 de septiembre de 2017
Golovkin ganó por dos o tres puntos. El jab hizo la diferencia. Canelo no pudo evitarlo. Probó la pegada del kazajo y casi siempre estuvo a la defensiva.
Una máxima del boxeo es que el retador debe ganar claro para destronar al campeón, y eso no fue lo que sucedió.
La parte positiva para el kazajo es que conservó su invicto, sus cinturones y la posibilidad de otro grandísimo cheque, ésto último algo que con ningún otro peleador podrá alcanzar.
No hay dudas, el negocio tiene que continuar...