Que el dominicano Luis Severino y Stephen Strasburg aparezcan entre los finalistas al premio Cy Young de las ligas Americana y Nacional, respectivamente, es puro formalismo.
Sin restarle méritos a los logros de Severino con los Yankees de New York y de Strasburg con los Nacionales de Washington en el 2017, las posibilidades reales que ambos tienen de llevarse el galardón son nulas, cero, inexistentes, nada.
En ambos circuitos se trata de una lucha entre dos.
En la Americana, el derecho Corey Kluber, de los Indios de Cleveland, tuvo un cierre espectacular en septiembre, cuando ganó cinco juegos sin derrota y tuvo una efectividad de 0.84, para atrapar los liderazgos en ambos departamentos, con 18 y 2.25, respectivamente, aunque el de los triunfos lo compartió con su compañero de equipo Carlos Carrasco y Jason Vargas, de los Reales de Kansas City.
Asimismo, Kluber tuvo el mejor WHIP (hits y bases por bolas por inning), con apenas 0.87, completó cinco partidos y tiró tres blanqueadas, en tanto fue segundo en ponches propinados, con 265 en 203.2 episodios.
Ese acelerón en el mes final del calendario le permitió sacarle ventaja al zurdo de los Medias Rojas de Boston Chris Sale, quien se mantuvo al frente de la carrera casi toda la campaña, pero resbaló varias veces en septiembre y eso le costó.
De todos modos, a Sale no le faltan méritos, pues sus 308 ponches, cifra máxima en ambos circuitos, es un registro tan extraordinario que desde 1999 ningún serpentinero superaba los 300 en la Liga Americana, desde que lo hizo el dominicano Pedro Martínez, también con los Medias Rojas.
El zurdo de Boston fue además líder en entradas lanzadas, con 214.1, en tanto fue segundo en triunfos (17), en efectividad (2.90) y WHIP (0.97). Pero de ahí el problema, en cada uno de esos departamentos el que lo superó fue el propio Kluber.
Para rematar, para aquellos amantes de la sabermetría, el de los Indios tuvo un WAR de 8.0, mientras Sale logró 6.0.
Así que en este caso, hay coincidencias entre tradicionalistas y sabermétricos.
El derecho de Cleveland ya ganó el Cy Young en el 2014, mientras que Sale anda en busca de su primer pergamino.
Más cerrada aún está la pelea en la Liga Nacional, entre el zurdo Clayton Kershaw, de Dodgers de Los Angeles, y el diestro Max Scherzer, de los Nacionales.
Kershaw, que ganó el premio en el 2011, 2013 y 2014, fue el máximo ganador, con 18, a pesar de perderse cuatro aperturas y tuvo la mejor efectividad del circuito, con 2.31.
En 175 capítulos, el zurdo de los Dodgers ponchó a 202 rivales, 66 menos que el líder Scherzer y su WHIP fue de 0.95, renglón que también dominó el de Washington, con 0.90.
El lanzador de los ojos de diferentes colores tuvo la segunda mejor efectividad, detrás de Kershaw, con 2.51, consiguió 16 éxitos y es de los únicos seis que han ganado el Cy Young en ambas ligas, pues lo consiguió primero en la Americana en el 2013, cuando jugaba para los Tigres de Detroit, y luego el pasado año, ya con el uniforme de los capitalinos.
Mientras las cosas en la Americana parecen inclinarse hacia Kluber, no se ve tan claro el panorama entre Scherzer y Kershaw, con estadísticas bastante parejas.
Si los votantes se van por las estadísticas tradicionales, debe ganarlo Kershaw, con sus liderazgos en victorias y efectividad, pero si son los sabermétricos los que imponen su criterio, se lo llevará Scherzer, por un WAR de 7.3 sobre 4.6 el del zurdo, aunque la inmensa mayoría de los mortales de este mundo no tengan idea de qué se esconde detrás de esas tres letras que incitan a la guerra.