Bryce Harper no estará más en D.C. después del próximo año. O tal vez sí.
En este punto, la única persona que sabe la respuesta a esa interrogante es, bueno, nadie. Harper, quien podría ser agente libre luego de la temporada 2018, podría firmar con los Yankees de Nueva York. O los Dodgers de Los Angeles. O los Cachorros de Chicago o los Filis de Filadelfia o cualquier otro equipo dispuesto a abrir su billetera y pagar por los servicios del exJMV. O podría firmar de vuelta con los Nacionales de Washington, la única franquicia que ha conocido desde que fue seleccionado en el primer turno general del sorteo de 2010.
Siempre hay oportunidad de que Harper y los Nacionales acuerden una extensión de contrato a largo plazo en algún punto entre hoy y los siguientes 11 meses, cuando expirará su actual acuerdo. Pero dado el hecho que es representado por el agente Scott Boras, quien es conocido por llevar a sus clientes a cumplir la totalidad de sus acuerdos cuando se trata de irse a la agencia libre, las probabilidades no son buenas.
Hablando de probabilidades, asumiendo que Harper llegue al mercado de agentes libres el año que viene, los Yankees son los favoritos para firmarlo. Eso de acuerdo al corredor de apuestas Geoff Johnson del portal mytopsportsbooks.com, quien coloca a Nueva York 7-3, ligeramente por encima de Washington (5-2) y además mejor que Chicago (8-1) y Filadelfia (10-1).
Con esto no queremos decir que los días de Harper en el Distrito estén contados. Dado su historial con los Nacionales, y dada la relación del equipo con Boras (cinco de los siete jugadores mejores pagados en Washington son clientes de Boras), no sería una sorpresa si el toletero de 25 años se queda jugando en D.C. De todos modos, con las reuniones invernales pautadas para comenzar la semana que viene en Orlando, Florida, el gerente de los Nacionales Mike Rizzo necesita comenzar a planificar para la posibilidad muy real de que la cara de la franquicia salga de ahí - lo que quiere decir que él necesita saber cómo aprovechar al máximo lo que podría ser el año final de Harper en la capital de la nación.
He aquí cinco cosas que Rizzo necesita lograr en esta temporada baja para poder sacarle el máximo al año final de Harper:
1. Añadir otro brazo al bullpen reconstruido. En el invierno pasado, el bullpen de los Nacionales necesitaba una renovación completa. Un año después, un pequeño retoque podría ser todo lo que se necesite. El cerrador Sean Doolittle, adquirido en la fecha límite de cambios que ayudó a que el penoso bullpen de Washington diera una vuelta de 180 grados, sigue bajo contrato. Lo mismo aplica al preparador Ryan Madson, quien llegó de Oakland en el mismo acuerdo que trajo a Doolittle. Pero los siguientes tres relevistas más importantes de los campeones divisionales del año pasado -- Matt Albers, Brandon Kintzler y Oliver Pérez -- son agentes libres. Albers tuvo el mejor año de su carrera, Kintzler logró 29 rescates y Pérez lleva 15 años de carrera, así que se espera que los tres sean relativamente caros para un relevista intermedio. Eso sin mencionar que el veterano Shawn Kelley -- quien batalló con lesiones y su propia inefectividad el año pasado - se ganará $5.5 millones la próxima temporada. Así que Rizzo tendrá que ser un comprador astuto cuando se trata de agregar uno o dos brazos para darle respiro al resto del bullpen de Washington.
2. Encontrar un quinto abridor. Liderados por el as Max Scherzer, los primeros tres abridores de los Nacionales fueron tan buenos como cualquier otro trío en el béisbol. De hecho, Scherzer, Stephen Strasburg y Gio González terminaron entre los primeros seis en la votación del Cy Young de la Liga Nacional, siendo Scherzer el ganador por segunda temporada seguida. A pesar de tener un año por debjao de lo esperado, hace apenas una temporada que el cuarto abridor Tanner Roark llegó entre los primeros 10 en la votación del Cy Young. Así que, sí, esta rotación es muy buena. Pero eso no significa que no quede trabajo por hacer. Hace dos años como novato, Joe Ross lucía como el siguiente gran lanzador de los Nacionales. Pero desde ese entonces ha tenido problemas para mantenerse saludable, lo que ha convertido el puesto de quinto abridor en una incógnita. El prospecto A.J. Cole, quien abrió ocho partidos y tuvo efectividad por debajo de 4.00 la pasada temporada, podría ser la respuesta. Como también lo podría ser el ex seleccionado en la primera ronda Erick Fedde. Pero Rizzo - quien le lanzó $210 millones a Scherzer hace un par de años, aunque la rotación ya parecía sólida - no quiere dejar asuntos a la suerte cuando se trata de su precioso grupo de cinco abridores. Así que esperen que Washington sea un jugador importante en el mercado de lanzadores.
3. Reemplazar los bates perdidos en la banca. La banca fue un gran factor en ayudar a los Nacionales a conseguir su cuarto banderín divisional en seis años. Pero el bateador emergente supremo Adam Lind, cuya opción mutua fue declinada, es agente libre. Así como también es el seleccionado en la fecha límite Howie Kendrick y el jugador del cuadro Stephen Drew, los que ayudaron a Washington a sobrevivir lesiones de jugadores clave. Wilmer Difo, quien sustituyó de forma admirable en el campocorto a Trea Turner tras sufrir la rotura de su muñeca, sigue en los alrededores, pero podría encontrarse moviéndose a la segunda base si Daniel Murphy (rodilla) no está listo en abril. En otras palabras, los Nacionales podrían necesitar nuevos refuerzos en sus reservas.
4. Extender el contrato a la otra superestrella. Anthony Rendón no es un nombre tan conocido como Harper. No le encanta ser el centro de atención como Harper. Pero muchos dicen que es tan valioso como Harper. El antesalista de 27 años terminó sexto en la votación del JMV el año pasado, y su fWAR de 6.9 fue el mejor entre todos los jugadores de la Liga Nacional. A pesar que Rendón, al igual que Harper, es representado por Boras, su personalidad discreta y su fobia a la atención se parece mucho a la de Strasburg, otro representado por Boras quien acordó una extensión de contrato a largo plazo en mayo de 2016. Restándole menos de dos años al contrato de Rendón, ahora es el momento para que Rizzo lo asegure. Si tiene éxito, sería un gran avance para garantizar que Washington siga siendo un contendiente perenne más allá de la próxima temporada - con o sin Harper.
5. Ganar la Serie Mundial. Obviamente, esto no va a poder ocurrir en los próximos 300 días. Pero eso no significa que Rizzo y los Nacionales no puedan comenzar a pensar sobre la única cosa que hará que parezca correcto si Harper decide irse a otro lado. Ellos han estado en los playoffs cuatro veces con Harper, y en las cuatro ocasiones, han sido eliminados en la Serie Divisional de la Liga Nacional a pesar de ser el mejor sembrado. Si extienden su mala racha a 0-en-5, perder a Harper encima de eso sería un gran golpe. Sin embargo, si logran ganar cuatro partidos ante los campeones de la Liga Americana el año que viene, entonces perder a Harper no se sentiría tan doloroso. Y eso podría convencerlo de volver por más.