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"Soy yucateco"

En poco tiempo, Henry Martín se ha hecho famoso: 5 goles en 5 partidos con el América. Ha caído “de pie” en Coapa, unos campos donde muchos han olfateado la gloria que se ha vuelto, de pronto, efímera e intrascendente. Los mayores peligros están por llegar para el exdelantero de los Xolos de Tijuana. La fama, las entrevistas, las distracciones, las tentaciones y todo lo que conlleva ser un protagonista dentro de un equipo de grandes tamaños pasionales y mediáticos.

LOS ANGELES, CA. – Busqué algún tipo de acento en su lenguaje. La verdad, por más que me esforzaba, no lo encontraba. “Soy yucateco”, me dijo sonriendo en esa asoleada, pero fresca tarde en el Estadio Caliente de Tijuana.

¿Yucateco? La verdad es que más que algún tipo de pronunciación u origen étnico, la única fama que distinguía a ese chico en el club es que era una buena persona y un futbolista con cualidades extraordinarias en el campo de juego. Algo en mi interior, me decía que habría más historias que contar sobre este…” yucateco”.

No hace falta demasiado para alertar -iba a decir “las rotativas” pero ya suena algo anticuado- los “trendings topics”, los “retweets” y todo ese estrafalario léxico de las redes sociales: Cinco goles en cinco fechas son suficientes, más aún cuando se hacen vestido en la camiseta de uno de los clubes más pasionales, mediáticos, queridos y odiados del futbol mexicano.

Henry Martín lo ha entendido bien en poco tiempo. No es lo mismo ser el goleador del Tijuana, que serlo en el América. Hay un abismo de diferencia, casi una profesión distinta, una responsabilidad y una presión que pronto emergerá a sus sitios más delicados y complicados.

“El secreto es sencillo”, me dijo en aquella asoleada y al mismo tiempo fresca tarde sobre el pasto artificial del Estadio Caliente en Tijuana. “Tienes que estar en el lugar correcto en el momento correcto”.

Martín lo ha hecho: ha estado en el lugar correcto a la hora correcta, pero no vestido de rojo como en aquella tarde en que charlábamos cerca de la frontera. Vestido, hoy, de amarillo, como el goleador de un equipo de carácter popular, pasional y mediático, donde sus futbolistas -sus héroes- son igualmente atesorados que perseguidos. El juego, el verdadero juego está por comenzar para Henry Martín.

Hacer goles en el futbol mexicano es una cosa. Hacerlos en el América, es otra, dicen los que más saben de esto. Y los ejemplos pululan en cada rincón de los campos de Coapa. ¿Cuántos sueños, cuántas ilusiones de pronto se perfilaban desde aquí y terminaron -como se dice coloquialmente en nuestro país- como “una llamarada de petate”?

Pero lo más complicado está por venir ahora. La entrevista en el diario. Otra más radio, un par en televisión, un comercial y el hecho de que camines por la calle y se escuche algún murmullo por ahí: “Es él, es el goleador del América”. El autógrafo, la foto, el abrazo. Todo viene incluido en el paquete, más, no hay que descartarlo, la artista que coincide con él en el “cocktail” y que busca fama a costa de un famoso y que es capaz de envolverlo en un escándalo y distraerlo. Pasa, siempre ha sido así. Un futbolista debe cuidar cada aspecto de su vida y más cuando intentas ser ser el goleador del América.

Espero que Henry Martín este preparado para lo que viene. Será más difícil que alguno de los maravillosos remates que logró el sábado en el Azteca o aquel golazo con el que debuto como americanista en Querétaro en la fecha 1. Espero que Henry Martín esté listo, que, como él mismo dice, en la cancha y lejos de ella, “este es el lugar correcto en el momento correcto”.

El inicio del delantero peninsular ha sido por demás destacado. Con los pies, con la cabeza, anticipando, devolviendo una pared o en un balón a fondo. Henry Martín ha caído “de pie” en el América. Sus cinco goles en cinco fechas del torneo han desatado cierta efervescencia en el aficionado americanista sobre lo que puede ser el futuro de este delantero mexicano, justo cuando el América se sentía casi en la obligación de buscar un delantero extranjero en el cierre de registros invernal. Martín ha encendido la esperanza de que el club y Miguel Herrera no se equivocaron cuando contrataron a un futbolista que en las últimas dos campañas había logrado seis goles con el equipo de Tijuana.

Henry Martín está hoy en una “dimensión” distinta del juego. Tendrá que acoplarse a ella, sobrevivir, seguir creciendo, aferrarse a sus ideales, mantener alerta y concentrado, porque en el América, las “bajadas” son aún peores que las “subidas”. Por ahora, la cálida sonrisa del “yucateco” no deja espacio para dudas…

@Faitelson_ESPN