ORLANDO, Florida -- El servicio nacional de pronosticadores de la temporada de Grandes Ligas alertan que el próximo verano será terrible, lleno de nubes negras, días lluviosos, constantes tormentas y descenso de la temperatura para los equipos del "Estado Soleado".
Los desalentadores pronósticos para los clubes de Florida están basados en los movimientos que han hecho los Miami Marlins y los Tampa Rays durante el descanso invernal, período que han utilizado para hacer grandes transformaciones, no necesariamente para mejorar, a sus nóminas de jugadores.
Desde que terminó la temporada del 2017-- cuando los dos conjuntos floridanos tuvieron marcas negativas por cuarto año consecutivo-- Miami y Tampa Bay han dejado escapar a sus principales estrellas, reduciendo lo que ya eran reducidas estrechas oportunidades de ganar en sus respectivas divisiones.
Mientras los Marlins cambiaron a sus jardineros regulares (Giancarlo Stanton, Marcell Ozuna y Christian Yelich) y al intermedista Dee Gordon, los Rays se deshicieron de sus mejores bateadores (el 3B Evan Longoria, el jardinero Steven Souza y el bateador designado Corey Dickerson) y el lanzador Jake Odorizzi.
En la mayoría de esos movimientos, los dos conjuntos sureños recibieron prospectos con ninguna o poca experiencia en las ligas mayores. Para variar lo que ha sido la constante en los últimos dos meses, el miércoles, los Marlins firmaron al jardinero Cameron Maybin y los Rays al guardabosque dominicano Carlos Gómez.
Maybin, quien cumplirá 31 años en abril, tiene experiencia de 11 años en Grandes Ligas y hace 10 años fue adquirido por los Marlins desde los Detroit Tigers. Gómez, de 32 años, también ha militado en el mejor béisbol del mundo por 11 años. En sentido general, el impacto de las sustraciones supera por mucho el de las adiciones, tanto en Miami como en Tampa Bay, para el verano que se avecina.
"Me sorprendió mucho que dejaron ir a Yelich, Ozuna y Stanton porque ese es uno de los mejores outfielders del juego", dijo el jardinero Bryce Harper el lunes, cuando se reportó a lo que podría ser su último año en el campamento de entrenamientos de los Washington Nationals.
"Uno se queda corto tratando de decir lo que Stanton hizo el año pasado, lo que Ozuna hizo el año pasado y lo que Yelich ha hecho en los últimos años", agregó Harper, quien para muchos deberá firmar el mayor contrato de un agente libre en la historia de Grandes Ligas, el próximo invierno.
De acuerdo a la casa de apuestas deportiva Bovada, las expectativas de los Marlins y los Rays son negativas para la temporada que comienza el 29 de marzo. Bovada proyecta que los Marlins ganarán alrededor de 64 partidos y los Rays 77, lo que implica que ambos quedarán bien lejos de la línea de .500. Si un apostador acierta a que Miami ganará la Liga Nacional, recibiría $250 dólares por cada dólar invertido en la apuesta, en tanto que la relación sería de 40-1 en el caso de los Rays.
Mientras Miami tiene de rivales divisionales en el este de la Liga Nacional a los favoritos Nacionales; los relativamente mejorados New York Mets y los modestos Atlanta Braves y Philadelphia Phillies, Tampa Bay la tiene un poco más complicada en el este de la Liga Americana, donde debe lidiar con los siempre poderosos New York Yankees y Boston Red Sox y los Baltimore Orioles y Toronto Blue Jays.
Mucho antes de que comenzaran a desmantelar sus equipos, el escritor de ESPN.com Dan Szymborski daba pocas probabilidades a Marlins y Rays en su "Proyección del Estado de las Franquicias" en noviembre. El sistema de proyecciones de Szymborski odaba a los Marlins un 11% de probabilidad de conquistar su división (contra un 65.7% del favorito Washington), mientras que Tampa Bay tenía apenas un 5.6% (Yankees tenía 58.8% y Boston 20.5%).
Desde que comenzaron a salir de sus mejores jugadores, las apuestas relacionadas a los dos equipos-- especialmente el de Miami-- giran más alrededor de la perspectiva que tienen de poder evitar 100 derrotas que del total de triunfos que conseguirán.
La franquicia de los Marlins lleva siete temporadas perdedoras consecutivas y solamente ha logrado foja ganadora en seis de sus 25 años en la liga. Aunque ganaron la Serie Mundial en 1997 y 2003, los Marlins nunca han quedado en el primer lugar de su división desde que debutaron en 1993.
Tras disfrutar del mejor tramo de su historia de 20 años de existencia, Tampa Bay, que jugó por encima de .500, logró sus cuatro avances a playoffs y su única visita a la Serie Mundial entre 2008 y 2013, lleva cuatro temporadas seguidas con récord negativo.
Derek Jeter, una de las caras más visibles de la nueva gerencia de los Marlins, ha dicho varias veces que todo lo que están haciendo ahora es un sacrificio necesario para convertir el club en un contendor a largo plazo. Miami, que gastó $117 millones de dólares en salarios a jugadores en el 2017, comenzará el 2018 con una nómina valorada en cerca de $85 millones.
Stu Sternberg, el propietario de los Rays, había anunciado desde septiembre del año pasado que habría una reducción a una nómina que anduvo por los $90 millones de dólares en el 2017. Incluyendo a Gómez, el presupuesto comprometido de Tampa Bay merodea los $73 millones.
De acuerdo a Spotrac.com, 21 de los 30 clubes comenzarán la temporada con nóminas que superan los $107 millones y el pago promedio por equipo será de $125 millones. Liderar el gasto no es una garantía absoluta de éxito en el béisbol, pero es un indicativo de lo que se puede esperar.
Por muchas razones, incluyendo las económicas, el pronóstico del béisbol vaticina nubes negras y mal tiempo para los equipos del estado soleado.