Aunque apenas estamos terminando el segundo mes de temporada y aún falta mucho béisbol por jugarse, ya hay equipos que se sabe no van para ningún lado.
Sólo se trata de terminar el calendario de 162 juegos y comenzar a prepararse para la campaña del 2019.
A menos que ocurra un milagro, conjuntos como los Orioles de Baltimore, los Vigilantes de Texas, los Medias Blancas de Chicago, los Reales de Kansas City , los Azulejos de Toronto, los Rojos de Cincinnati y los Marlins de Miami , entre otros, están fuera de toda opción.
Entonces, sus respectivas gerencias deberían comenzar a deshacerse de ciertos jugadores, muchos de ellos abocados a la agencia libre y que difícilmente podrán retener para el futuro.
Mejor soltarlos ahora para obtener algo a cambio que perderlos al final del año y quedarse con las manos vacías.
Manny Machado, Orioles
Los Orioles no deberían esperar mucho más para poner en el mercado al estelar dominicano, quien será sin dudas junto a Bryce Harper, uno de los dos agentes libres más cotizados en el invierno.
Baltimore está en el sótano del Este en la Liga Americana, a diferencia de los Nacionales de Washington, en la pelea por un boleto a la postemporada en la Nacional, por lo que Harper no es negociable, a menos que se produzca un colapso de proporciones catastróficas en el equipo de la capital.
Machado está envuelto en la mejor campaña de su carrera y aporta además la capacidad de jugar el campocorto y la antesala con una defensa de 'nivel Dios'.
Los Dodgers de Los Ángeles, que finalmente han comenzado a recuperar terreno en una división bastante abierta, requieren más que nadie de sus servicios, tras la pérdida por toda la campaña de Corey Seager y la endémica falta de producción ofensiva del equipo.
Cole Hamels, Vigilantes; J.A. Happ, Azulejos
Entre las piezas más necesitadas por cada equipo con aspiraciones de ir a los playoffs están los lanzadores abridores.
Dos zurdos estelares podrían hacer sus maletas e irse a brindar su aporte a otras tierras: Hamels y Happ, pues sus respectivos equipos tampoco van a pasar más allá del 30 de septiembre, fecha final del calendario regular.
Hamels, de 34 años, tiene en su contrato una opción del equipo para el 2019, que de activarla le garantizaría 20 millones de dólares de salario, demasiado dinero para una franquicia que necesita sangre joven para renovar un roster que se ha envejecido.
Un serpentinero con vasta experiencia en postemporadas, que incluso fue Jugador Más Valioso en la Serie Mundial del 2008 con los Filis de Filadelfia, es una pieza por la cual se puede obtener material valioso en un canje ahora.
Los Yankees de Nueva York necesitan reforzar su cuerpo de abridores si pretenden avanzar a la Serie Mundial y este zurdo les vendría como anillo al dedo.
Happ, por su parte, es un año mayor que Hamels y también formó parte de los Filis campeones del 2008.
El zurdo de los Azulejos está como el vino, mientras más viejo, mejor, viviendo sus mejores años, con 37 de sus 99 victorias en Grandes Ligas desde el 2016 hacia acá.
Regresar a Filadelfia no sería una mala opción para reforzar el cuerpo de serpentineros que encabeza el veterano Jake Arrieta.
Mike Moustakas, Reales
Si alguien necesita un antesalista probado y de poder, busca en Kansas City. Moustakas está de más en los Reales, con los que firmó por una campaña y poco más de seis millones de dólares tras fracasar en conseguir un pacto multianual en la agencia libre el pasado invierno.
Moustakas podría ser de gran ayuda para los Medias Rojas de Boston, que tendrían que ceder en el canje al jovencito dominicano Rafael Devers, quien ofensivamente ha quedado por debajo de las expectativas y defensivamente califica como el antesalista más deficiente de la Liga Americana, con ocho errores y promedio de .924.
José Abreu, Medias Blancas
Y aunque todavía le falta un año más antes de llegar a la agencia libre, el cubano es un desperdicio de talento en los Chicago White Sox.
Abreu irá a su último año de arbitraje salarial, donde debe subir su sueldo hasta unos 20 millones.
Teniendo en cuenta que los Medias Blancas están en reconstrucción con peloteros muy jóvenes, el cubano, de 31 años, no tiene una edad en concordancia con ese proceso.
Su poderoso y consistente bate vendría muy bien para Nueva York, que ha tenido todo un comité en la primera base, entre Greg Bird, Tyler Austin y Neil Walker.