El zurdo Clayton Kershaw tiene ahora poco menos de una semana para decidir si sigue por los próximos dos años con los Dodgers de Los Angeles o si se sale del contrato que todavía le garantizaría 70 millones de dólares para su bolsillo en el 2019 y 2020.
Luego de perder el último juego de la Serie Mundial, Kershaw podría irse a la agencia libre y conseguir un nuevo pacto con el mejor postor que le garantice no sólo más dinero, sino más tiempo de trabajo.
Esta no es una decisión que se toma a la ligera y lo más seguro es que sus representantes hayan tanteado el mercado por debajo de la mesa para aconsejar al zurdo el mejor paso que dar.
Con la escasez de serpentineros estelares que saldrán este invierno a la agencia libre, podría no ser tan difícil para Kershaw superar los 70 millones que le adeudan todavía los Dodgers.
"No he tomado una decisión aún. Tenemos tres días para hablar, entre nosotros y los Dodgers, para ver qué sucede. Y luego partiremos de ahí", expresó a los medios el zurdo, tras la derrota del domingo.
"Ahora tengo tres días para pensar acerca de todo esto antes de concretar algo. Serán tres días bien ajetreados para mí", agregó.
A sus 30 años de edad, no suena tan descabellado un nuevo acuerdo por entre 80 y 100 millones y cinco temporadas, a pesar de que viene de la campaña más pobre de sus últimas nueve, con récord de 9-5 en 26 aperturas, luego de perderse tiempo de juego por una lesión.
Kershaw ya no es el mismo que entre el 2011 y 2014 ganó tres premios Cy Young y quedó segundo en la votación en otra ocasión.
La recta le ha perdido unas cuantas millas por hora de velocidad y su cifra de ponches (155) es la menor desde que abanicó a 100 en su año de novato.
Pero ello no quiere decir que haya entrado ya en su declive, aunque está a las puertas de ello.
El zurdo está en una meseta de rendimiento que puede durarle tres, cuatro campañas más, en dependencia de su salud.
Esa es la palabra clave para el estelar serpentinero, tal vez el más talentoso de su generación: salud.
Hay que tener en cuenta que en el 2018 solamente pudo realizar 26 aperturas y por tercer año seguido y cuarto en los últimos cinco no consiguió 30 juegos iniciados.
Pero si consigue mantenerse entre las 25 y las 29 aperturas, con una efectividad habitual por debajo de tres carreras limpias por cada nueve entradas de actuación, estará justificando el salario, ya sea el de los Dodgers, si decide seguir en el contrato, o el que logre pactar si se va a la agencia libre.
Salirse del contrato parece bastante probable e incluso lógico, por su valor en el mercado.
Lo que podría suceder es que se salga del acuerdo y vuelva a firmar, como agente libre, con los Dodgers.
Dinero le sobra a la franquicia de Los Angeles y sus ejecutivos han demostrado no tener el codo duro cuando de gastar plata se trata, aunque hasta ahora sus inversiones no les hayan dado los resultados esperados.
También está la opción de completar sus dos temporadas pendientes con los Dodgers y salir al mercado con 32 años.
Su valor para entonces debería ser menor, pero ya tiene 70 millones del lado de acá y todo lo que consiga a partir de entonces es ganancia.
O tal vez el lanzador decida cambiar de aires, en busca del anillo que le ha sido esquivo en estos 11 años en Los Angeles.
Por cierto, Brian Cashman, el gerente general de los Yankees de Nueva York, dijo que la prioridad del equipo en el invierno era reforzar el pitcheo.
¿Qué tal Clayton Kershaw en uniforme de rayas?