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Anfield: lecciones de vida...

“Nunca caminarás solo”, reza el eslogan del mítico equipo de casa. La noche terminó siendo una “tormenta perfecta”. El Liverpool ha logrado una auténtica epopeya futbolística y el Barcelona ha transitado por la que puede ser la peor noche de su historia. Al mismo tiempo, entre el cántico imponente de Anfield, aparecieron varias lecciones de vida que es capaz de emanar una cancha de futbol.

SAN DIEGO, California.- Hay, también, varias lecciones de vida en el acontecimiento futbolístico de esta noche en Anfield. La primera, que casi siempre emana del futbol y del deporte: creer, conservar la fe y la esperanza a pesar de la adversidad. Y la segunda, que no basta con la clase, hay que tener siempre una cuota de espíritu, de alma, de entrega…

El Barcelona asumió la que ya se cataloga como la peor noche de su rica historia futbolística y el Liverpool tuvo una jornada de equipo “grande” que le ha valido con el sorprendente boleto para la final de la Liga de Campeones de Europa. Alrededor del suceso, glorioso para uno y bochornoso e hiriente para el otro, hay varios factores para tomar en cuenta. Lo que queda claro es que, al final, el futbol premió a quien realmente tuvo los mayores merecimientos para avanzar a la cita del primero de junio en Madrid.

La primera lección que debemos tomar en cuenta es la motivación que el Liverpool encontró para mantenerse “vivo” en el juego. Hay que darle crédito al entrenador alemán Jürgen Klopp. Su equipo salió a jugar al futbol y a buscar la hazaña desde el “minuto cero”, a pesar de que tenía enfrente un 0-3, al Barcelona, a Messi y no contaba a sus dos mejores delanteros --Salah y Firmino-- apartados por lesiones. El Liverpool no se rindió nunca. Ellos --sus futbolistas creyeron la hazaña-- y sus aficionados jamás dejaron de cantar y alentar. En esa comunión, se firmó uno de las grandes epopeyas en la historia del mítico club rojo, del futbol inglés y del futbol de la Champions.

La noche más “negra” del Barcelona tiene otra lección para subrayar. La clase es muy importante en el futbol. La tiene el Barcelona y la tiene Messi, pero siempre a una cuota de calidad hay que agregar otra de entrega, sacrificio, lucha, alma, personalidad. El Liverpool corrió hoy 7 kilómetros más que el Barcelona. Y los últimos 15 minutos, cuando había que buscar un gol milagrosos, el Barcelona seguía en “shock” paseando el balón de un lado al otro sin encontrar nada. El Barcelona fue un equipo impersonal en Anfield.

La hazaña de uno es el dolor del otro. El futbol suspira por jornadas como estas, donde uno saca lo mejor y el otro se asoma con lo peor. Eso también es parte de la vida.

@Faitelson_ESPN