El segundo choque de la temporada entre los estelares lanzadores Max Sxcherzer y Jacob deGrom no está cargado de la magia y las expectativas que tuvo el primero, pero eso no significa que no sea uno de los eventos más atractivos de la cartelera deportiva del miércoles en Estados Unidos.
"Nunca segundas partes fueron buenas" escribió el genial Miguel De Cervantes en su "Segunda parte del ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha". La frase, acuñada como axioma, primero en la literatura y luego en el cine, básicamente ha sido enterrada por la tendencia moderna de escribir y filmar historias en series, y en realidad nunca ha tenido mucha credibilidad en el deporte, especialmente en el béisbol.
Boston Red Sox y New York Yankees han jugado más de 2,200 encuentros y siempre hay magia en el ambiente cuando se reencuentran, y algo parecido se podría argumentar de los choques entre Los Angeles Dodgers y San Francisco Giants, Chicago Cubs ante St. Louis Cardinals, entre otros. Es poco probable que un clásico entre Barcelona y Real Madrid pase sin pena ni gloria para los aficionados del balompié.
La barrida 4-0 de los los Warriors de Golden State sobre los Trail Blazers de Portland en la final de la Conferencia Oeste dentro de los playoffs de la NBA, borró del calendario un hipotético gran juego 5 en Oakland para esta noche; la Final de la Copa Stanley del hockey sobre hielo (NHL), entre St. Louis Blues y Boston Bruins, no arrancará hasta el lunes, y el fútbol americano (NFL) está en su etapa de descanso.
Esto deja la pista abierta para las Grandes Ligas, cuyo calendario de 16 partidos del miércoles incluye el segundo de la serie de cuatro juegos entre los Washington Nationals y los New York Mets en el Citi Field de Queens, con Scherzer y deGrom programados para medirse por primera vez desde el día inaugural de la temporada.
El primer encuentro fue grandioso y hasta tuvo ribetes históricos. Nueva York venció 2-0 a Washington ante 42.263 aficionados en la apertura de la temporada el 28 de marzo en el Nationals Park. Mientras deGrom ponchó 10 en seis innings para quedarse con el triunfo, Scherzer abanicó 12 en 7.2 entradas y permitió jonrón en el primer turno de Robinson Canó con los Mets.
Fue la cuarta vez en la historia que el ganador del premio Cy Young (deGrom) enfrentaba al segundo lugar (Scherzer) en el día inaugural del año siguiente. Pero además, con deGrom, el ganador del 2018, y Scherzer, quien obtuvo el galardón en 2016 y 2017, fue la segunda vez que los últimos dos ganadores del Cy Young se enfrentaban en un choque de apertura.
También sucedió en 1974, cuando el derecho Tom Seaver, de los Mets, se midió al zurdo Steve Carlton, de Philadelphia Phillies.
Irónicamente, Scherzer, un triple ganador del Cy Young y futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, y deGrom, uno de los lanzadores más dominantes del béisbol desde que debutó hace seis años, no pasan por un gran momento e, incluso, corren el riesgo de tener los peores desempeños desde que se establcieron como estelares.
Scherzer tiene foja de 2-5 y su efectividad de 3.72 es la más alta que ha tenido desde el 2012, aunque es el líder de ponches (87) y su promedio de 1.9 boletos por ponche, es su mejor de los últimos cuatro años, en sus primeras 10 aperturas.
El flaco de los Mets tiene marca de 3-5 y 3.98 en nueve salidas. Aunque sigue ponchando (67K en 52.0 IL) ha permitido 8.1 hits por cada nueve entradas (6.3 el año pasado) y siete jonrones (le baetaron 10 en 217 innings en 2018). Su efectividad del 2019 dobla el asombroso promedio de .170 del año pasado.
Scherzer tiene 1-1, 3.86 , 19 ponches y apenas tres boletos en 14.0 entradas en dos aperturas contra los Mets, en tanto que deGrom no ha vuelto a enfrentar a Washington desde el día inaugural. El segundo choque del año de dos de los mejores lanzadores derechos de las Grandes Ligas tendrá su "cachet" y, podríamos decir, que en este caso, una segunda parte sí tiene perspectiva de ser buena.
En el caso de los equipos de Scherzer y deGrom, que fueron señalados para pelear por el primer lugar en la División Este de la Liga Nacional, van exactamente por la misma ruta qus pitchers estelares. Nueva York (22-25) y Washington (19-26) van en tercer y cuarto puesto, respectivamente, solo por encima de los Miami Marlins (14-31), el peor equipo de las ligas mayores.
Fue una barrida de los Marlins a los Mets en el fin de semana que impulsó las especulaciones de que el manager niuyorkino Mickey Callaway podría ser despedido. Algo parecido ocurre desde hace varias semanas con el puertorriqueño Dave Martínez, de los Nacionales.