<
>

Houston, tenemos problemas...

México tiene una prueba máxima en la Copa Oro cuando juegue prematuramente --en cuartos de final-- ante Costa Rica. El juego será mucho más cerrado y complejo de lo que todos imaginan. Es un Clásico y los dos no pueden permitirse una derrota sin que sea considerado un gran fracaso. La primera prueba del ‘Tata’ y también la de Matosas, cuya era en Costa Rica ha comenzado en medio de opiniones divididas.

CIUDAD DE MÉXICO -- Acabemos pronto con la polémica. Ni México es verdugo ni Costa Rica es víctima. Es un viejo Clásico del área futbolística que luce muy parejo y complicado para ambos.

México saldrá como favorito este sábado en Houston, pero nadie debe ni puede descartar un triunfo centroamericano. México sería tan candidato para ganar si el juego fuera en el Estadio Azteca como lo sería Costa Rica si el encuentro se jugara en San José. Los dos se conocen bien, saben de sus virtudes y defectos y entienden que hay demasiado honor y lustre por ganar el partido. Quedarse fuera de semifinales sería un fracaso para ambos. Y, sin embargo, por la propia historia de la Copa Oro el más perjudicado en caso de darse un resultado como ese, sería la Selección Mexicana.

El equipo de Gerardo Martino debe estar consciente de que necesita elevar su nivel --o el que mostró ante Canadá y Martinica-- si es que pretende tener una jornada triunfal. Hasta ahora, el nivel de exigencia del torneo no colabora para entender el verdadero alcance de esta selección. Todos sabemos que puede jugar mejor. Es momento de hacerlo.

Costa Rica sabe que tiene una maravillosa oportunidad de revertir las críticas negativas que han surgido en el inicio de la era de Gustavo Matosas. ¿Qué mejor que hacerlo ante México? ¿Qué mejor que lograrlo en un escenario donde nunca han podido alcanzar el éxito? Es un juego para ganarse, dijo Matosas durante la semana al ser increpado por el periodismo mexicano que lo conoce muy bien.

El único premio que otorga esta Copa Oro para México es su confirmación como el equipo más poderoso del área. La selección mexicana debe marcar el terreno de la CONCACAF y enviar un mensaje contundente de su supremacía de cara, sobre todo, a la eliminatoria mundialista que comenzará a finales del próximo año. Jugar bien, ganar bajo presión, ante un rival con el que existe una larga y añeja historia particular y encontrar una forma de jugar que pueda servirle en retos futuros. Con eso debe ser suficiente para motivar a un cuadro mexicano a ser mejor de lo que ha sido en el certamen.

Qué me gustaría ver de México? A Héctor Moreno en la central ya recuperado de sus males. A los dos laterales –‘Chaka’ Rodríguez y Jesús Gallardo. Los avances de Edson Álvarez que parece destinado a jugar muy pronto en un nivel mayor del juego y una línea de ataque con Pizarro --empieza como titular-- Uriel Antuna, el gran descubrimiento de esta Copa y el goleador Raúl Jiménez. Veremos a México con la pelota en los pies ante un equipo que hace transiciones rápidas y que será poderosamente peligroso en el contraataque que puedan encabezar Joel Campbell y Bryan Ruiz.

Ni México es verdugo ni Costa Rica es víctima. Será un partido duro en el mediocampo y creo que con pocas opciones de gol. Ganar, es fundamental y valioso para ambos, de ahí que la jornada promete.

@Faitelson_ESPN