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Hora de sonar la alarma en Nueva York

De manera colectiva, la rotación abridora de Yankees presume efectividad de 18.34. AP

A pesar de su cómoda ventaja en el Este de la Liga Americana, los New York Yankees deberían desde ya encender las alarmas, si quieren ganar su vigesimoctava corona de Series Mundiales.

Con el pitcheo abridor con que cuentan actualmente les será muy difícil avanzar profundo en la postemporada, con todo el carretón de leña que han repartido sus bateadores a lo largo de la contienda, a pesar de las tantas lesiones y ausencias de muchos de sus estelares.

Cuando ya pasamos de los primeros 100 juegos de la larga campaña de 162, los iniciadores de los Yankees empiezan a evidenciar el cansancio y esta semana ha sido una muestra fehaciente de ello.

Lo de los últimos días roza con la catástrofe. En sus más recientes aperturas, los cinco miembros de la rotación (James Paxton, C.C. Sabathia, Domingo Germán, J.A. Happ y Masahiro Tanaka), han permitido 40 carreras, 36 de ellas limpias, en apenas 17 entradas y dos tercios, para una efectividad colectiva de 18.34.

Sólo Sabathia logró completar cuatro episodios, mientras que el dominicano Germán trabajó 3.2. Los otros tres nada más llegaron a tres y un tercio.

Todos ellos promedian para una efectividad superior a las cuatro limpias por cada nueve episodios y cada día se hace más evidente la necesidad de tener un as para encarar lo que queda del calendario regular y los playoffs.

La gerencia ha sido demasiado cauta (por no decir tacaña) a la hora de soltar prospectos y jugadores jóvenes ya probados en las Mayores, como Clint Frazier y Thairo Estrada, pero el tiempo se está agotando y es momento de tomar decisiones drásticas, como la que en su momento asumieron los Chicago Cubs en 2016, que entregaron a su más prometedor jugador, el venezolano Gleyber Torres, por el cerrador cubano Aroldis Chapman, que era la pieza que le faltaba para romper una sequía de 108 años sin saborear las mieles del triunfo.

No es que las opciones abunden, pues los rumores que en algún momento apuntaban a Max Scherzer o Trevor Bauer se desvanecieron automáticamente, cuando los Washington Nationals y los Cleveland Indians se metieron de nuevo en la pelea por la postemporada.

El zurdo Madison Bumgarner tiene a Nueva York en la lista de equipos bloqueados para cualquier canje y Marcus Stroman parece que recibirá una extensión de los Toronto Blue Jays, en lugar de cambiarlo, aunque de todos modos, el serpentinero derecho está lejos de ser ese as.

Tampoco entra en esa categoría el zurdo Matthew Boyd, de los Detroit Tigers, mientras que el más ajustado a esa condición es el diestro Noah Syndergaard (7-5, 4.33), pero desde el 2 de mayo hasta la fecha tiene récord de 6-2 y efectividad de 3.60 en 92.2 capítulos, con 87 ponches y 26 boletos.

Ah, eso sí, hay que soltar prenda para conseguir al derecho supersónico de larga cabellera rubia, pero los Yankees tienen la suficiente profundidad para hacer una transacción que si bien no garantiza nada al ciento por ciento, aumenta las posibilidades de levantar el trofeo en octubre.

Lo peor es que el límite para los canjes, esta vez, de verdad es el 31 de julio, sin el período de agosto de la lista de waivers de años anteriores.

Más arriesgado es apostar porque la ayuda salvadora llegue desde dentro, cuando se reincorpore el dominicano Luis Severino.

Ya el quisqueyano recibió el visto bueno de los médicos para comenzar sus sesiones de bullpen, pero a decir del gerente general Brian Cashman, no será hasta un mínimo de seis semanas que estará disponible para regresar y las condiciones en que reaparecerá son una caja de sorpresas.

Quizás para entonces, sea demasiado tarde y toda la hazaña del equipo de sobreponerse contra viento y marea a tantas y tantas lesiones, habría sido en vano.