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Cansancio acumulado

El equipo de México, bajo la dirección de Nolan Richardson, ha tratado de imponer un sistema defensivo de presión por todo el tabloncillo, con dobles marcas constantes sobre el porta balón durante los 40 minutos de acción, complementado por un ataque veloz y de campo abierto, a pesar de que su personal es casi el mismo con el que en años anteriores procuraban no arriesgar tanto en defensa y jugar ofensivas controladas, a media cancha.

El nuevo sistema solamente les ha servido para sorprender a Puerto Rico en el debut, pero luego ha parecido que los rivales han podido descifrar y anular este estilo de juego, por lo que han acumulado tres derrotas consecutivas ante Panamá, Argentina y Uruguay. Pero no traten de convencer a Richardson de que el personal con el que cuenta no es el idóneo para fomentar sus famosos "40 minutos de infierno" Como argumento, el técnico nos señala que con este sistema ganaron 19 partidos de preparación y el primero de este torneo, por lo que consiguieron 20 victorias al hilo.

Richardson tiene una explicación mas lógica para el bajón competitivo que ha sufrido su equipo, lo que el llama "cansancio acumulado". Nos contaba el entrenador que una gran cantidad de esos partidos amistosos los disputaron contra equipos profesionales de su propia liga, viajando por toda la República mexicana, en periplos de hasta 12 horas en autobús. La razón es que la Federación quería llevar a su selección a distintas plazas importantes para poder levantar fondos suficientes para cubrir los gastos en los que había que incurrir para participar en este certamen.

El resultado es que los jugadores se encuentran sobrecargados y se quedan sin nafta en la etapa final de los juegos.