El derecho Zack Greinke, quien alcanzó las 200 victorias el domingo contra los Oakland Athletics, y el zurdo CC Sabathia, quien superó los 250 triunfos y 3,000 ponches más temprano en la temporada, pueden ser agregados a la breve lista de lanzadores activos que deberían ir ensayando desde ahora sus discursos para una eventual ceremonia en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Los otros miembros de ese exclusivo grupo son el zurdo Clayton Kershaw, de los Los Angeles Dodgers, y los derechos Max Scherzer, de los Washington Nationals, y Justin Verlander, de los Houston Astros.
Greinke, de 35 años de edad y 16 temporadas en las Grandes Ligas, ha lucido como un abridor caballo, poniendo foja de 13-4 y efectividad de 2.84 en 26 salidas con los Arizona Diamondbacks y los Astros. El seis veces Todos Estrellas y Cy Young de la Liga Americana del 2009 tiene 3-0, efectividad de 2.37 y 14 ponches en 19.0 entradas en sus primeras tres aperturas con los líderes de la División Oeste de la Liga Americana.
Greinke (200-122, 3.35, 2,584 ponches, 2,828 innings), a quien restan dos años en su actual contrato, es el lanzador #32 de la historia con 200 victorias y 2,500 ponches. Tendrá la oportunidad de alcanzar los tres mil ponches y las tres mil entradas laboradas con su contrato vigente.
Sabathia, quien anunció que se retirará al final de esta temporada, permitió cuatro carreras en tres episodios ante los Cleveland Indians en su regreso de la lista de lesionados. El zurdo de 39 años de edad y 19 temporadas en las ligas mayores, tiene marca de 5-7 y efectividad de 5.01 con los New York Yankees en su última campaña.
Pero Sabathia (251-160, 3.73, 3,073 ponches, 3,563 innings) se convirtió esta temporada en apenas el tercer zurdo de la historia con tres mil ponches, cifra qué agregada a sus cinco convocatorias al Juego de Estrellas, su premio Cy Young de la Liga Americana del 2007 (ha estado cinco veces entre los cinco más votados al galardón) le dan la categoría de "caballo, caballo" monticular de su era.
El proceso que lleva a un pelotero con una gran carrera al Salón de la Fama no es una ciencia exacta. Entre los más de 19,600 peloteros que pasaron por las ligas mayores desde que fue fundada la Liga Nacional en 1876, apenas 232 tienen placas en Cooperstown. Incluyendo siete que fueron electos por sus desempeños en las Ligas Negras, solamente 83 lanzadores están en el Salón de la Fama.
Mike Mussina, quien ganó 270 partidos, recibió la bendición de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) este año, en su sexta aparición en la boleta. Así de difícil ha sido el asunto. Además de Greinke y Sabathia, los otros activos con luz verde para comprar el traje de sus futuras exaltaciones son:
Kershaw (165-71, 2.41, 2,416 K, 2,233 IL): Ocho elecciones al Juego de Estrellas, tres premios Cy Young, siete veces entre los cinco más votados para el galardón, un Jugador Más Valioso y cinco lideratos de efectividad en 12 años con los Dodgers.
Scherzer (168-87, 3.17, 2,638 K, 2,252 IL): Siete Juegos de Estrellas, tres premios Cy Young (dos en la Liga Nacional y uno en la Liga Americana) y seis veces entre los cinco más votados al premio en 12 años con Arizona Diamonbacks, Detroit Tigers y Washington Nationals.
Verlander (219-127, 3.36, 2,934 K, 2,928.2 IL): Ocho Juegos de Estrellas, Cy Young y Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2011, siete veces entre cinco más votados al Cy Young, Novato del Año.
EN LA FRONTERA: El abridor venezolano Félix Hernández y el cerrador cubano Aroldis Chapman se encuentran en el grupo más amplio de lanzadores que ya hicieron lo suficiente como para comenzar a soñar con una placa en el Salón de la Fama, pero qué por diferentes razones, aún tienen tareas pendientes. Un grupo que, más o menos, también integran Madison Bumgarner, Corey Kluber, Jon Lester y Chris Sale, entre otros.
Hernández, quien ha pasado toda su carrera de 15 años en Grandes Ligas con los Seattle Mariners, posee marca general de 169-132, efectividad de 3.38 y 2,501 ponches en 2,696 entradas. "King Félix" ha sido electo a seis Juegos de Estrellas, ganó el Cy Young de la Liga Americana en 2010 y en cuatro ocasiones ha quedado entre los primeros cinco por el premio.
Salvo raras excepciones, proyectar una carrera de Salón de la Fama para un relevista es una de las cosas más impredecibles. Solamente ocho relevistas, incluyendo al gran panameño Mariano Rivera, y a Lee Smith, quienes entraron este año, son miembros del Salón de la Fama de Cooperstown.
Pero si hay un relevista que cumple con los parámetros para considerarse que lleva buen camino para encontrar la olla de oro al final del arcoíris en la villa Cooperstown, ese es Chapman, quien tiene 271 salvamentos, efectividad de 2.25 y 14.8 ponches por cada nueve entradas en su carrera. El norteamericano Craig Kimbrel (2.01 y 14.6 K/9IL) tiene cifras muy parecidas en más o menos el mismo tiempo.
La diferencia entre ambos es que mientras Kimbrel no pasa exactamente por un momento que augure que mantendrá su forma de los 10 años anteriores, el zurdo de los Yankees está lanzando la recta a 103 millas por hora, tiene efectividad de 2.36 y ha ponchado a 13 bateadores por cada nueve innings en el 2019, un indicativo de que aún puede agregar varios años de gran dominio a su carrera, y, por lo tanto, mejorar sus probabilidades de unirse a Rivera.