Los futbolistas mexicanos regresan a la Liga MX o van a la MLS por contratos mucho más atractivos que los que disfrutaban en el futbol europeo. La cuestión es: ¿No es esa una señal equivocada o quizá una peligrosa zona de confort, bienestar o mediocridad? No todos los casos se parecen o son iguales, pero la realidad es que, a diferencia de futbolistas de otras nacionalidades, los mexicanos tienen 'la bendición' de contar con un mercado y una industria vibrante y pujante que les otorga siempre la opción de volver a la comodidad de la casa…
SAN DIEGO, California -- Tendría que ser una 'bendición', aunque podría transformarse en un estado de comodidad, de conformismo y hasta de mediocridad.
Creo que hay un mensaje equivocado en todo este asunto. Todos los futbolistas mexicanos han regresado a la Liga MX -o bien a la MLS-, tras probar fortuna en un futbol de mayor nivel competitivo, lo hacen con un mejor contrato al que están devengando en el futbol de Europa.
Ocurrió en su momento con Carlos Vela y con Giovani dos Santos en la MLS y con Carlos Salcedo, Miguel Layún y más recientemente con Guillermo Ochoa y el propio Gio en la Liga MX. Hay mejores salarios para ellos que lo que perciben en Europa.
En teoría, ello no debería ser así, pero el mercado o la industria del futbol en México opera de esa forma y envía un mensaje, muchas veces, erróneo para el jugador. Si la aventura en el nivel más desarrollado del juego flaquea o de plano se desmorona, habrá más dinero por jugar al futbol en México o en los Estados Unidos. No sucede lo mismo en el caso de los futbolistas sudamericanos -brasileños, colombianos, argentinos, uruguayos- que saben que su única opción para mantener un nivel de sueldo es el lejano oriente o el golfo pérsico, ligas a donde generalmente se llega con avanzada edad y tras adquirir cierta categoría en el juego.
La culpa -si es que existe- no está en los futbolistas mexicanos. Aprovecharse de esa situación, es otra historia. La realidad es que el mercado mexicano consume y genera esa economía. El América no le está pagando a Ochoa -sin mencionar cifras por temas de inseguridad- lo que le está pagando sin tener la certeza de que puede recuperar lo invertido. Lo mismo ocurrió en las repatriaciones de Salcedo y de Layún y con la que está próxima de Diego Reyes.
El futbolista mexicano que va a Europa sabe que si algo se complica -en la cancha o fuera de ella- siempre estará el 'salvavidas' de la Liga MX o de la MLS, donde los mercados establecen grandes salarios a su vuelta -exitosa o no- del futbol europeo.
Tendría que ser, quizá, una 'bendición', pero también es una franca invitación a meterse en una zona de confort, de comodidad y hasta de mediocridad.