Cuando caiga el último out de la Serie Mundial, Aroldis Chapman y J.D. Martinez deberán tomar una difícil decisión.
O siguen en los New York Yankees y los Boston Red Sox, respectivamente, o se salen de sus contratos y vuelven a probar suerte en el mercado de agentes libres.
Julio Daniel Martínez firmó en el 2018 un contrato por cinco campañas y 110 millones de dólares con los Medias Rojas, que incluye una cláusula que le permite salirse después del segundo año y tantear nuevamente la agencia libre.
De hacerlo, dejaría sobre la mesa 62 millones 453 mil dólares y quién sabe si consigue un pacto de alrededor de 100 millones, pero ya con 47 millones y medio del acuerdo original en su bolsillo.
J.D. fue factor fundamental en la conquista de Boston de la Serie Mundial del 2018 y a fuerza de trabajo duro, se ha convertido en uno de los mejores bateadores derechos de todo el béisbol, encaminándose a su tercera temporada consecutiva y cuarta de las últimas cinco con más de 30 jonrones y 100 carreras impulsadas.
A punto de completar su segunda campaña con los Medias Rojas, tiene con este uniforme 77 bambinazos y 223 remolcadas, con average de .322, slugging de .607 y OPS de 1.002 en 277 partidos, hasta el miércoles 4 de septiembre.
Acaba de cumplir 32 años y aunque su producción ofensiva no da señales de que vaya a caer en el futuro inmediato, es probable que se mantenga en Boston y lleve su contrato hasta el final.
En su contra está el escaso mercado para sus servicios, a menos que de repente, la Liga Nacional adopte la figura del bateador designado.
Su defensa no es precisamente su punto fuerte y por ahora, donde único tiene vida es en el joven circuito.
Pero basta con mirar a los equipos de la Americana para ver que muy pocos o ninguno, estaría necesitado de vida o muerte de obtener sus servicios.
Entre los contendientes reales, los New York Yankees planean usar a Giancarlo Stanton como DH en el 2020 y si no estuviera saludable, tienen otras opciones más baratas, toda vez que sus prioridades en el mercado de invierno serán pitcheo y más pitcheo.
Los Cleveland Indians acaban de conseguir en canje con los San Diego Padres al dominicano Franmil Reyes, bajo control del equipo por varios años, mientras que los Minnesota Twins cuentan con el también quisqueyano Nelson Cruz, sobre el cual tienen una opción por una temporada y 12 millones de dólares.
Los Houston Astros, el equipo que lo escogió en la vigésima ronda de la selección amateur del 2009, acaba de ganarse la lotería con el cubano Yordan Alvarez y difícilmente Martínez aceptaría regresar a donde lo desecharon en el 2014 por no verle mucho futuro.
Los Oakland Athletics han sido históricamente duros de codos y J.D. no encaja en el modelo de negocios de Billy Beane y lo mismo ocurre con los Tampa Bay Rays, cuyas finanzas los obliga a ser una fábrica perenne de desarrollo de prospectos.
Los Baltimore Orioles, los Kansas City Royals, los Seattle Mariners, los Toronto Blue Jays y los Detroit Tigers están en diferentes fases de reconstrucción y no será en torno a un bateador designado que armen un equipo, mientras que los Chicago White Sox están enfocados en retener a Jose Abreu, el líder dentro del clubhouse y quien ha gritado a los cuatro vientos su deseo de seguir ahí hasta el final de su carrera.
Los Angeles Angels tienen a Albert Pujols y a Shohei Ohtani para combinarse como DH y los Texas Rangers tienen prioridades más importantes que un bateador.
Además, cuando J.D. salió al mercado hace dos años pasó por un proceso angustioso para conseguir trabajo, que duró casi todo el invierno y apenas logró firmar el 26 de febrero, cuando ya habían abierto los campos de entrenamientos.
Chapman, sí, pero no
El que sí es más probable que se salga de su contrato es el cubano Aroldis Chapman, hoy por hoy el mejor cerrador de todo el béisbol.
Después de ganar la Serie Mundial del 2016 con los Chicago Cubs, Chapman regresó a los Yankees con un contrato de cinco campañas y 86 millones, que lo convirtieron en el relevista mejor pagado de la historia.
Si el zurdo lanzallamas sale al mercado serán muchos los equipos que se peleen por conseguir sus servicios.
Y aunque el cubano desmintió hace un mes rumores de que planeaba salirse del pacto e insistió en que quería seguir con los Yankees, tiene mucha lógica, desde el punto de vista económico para él, romper su actual acuerdo. Sin embargo, eso no significa que se vaya de Nueva York, donde está a punto de conseguir su primera temporada con más de 40 salvamentos.
Da la impresión que su caso será similar al del también zurdo Clayton Kershaw, cuando se salió de su contrato con Los Angeles Dodgers y renegoció un nuevo pacto por tres años y 93 millones de dólares.