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Sería un error limitarse

BUENOS AIRES -- El comienzo del camino hacia Sudáfrica 2010 significó la confirmación de certezas originadas en las dos últimas Copas América y en las tres eliminatorias anteriores.

Si bien nadie gana caminando o posando la camiseta sobre la cancha, Argentina sabe que con un rendimiento standard de sus figuras no tendrá turbulencias para clasificarse.

No precisa un funcionamiento aceitado o un gran trabajo colectivo para superar a la mayoría de sus rivales continentales. Le alcanza, como ante Chile y Venezuela, con la acumulación de jerarquía individual.

Sin embargo, sería un error limitarse al par de victorias claras y al ciento por ciento de efectividad. Aunque el estilo que pretende el coach (para estar a tono con su uso de la palabra players) no entra en discusión, es conveniente plantear varios interrogantes, pensando en confrontaciones que ofrezcan el máximo grado de dificultad.

La historia reciente (o no tanto, ya que la Albiceleste está condenada a, por lo menos, 14 años sin títulos de mayores) indica que no es adecuado quedarse en que "se hizo la suficiente para imponerse con autoridad" y creer que, cuando se eleve el nivel del oponente, mágicamente, repitiendo nombres, esquemas y situaciones, subirá la producción propia.

¿Es necesario insistir con Abondanzieri (35)? Ya se conocen virtudes y defectos del hombre del Getafe, quien, difícilmente, participe de la próxima Copa del Mundo. ¿No sería conveniente, en este escalón sudamericano, empezar a respaldar a un arquero que tenga otra proyección?

¿Se evalúan más posibilidades por el lateral derecho? Hoy por hoy cubren con holgura la zona Ibarra y Zanetti, ambos con las características que le gustan al entrenador. Pero sin diferencia de edad entre ellos, quienes llegarian al Mundial con 36 años...

La fábrica de laterales izquierdos hace rato (desde la era Bilardo) que fue clausurada. De hecho el más confiable es Heinze, un central natural, más allá de elecciones coyunturales de Bielsa, Ferguson o Schuster.

El reemplazo de Roberto Ayala se encuentra en vías de solución permanente con Martín Demichelis, quien, por fin, también es utilizado como zaguero en el Bayern Munich.

Si no juega Riquelme, imprescindible para el módulo ideal de Basile, por calidad y ausencia de variantes de garantía (lo prefiere inactivo y en media pierna a cualquier otro), se abren varias preguntas.

De cambiar el sistema, debido a una posible ausencia de Román, ¿cómo formaría una excelente línea media en un 4-4-2?

Con cierta abundancia para armar el doble pivot (Mascherano, Cambiasso, Gago, Lucho González y hasta con Banega en el horizonte), ¿quiénes actuarían de volantes externos? Maxi Rodríguez se movería por una banda, ¿ y en la otra? ¿Existe un zurdo con recorrido, técnica y dinámica internacional? Aún con el dibujo actual y con JR en el campo, escasea la sorpresa los costados.

Respecto del ataque, ¿constituyen una buena dupla Messi y Tevez? Hasta el momento no han encajado. Eso sí, evitemos vincular esta pregunta con la famosa "¿pueden jugar juntos?". El desafío de un buen entrenador es que dos jugadores de esta magnitud se potencien.

¿Se busca un sucesor de Crespo? Aunque Hernán haya declarado en Italia que piensa en Sudafrica 2010 y se imagine como un refresco para ingresar a definir partidos, ¿apostará Coco a otro delantero de área, por más que no tenga tanto cartel y actualidad como Saviola o Agüero?

En el pasado cercano una respuesta habitual a distintas dudas posicionales fue "tal o cual PUEDE JUGAR DE". Habría que salir del "puede" para incorporar el "juega muy bien de".

La polifuncionalidad que, es cierto, no ha formado parte del discurso Basilista, debe ser ocasional. Los grandes equipos son el resultado de los mejores especialistas perfectamente complementados.