Joe Maddon no tuvo ni siquiera tiempo de solicitar los beneficios por desempleo.
A los 17 días desde que los Chicago Cubs anunciaran que no le renovarían su contrato como manager, Maddon encontró trabajo para dirigir a Los Angeles Angels por las próximas tres temporadas.
Para el veterano estratega de 65 años, se trata de un regreso a sus orígenes.
Fue con los entonces Angelinos de California que firmó como agente libre en 1975, pero nunca avanzó más allá de Clase A como catcher y en 1979 pasó a formar parte del equipo de cazatalentos de la franquicia.
Fue en esa misma organización donde recibió la primera oportunidad para dirigir en las Menores, desde la Rookie League hasta la AA, mientras que en 1994 pasó a formar parte del staff de coaches del equipo de Grandes Ligas hasta el 2005.
Un año después debutaba como dirigente al máximo nivel al frente de los Tampa Bay Devil Rays y en el 2008 los llevaba a su única Serie Mundial, que perdieron ante los Philadelphia Phillies.
En el 2015 pasó a los Cachorros y lo demás es historia. En Chicago consiguió lo que no lograron otros 51 managers en 108 temporadas: ganar el clásico de octubre.
Sin embargo, en estos Angelinos, Maddon no encontrará una plantilla similar a las que tuvo en Tampa o Chicago, llenas de prospectos a los cuales moldear a su gusto.
Mientras que en los Rays tenía a jóvenes talentosos como David Price, Matt Garza, James Shields, Evan Longoria, Ben Zobrist, Carl Crawford o Scott Kazmir, en los Cachorros pasaron por sus manos Kris Bryant, Javier Báez, Anthony Rizzo, Willson Contreras, Kyle Hendricks y Addison Russell.
Eran equipos con tres características principales: juventud, atleticismo para que muchos de ellos puedan jugar varias posiciones y buen pitcheo.
En Los Angeles encontrará veteranos más que establecidos, encabezados por dos futuros miembros del Salón de la Fama, Albert Pujols y Mike Trout, el campocorto Andrelton Simmons y el jardinero Justin Upton, mientras que el departamento de los lanzadores es de los más mediocres de todo el béisbol.
A menos que el dueño Arte Moreno, un gastador de dinero a manos llenas sin mucho sentido común, se decida a pescar en la agencia libre un par de buenos brazos, léase Gerrit Cole, Hyun Jin-Ryu o Madison Bumgarner, será poco o nada lo que pueda conseguir Maddon en su nuevo empleo.
Estratega cuestionable, a pesar de su corona en la Serie Mundial del 2016, será divertido ver si se le ocurren disparates tales como poner a Pujols de primer bate o mueve a Trout por todos los turnos de la alineación, según su estado de ánimo diario, tal como hacía en Chicago.