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Los Astros podrían ser otro chivo expiatorio en MLB

Advertencia: Esta no es una defensa a las acciones que se le endilgan a los Houston Astros. Punto y bolita.

Houston, el equipo de Grandes Ligas (MLB) más exitoso en las últimas tres temporadas, enfrenta serias acusaciones de haber quebrado las reglas para conseguir ventaja sobre sus oponentes en tiempos recientes, incluyendo en el 2017, cuando conquistó el único campeonato que tiene la franquicia en más de medio siglo de existencia.

El resumen de una historia bien larga cuenta que un ex lanzador de los Astros, Mike Fiers, confesó algo que algunos rivales habían sospechado y hasta denunciado anteriormente: Que Houston usaba tecnología para robar señas a los rivales. Exactamente, Fiers le dijo al portal The Athletic que durante la temporada en que ganó la Serie Mundial, Houston usó video en vivo para robar las señales de los receptores rivales y transmitirlas a los bateadores golpeando un cesto de basura.

Después que la oficina del comisionado de Grandes Ligas iniciara una investigación al respecto, los medios han obtenido nuevas evidencias de la trama, incluyendo nombres de coaches y personal de oficina, antiguos y actuales, que han sido interrogados en el proceso.

Sin embargo, la parte más importante de todo este asunto en realidad no es simplemente determinar cómo funcionaba el esquema, qué tan graves fueron las violaciones cometidas y el nivel de jerarquía de todos los que sabían del asunto dentro de la organización de los Astros.

¡La parte medular del escándalo de los Astros es que la investigación en su contra podría abrir una caja de pandora acerca de un comportamiento más generalizado en las ligas mayores!

¿Qué tal si, cómo mucha gente sospecha, en el proceso de averiguaciones, el comisionado Rob Mandred encuentra que Houston es solamente uno de muchos equipos que están violando las reglas, usando equipos electrónicos para robar las señales de los otros?

Nuestra experiencia con escándalos colectivos recientes nos enseñó que en la mayoría de los casos, la MLB ha usado un chivo expiatorio para dar un ejemplo y tratar hacernos creer que el problema era un hecho aislado.

¿Recuerdan el reporte Mitchell? Una investigación gigante de 20 meses del ex senador George Mitchell, demócrata del estado de Maine, para determinar el tamaño del uso de sustancias para mejorar el rendimiento dentro del juego y hacer las recomendaciones de lugar para el futuro, terminó convirtiéndose en un obstáculo para que Roger Clemens entre al Salón de la Fama de Cooperstown.

¡Asombroso! Algo tan importante y tan grande se resume a que Clemens usaba sustancias que le conseguía su entrenador personal Brian McNamee, quien había sido empleado de los New York Yankees y los Toronto Blue Jays. Nadie en la MLB o los 30 clubes tuvo alguna responsabilidad. Una era de más de dos décadas que involucró a cientos y cientos de jugadores y decenas y decenas de entrenadores y directivos se resume a que Clemens, probablemente, hizo trampa.

¿Alguien recuerda algún escándalo en el mercado internacional? Yo recuerdo varios y todos concluyeron con chivos expiatorios que fueron usados para hacernos creer que fueron hechos aislados.

En la década de 1990 era "vox populi" en República Dominicana que muchas organizaciones de Grandes Ligas firmaban a niños antes de que cumplieran los 16 años de edad, como manda el reglamento. De cuando en cuando se sabía de un nuevo caso y los dominicanos, lejos de ver el asunto como un potencial caso de abuso infantil, aplaudían el hecho como algo positivo que más bien destacaba las grandes condiciones del niño como futuro pelotero.

En diciembre de 1998, MLB multó a los Los Angeles Dodgers con $50 mil dólares, castigó a varios de sus empleados y condenó a la organización con no firmar peloteros en la isla por un año, tras comprobar que habían firmado al 3B Adrián Beltré cuando tenía 15 años. Varios meses después hizo lo mismo con los Atlanta Braves por la firma del SS Wilson Betemit.

Con esos dos chivos expiatorios fue ¿resuelto? un problema que incluía a muchísimos jugadores y muchos equipos.

En noviembre del 2017, la MLB despojó a los Bravos de 13 prospectos, castigó a varios ejecutivos y expulsó de por vida a su ex gerente general John Coppolella por haberlos encontrados culpables de hacer trampas a las reglas de reclutamiento internacional. Básicamente, la organización pagaba indirectamente parte del bono de los jugadores para conseguir el mejor talento sin superar los límites establecidos.

El truco no era nuevo ni lo inventaron los Bravos, pero dejaron un rastro tan grande y molestaron a tantos rivales, que no quedó de otra que proceder. El tema actual en el mercado internacional es que los equipos están evaluando a los niños que no serán elegibles hasta dentro de dos, tres y cuatro años. O sea, evaluando a niños ¡que tienen 14, 13 y 12 años de edad!

En cualquier momento algunos de los clubes hace las cosas de forma tan descarada que se saca el boleto del castigo y entonces tendríamos otro chivo expiatorio para algo prohibido que se está haciendo de manera rutinaria actualmente.

Hago un alto para contarles una historia. Cuando yo cubría béisbol para medios locales en República Dominicana, un scout de una organización de expansión era famoso en el país por pagar en pesos los bonos que acordaba en dólares con los padres de los prospectos.

Para que entiendan: El scout acordaba un bono de $50 mil dólares con el muchacho y cuando llegaba el dinero desde Estados Unidos le daba $50 mil pesos dominicanos a la familia del chico. Para que entiendan mejor: Desde hace más de tres décadas, el precio del dólar en la isla ha oscilado entre 25 y más de 50 pesos. Saquen sus cuentas.

Esa persona hace mucho que no es scout, pero irónicamente sigue involucrado en la industria como si nada hubiera pasado. Aunque publiqué varias historias, eso nunca pasó de ser una simple denuncia porque, lamentablemente, las familias y los mismos jugadores preferían no hablar abiertamente para no buscarse problemas.

Y ahora tenemos el caso de los Astros, que probablemente recibirán una sanción ejemplar si son encontrados culpables, incluso si en el proceso se descubre que el uso de aparatos electrónicos para robar señales a los rivales, es algo más extendido de lo que se pensaba.

Mucha gente especula sobre el tamaño de la sanción que podría imponer MLB a un equipo encontrado culpable de tales acusaciones. Otros escándalos nos han enseñado que sacar de por vida a alguien de la industria es una gran posibilidad, pero que quitar conquistas a los equipos es prácticamente descartado.

Un nuevo reglamento más específico también podría entrar en escena. Sin importar los resultados de la investigación en curso, lo más probable es que al final, Houston solo sea otro chivo expiatorio.