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MLB: Cinco joyas a retener a largo plazo

Lo más complicado del negocio del béisbol es el tema que involucra a seres humanos.

No se está comerciando con mercancías inertes y por tanto a veces hay que tomar decisiones dolorosas, pues involucran sentimientos.

Duele dejar partir a un jugador que lo dio todo por un equipo que ya no tiene la capacidad financiera para retenerlo.

Pero siempre hay esos peloteros cuyos conjuntos deberían hacer lo posible y lo imposible por impedir que se vayan a otro lado y hacerlos suyos hasta el final de su carrera.

He aquí cinco de esas joyas a retener a largo plazo, sí o sí.

Rafael Devers

Desde que en el 2017 puso un pie por primera vez en un terreno de Grandes Ligas, el antesalista dominicano de los Boston Red Sox demostró ese extra que no se ve todos los días, ni se compra en una oferta de Viernes Negro.

Cada año Devers se supera a sí mismo y pareciera no tener límite en su crecimiento deportivo.

Con 23 años acabados de cumplir y una proyección ascendente, está en el momento idea para recibir una extensión de contrato por al menos siete años y un monto que le suba merecidamente los 614 mil dólares de salario que recibió en el 2019.

El problema es que Boston tiene demasiado dinero comprometido a largo plazo en los pactos de Chris Sale, David

Price, Xander Bogaerts, Dustin Pedroia y J.D. Martinez y habría que ver si la gerencia quiere seguir aumentando la carga.


Fernando Tatis Jr.
Olvídense de los 300 millones que los San Diego Padres apostaron por Manny Machado.

La verdadera estrella, las más rutilante del equipo californiano, es Fernando Tatis Jr.

Sus capacidades ofensivas y defensivas, su atleticismo, IQ beisbolero y su juventud, hacen de este dominicano un paquete completo, llamado a ser uno de los grandes de este juego.

Todavía ni siquiera tiene edad legal para beber una cerveza (cumplirá 21 en enero), así que debería faltar mucho tiempo antes de que empiece a declinar su curva de rendimiento y podrían los Padres mirar a su joven estrella con luz muy larga.

Su único punto en contra, al menos por lo que se vio en el 2019, es si podrá mantenerse saludable.

En su temporada de debut se perdió 77 juegos durante dos estancias distintas en la lista de lesionados y ningún equipo está dispuesto a abrir la billetera de par en par por alguien que ande siempre lastimado.


Christian Yelich
Yelich pasó de ser un muy prometedor jugador en los Miami Marlins a una superestrella con los Milwaukee Brewers.

Está firmado hasta el 2021, con una opción del equipo para el 2022, que es casi seguro que los Cerveceros ejerzan, en vez de ponerle una oferta de extensión sobre la mesa.

Pero el jardinero le ha cambiado la faz a Milwaukee desde su llegada en el invierno del 2018 y en ambas ocasiones ha sido la bujía que llevó al equipo a dos postemporadas seguidas.

Ha aprovechado las condiciones del Miller Park para convertirse en uno de los mejores bateadores de todo el béisbol y eso es algo que la gerencia no debería pasar por alto.

Tendrá 28 años para el arranque de la temporada. Una extensión que le garantice dos o tres temporadas más allá del 2022 sería justa. Nada de pactos a larguísimo plazo que luego terminan pesando más que un piano.


Javier Baez (CHC)
Cada vez está más claro que los Chicago Cubs no retendrán por mucho tiempo a Kris Bryant o a Anthony Rizzo.

El núcleo del equipo que ganó la Serie Mundial del 2016 y parecía destinado a establecer una dinastía se va desmoronando y Chicago necesita una figura que sirva de poste para lo que venga en el futuro.

Ese hombre es el puertorriqueño Javier Baez. Tiene el carisma, el liderazgo, la inteligencia y la calidad para ser el jugador-franquicia.

Es, a no dudarlo, el pelotero más divertido de ver en todo el béisbol, con esa capacidad e instinto únicos para explotar a su favor los más mínimos detalles del juego y dañar al rival, ya sea con el bate, con el guante o con su corrido en las bases.

Está bajo control del equipo hasta el 2022, cuando será agente libre, en tanto es un año más joven que Yelich.

Amarrar a Báez a un contrato que elimine de un plumazo las siempre incómodas negociaciones anuales del arbitraje salarial y le garantice al pelotero tranquilidad laboral es algo beneficioso para ambas partes.

El boricua tiene la capacidad de defender varias posiciones con igual maestría. En caso de que con los años pierda la movilidad necesaria para el campocorto, el equipo puede moverlo a otra responsabilidad con menos exigencias.


Juan Soto
Los Washington Nationals deberían evitar todo el drama que envolvió el año pasado la salida de Bryce Harper hacia la agencia libre.

Por ello, deberían hacer al dominicano Juan Soto un Nacional para toda la vida.

Sin Anthony Rendon, ni Ryan Zimmerman, Soto es la cara de la franquicia y a diferencia de lo que fue Harper en sus años en Washington, al jovencito dominicano se le ve como una influencia muy positiva dentro del clubhouse.

Acaba de cumplir 21 años en medio de la Serie Mundial, así que el gerente general Mike Rizzo debe ir pensando en unas cifras, tanto de tiempo de contrato, como de dinero, que ni el mismísimo Scott Boras, agente de Soto, pueda rechazar.