Cuando los Washington Nationals salgan en el 2020 a defender su título de Serie Mundial, lo harán con un equipo muy distinto al que conquistó la corona en octubre pasado.
Ryan Zimmerman, el jugador más emblemático de la franquicia desde el 2005, ya no estará, mientras es difícil que la gerencia pueda traer de regreso como agentes libres a Stephen Strasburg y Anthony Rendon, dos de los héroes de la victoria sobre los Houston Astros.
Tampoco estarán Howie Kendrick, Brian Dozier o los venezolanos Asdrubal Cabrera y Gerardo Parra, el Baby Shark, que se irá a jugar a Asia.
Cuando un equipo gana la Serie Mundial, sus fanáticos sueñan con que ese triunfo signifique el inicio de una dinastía.
O al menos, que sea capaz de defender con éxito la corona obtenida un año antes, algo que hasta ahora nadie ha podido conseguir en lo que va de siglo XXI.
La gerencia encabezada por Mike Rizzo tendrá que trabajar intensamente en el invierno para tapar los huecos que dejaron la partida de los peloteros antes mencionados y armar un equipo competitivo, como corresponde a un campeón defensor.
El primer paso ya lo dieron los Nacionales la pasada semana, al firmar por otros dos años al veterano receptor brasileño Yan Gomes.
Con ello garantizan una sólida defensa detrás del plato, con Gomes haciendo tándem con Kurt Suzuki, tal como resultó en el 2019. Y el trío de jardinero se mantiene incólume, con los jovencitos dominicanos Juan Soto y Victor Robles en el izquierdo y el central, respectivamente, junto al veterano Adam Eaton en el derecho.
Pero en el cuadro interior, solamente Trea Turner tiene su puesto seguro en el campo corto.
Todo parece indicar que el equipo apostará por el jovencito Carter Kieboon, prospecto número uno en la organización, para defender la intermedia y formar combinación de doble matanza con Turner.
Kieboon, primera selección de los Nacionales en el reclutamiento del 2016, se tomó un café en Grandes Ligas en el 2019, pero apenas ligó cinco hits, dos de ellos jonrones, en 39 turnos, para average de .128 y 16 ponches.
Pero es un hombre que en AAA maltrató a los lanzadores rivales, con una línea ofensiva de .303-.409-.493 en 109 partidos, con 16 bambinazos y 79 impulsadas.
Para la primera base, una opción viable sería traer de vuelta al menos por un año a Zimmerman, quien no parece decidido a retirarse, pero sólo quiere jugar en el único equipo que ha conocido en las Mayores.
El problema de Zimmerman es que apenas jugó en 85 partidos en el 2018 y 52 en el 2019, por lo que necesitará ayuda en la inicial y ahí podría beneficiarse Jake Noll, un novato que tendrá 26 años para el inicio de la temporada y que no parece estar llamado a convertirse en una estrella.
En la antesala, si Washington no logra recuperar a Rendón, una posibilidad sería firmar por uno o dos contiendas al veterano Josh Donaldson, de 34 años, quien revivió su carrera en el 2019 con los Atlanta Braves.
O pactar por tres o cuatro campañas con Mike Moustakas, de 31, quien también tiene la capacidad de desempeñarse en la intermedia y ha promediado 33 vuelacercas y 89 remolques en las tres últimas temporadas.
El problema se complica aún más cuando se trata de reemplazar a Strasburg, ganador de 18 partidos y hombre que se comió 209 episodios en 33 aperturas, al mantenerse saludable durante toda la campaña por segunda vez en su carrera.
Ahora mismo, la rotación sólo tiene tres hombres asegurados: el estelar Max Scherzer, el veterano venezolano Anibal Sanchez y el zurdo Patrick Corbin.
Difícilmente Rizzo salga al mercado a comprar a esos dos que necesita para completar su rotación, pero al menos uno deberá buscar para reemplazar a Strasburg, que bien podría ser el zurdo Dallas Keuchel, mientras que el derecho Wil Crowe podría recibir finalmente su oportunidad de debutar en Grandes Ligas como quinto abridor.
La pregunta es: ¿Por quién vale más la pena apostar, a sabiendas de que el equipo no tiene la capacidad de traer de vuelta al mismo tiempo al antesalista Rendón y al serpentinero Strasburg?
Rendón ha sido un jugador con un rendimiento estable, con promedio de 25 jonrones y 100 carreras impulsadas en los últimos cuatro años, aparte de ser un defensor de altos quilates en la esquina caliente.
Strasburg tuvo en el 2019 su mejor temporada y apenas la tercera con al menos 30 aperturas. Por segunda ocasión superó los 200 episodios de labor y sus 251 abanicados fueron la mayor cantidad en su carrera para una campaña.
No por gusto Rendón y Strasburg aparecen en los lugares dos y tres, respectivamente, de los agentes libres más cotizados, sólo superados por Gerrit Cole.