Gerrit Cole terminará firmando con los New York Yankees o Los Angeles Angels el mayor contrato que haya recibido un pitcher en toda la historia.
Las cifras que se mencionan en los rumores para obtener a la pieza más codiciada en el mercado de agentes libres superan ampliamente los 217 millones de dólares que los Boston Red Sox le dieron al zurdo David Price por siete temporadas en el 2016.
Los números de Cole rondarán los 280 millones, de acuerdo con las proyecciones de los especialistas, algo que muy pocos equipos pueden darse el lujo de pagar en estos momentos.
Con esos truenos, la puja por el serpentinero derecho de 29 años se ha reducido a dos contendientes.
El gerente general de los Yankees, Brian Cashman, ha dicho que su principal prioridad en este invierno es Cole, cuya firma convertiría a Nueva York automáticamente en el principal favorito para ganar la Serie Mundial.
Ya el lanzador se reunió con la directiva de los Mulos de Manhattan, equipo del cual creció siendo fanático.
Esa es la parte sentimental, pero al final, lo que cuenta es el cash, como decía un anuncio comercial de moda en la televisión en español de Miami a finales de los 90.
Los Yankees le aseguraron a Cole que el dinero está, que no será un problema, sobre todo después de que el equipo se sacó el nefasto contrato de Jacoby Ellsbury, C.C. Sabathia se retiró y sólo le queda un pacto pesado, el de Giancarlo Stanton.
Nueva York tiene flexibilidad financiera ahora mismo para gastar lo que sea necesario en el as indiscutible que necesita una rotación que cuenta además con el japonés Masahiro Tanaka, los dominicanos Luis Severino y Domingo German y el zurdo canadiense James Paxton.
Pero Cole es nativo del sur de California, punto a favor de los Angelinos, cuyo dueño, el mexicano Arturo Moreno, ya anunció que superará cualquier oferta que haga otro equipo por el estelar pitcher.
Ya sabemos que Moreno no se anda con chiquitas a la hora de abrir la billetera de par en par, aunque lo haga sin el más mínimo ápice de sentido común.
El año pasado rompió la alcancía con Mike Trout, cuyo acuerdo de 428 millones de dólares es el mayor en la historia de los deportes estadounidenses.
Y todavía el equipo arrastra el pésimo contrato de Albert Pujols, a quien le restan por cobrar 59 millones entre 2020 y 2021.
Pero tanto gasto en sólo dos peloteros no ha servido de mucho y desde el 2012, cuando Pujols llegó al equipo con su contrato de 240 millones por diez campañas y Trout resultó el Novato del Año en la Liga Americana, los Angelinos han jugado para 656-640, con una única visita a la postemporada, breve, brevísima, cuando fueron barridos 3-0 en serie divisional del 2014 por los Kansas City Royals.
Moreno le prometió al nuevo manager Joe Maddon mejorar el equipo, pero en honor a la verdad, Cole no hará mucha diferencia en una novena con demasiados huecos por tapar.
Habrá que ver cuál es la prioridad del lanzador a la hora de decidirse: si regresar a su terruño y asegurar el futuro de varias generaciones de su familia, aunque tenga escasas posibilidades de ceñirse un anillo de campeón o recibir igualmente mucho dinero y de paso aspirar sólidamente a ganar una Serie Mundial.