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Cualquier cosa puede pasar...

Tan factible es que el América vuelva a una de sus noches mágicas como que el Monterrey 'mate' todos los 'fantasmas' que le han atormentado en el Estadio Azteca. Cualquier cosa puede ocurrir en el desenlace del Apertura 2019, pero lo único casi seguro es que tendremos una jornada agónica en cuanto a alaridos y emociones. América y Rayados se aprestan a definir a un nuevo campeón del futbol mexicano y ello promete ponerse bueno, muy bueno...

CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Qué puede pasar? Cualquier cosa es posible: que Rayados responda a la riqueza de su plantel y se desprenda, de una vez y para siempre, de todos sus complejos en el Estadio Azteca o que el América se meta en una de esas noches endemoniadas en su barrio del sur de la ciudad y sea capaz de cualquier tipo de hazaña o epopeya. En realidad, cualquier cosa puede pasar en el desenlace que propone el futbol mexicano para este domingo.

Lo que habría que averiguar -o tratar de averiguar- es qué estaría más cerca de suceder. Lo único certero es que la final sigue en el aire y que viviremos de drama y emociones antes de que Paul Aguilar o Dorlan Pabón levanten la Copa de campeones.

Rayados tiene una ventaja. Buena, mala, extensa o corta, es una ventaja... El equipo de Mohamed posee lo suficiente no sólo para defender lo obtenido en la ida, también para atacar y ganar en la ciudad de México. Es más, creo que si no llega decidido a hacerlo desde el comienzo, tomará riesgos que están prohibidos cuando tienes al América enfrente. Monterrey debe elevar el nivel futbolístico que mostró el jueves y debe hacerlo en una cancha donde la historia no le sonríe ni favorece. Lo de Rayados partirá desde la actitud con la que se presente. Si viene a especular, será un largo regreso hasta el Cerro de la Silla.

Y con respecto al América, sé muy bien y entiendo perfectamente las cualidades de su camiseta en esta instancia del campeonato, de sus grandes gestas, de la palpitación de su corazón y también, claro, del reconocimiento a un plantel poderoso y a un entrenador de condiciones extraordinarias como Miguel Herrera. El América es el América, casi “amo y señor” de las liguillas y un equipo que, cuando no encuentra el futbol, aprieta los dientes y se entrega al “Vamos América...” de su tribuna. Sé de Reinoso, Borja, Tena, Cristobal. De Roca, de Vieira y de aquella década de los ochenta. Sé de lo que Cuauhtemoc y Zague generaron. Del 26 de mayo, del 'Piojo' desgañitándose en la banda y la lluvia confundiéndose con las lágrimas de su maravilloso y pasional pueblo. Sé de la pasión que Emilio, el dueño, siente por el club. Sé de su “ódiame más”, de su estrecha relación con el poder, de los árbitros y de lo que José Ramón profesaba desde el Ajusco. Sé que hay estar, prácticamente, “loco” para no darle como favorito cuando la noche incluye un trofeo, confeti y fuegos pirotécnicos. Sé quién eres, América, de lo que eres capaz cuando estas ante la adversidad, de que nunca hay que darte por 'muerto' antes de tu último suspiro -¿Verdad, Morelia?-. Sé qué escondes, que finges y qué te duele en verdad. Sé qué tipo sangre corre por tus venas y que, para someterte, no basta con ser mejor en lo futbolístico. Sé quién eres, América, y se que estás concebido y soñado para jornadas finales llenas de agonía y gloria. Damas y caballeros: el último domingo del año será un “domingo santo” para el futbol...

¿Qué puede pasar? Cualquier cosa. El América debe ser favorito en su estadio, pero Rayados tiene el potencial para jugar bien y matar a todos los 'fantasmas' que se le han aparecido en Santa Úrsula. Creo que lo único que podríamos garantizar es un domingo agónico en emociones y gloria.

@Faitelson_ESPN