Tuvieron que pasar 83 años desde que se creó el Salón de la Fama de Cooperstown para que alguien consiguiera la exaltación con el 100 por ciento de los votos de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA).
Apenas 12 meses después de que el panameño Mariano Rivera lograra entrar por unanimidad, su compañero de los New York Yankees Derek Jeter se quedó a un voto de repetir la hazaña, al llevarse 396 de 397 posibles (99.7).
Si excepcional es el logro de Rivera, lo extraordinario es que nadie lo hubiera conseguido antes.
Ni Babe Ruth, la encarnación suprema del béisbol, pudo llevarse la totalidad de los sufragios, al terminar con el 95.13 por ciento.
De hecho, Ruth, exaltado en la clase inaugural del Templo de los Inmortales en 1936, ni siquiera fue el más votado en esa ocasión, honor que correspondió a Ty Cobb, con el 98.23.
El que más cerca había quedado antes que Mariano rompiera esa barrera fue Ken Griffey Jr., con el 99.32 en el 2016.
Ahora Jeter, con el 99.7, es el segundo de más alto porcentaje y la pregunta que flota en la mente de todos los que siguen esto, ya periodistas, ya peloteros, ya fanáticos, es ¿quién fue el único que no votó por el Capitán?
Uno trata de meterse en la cabeza de los votantes para entender cómo alguien pudo desechar en sus boletas al Junior, al Bambino o a otras luminarias indiscutibles que elevaron el juego a sus niveles supremos.
¿Puede algún miembro de la BBWAA haber tenido prejuicios raciales para no votar por Hank Aaron, quien brilló en la era en que se llevaba a cabo en Estados Unidos una batalla crucial por los derechos civiles de los afroamericanos en la década de los 60?
Es lo único que puede haber llevado a nueve escritores a obviar quien era, al momento de su exaltación, líder absoluto en jonrones y carreras impulsadas en la historia de las Mayores.
¿Habrá existido algún periodista dolido de Boston que no lo hizo por Ruth?
Es difícil imaginar a alguien que ignore a Nolan Ryan, con sus 5,714 ponches y siete juegos sin hits, ni carreras.
¿Jeter? ¡Ni soñarlo! Eso no cabía en la imaginación de nadie.
No es que todos tengan que votar por todos. La mayoría de los inmortales tiene puntos cuestionables, pero hay otros en los que no queda el más mínimo espacio para dudas.
La unanimidad de Mariano sigue siendo excepcional. Ahora sólo nos queda esperar para cuando les toque su turno a Ichiro Suzuki y a Albert Pujols, los dos con mayores posibilidades de tener el 100 por ciento.