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MLB recibe su peor primavera en 25 años

Para el hemisferio norte, la primavera arrancará oficialmente el jueves 19 de marzo, lo más temprano en 124 años. Por primera vez en un cuarto de siglo, el inicio de la renovación de la tierra encontrará a Estados Unidos sin béisbol de Grandes Ligas.

Como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que hasta el lunes había contagiado a 175 mil y matado a más de 6,700 personas en 155 países, el deporte mundial se encuentra semiparalizado. Con raras excepciones, las principales ligas deportivas del mundo decidieron parar como forma de ayudar a controlar la expansión del virus.

Para el béisbol, era algo que no ocurría en esta parte del año desde 1995, cuando la huelga de peloteros más prolongada de la historia canceló el final de la temporada de 1994 y retrasó en casi un mes el inicio de la siguiente.

El jueves de la semana pasada, la oficina del comisionado de Grandes Ligas (MLB) anunció la decisión de suspender el resto del calendario de exhibición y retrasar el día inaugural de la serie regular del 2020 --que estaba programado para el 26 de marzo-- por dos semanas debido al coronavirus.

El viernes 13, MLB y la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA) acordaron suspender por completo los entrenanmientos primaverales, aunque dando tres opciones a los jugadores en rosters de 40 (quedarse en el área donde entrena su club, trasladarse a la ciudad sede del conjunto o regresar a casa) y mandando a sus hogares a los fuera del roster que no necesiten asistencia médica urgente.

Pero el domingo, MLB y MLBPA anunciaron que quedaban canceladas las prácticas de grupos en los cuarteles de entrenamientos. Salvo un partido de pelota callejera que organizó el lanzador de los Cincinnati Reds, Trevor Bauer, en Phoenix el sábado, la actividad ha sido casi nula en los campamentos ubicados en Arizona y Florida.

Mientras el paro original sugirió que la temporada del 2020 podría jugarse de manera normal a partir de la segunda semana de abril-- empujando a noviembre la Serie Mundial--, la realidad es que ahora mismo hay una total incertidumbre acerca del tiempo que podría tomarse para que el béisbol, y nuestras vidas, regresen a la normalidad.

Otra triste primavera

Este era, guardando la distancia entre el significado de una huelga de peloteros y una enfermedad contagiosa que pone en peligro la vida de las personas, el panorama cuando arrancó formalmente la la primavera el 20 de marzo de 1995.

Las ligas mayores habían detenido sus operaciones el 12 de agosto del año anterior debido al octavo paro laboral de la historia (cuarto en medio de la temporada) que impidió la celebración de la Serie Mundial por primera vez desde 1904.

Los jugadores caribeños, que estaban en casa sin saber cuando regresarían al terreno, se reportaron a las ligas invernales de sus países (lo que posibilitó que Puerto Rico armara el famoso "Dream Team" y República Dominicana tuviera un muy buen conjunto, para la Serie del Caribe de febrero de 1995) y luego formaran equipos de softbol para mantenerse en actividad.

Uno de esos equipos fue Toros de Manoguayabo, en el lado oeste de Santo Domingo, la capital de República Dominicana, que tenía a los hermanos lanzadores Ramón y Pedro Martínez, de los Los Angeles Dodgers, y otros grandesligas del área, como figuras principales.

Por recomendación de los Dodgers, los hermanos Martínez jugaban posiciones defensivas y bateaban, pero no lanzaban en esos encuentros. Lo mismo ocurría con el derecho Juan Guzmán, quien pertenecía a los Toronto Blue Jays.

Debido a la falta de un Acuerdo Laboral Colectivo (CBA) entre MLB y MLBPA, los dueños de equipos decidieron intentar montar la temporada de 1995 con peloteros reemplazos y convocaron a unos entrenamientos "travestidos" con algunos veteranos rompehuelga y ciento de trabajadores comunes y corrientes que vieron una gran oportunidad de vivir la experiencia de usar el uniforme de sus clubes favoritos.

Decenas de jugadores, incluyendo algunos que habían jugado anteriormente en las Grandes Ligas, decidieron cruzar la línea y aceptar la oferta de los equipos, que ofrecieron cinco mil dólares de bono de firma si el aspirante mostrababa condiciones mínimas en pruebas abiertas y otros cinco mil si conseguían integrar los rosters del día inaugural de la temporada, que fue programado para la primera semana de abril.

Para los peloteros "reales", MLB ofreció bonos de hasta $20 mil dólares por hacer los rosters, salarios fijos de $115 mil dólares y de hasta $275 mil para un máximo de tres jugadores por equipo. El 14 de marzo, la MLBPA anunció que no rompería la huelga si los jugadores reemplazos eran usados en partidos de la temporada regular y esos resultados eran registrados como oficiales en los libros de récords.

Entre todos los conjuntos de las Grandes Ligas, los Baltimore Orioles fueron los únicos que rechazaron el descabellado plan y dejaron establecido que no participarían en una temporada con peloteros sustitutos.

Afortunadamente para el juego, la jueza puertorriqueña (nacida en el Bronx) Sonia Sotomayor, de la corte del distrito sur de New York, emitió un mandato temporal que fue confirmado por un tribunal de apelaciones, evitando que los propietarios pudieran implementar unilateralmente un nuevo acuerdo colectivo con otros peloteros diferentes a los de la MLBPA y abriendo la puerta para un acuerdo y el restablecimiento del orden.

Sotomayor, que desde el 2009 es juez asociada de la Corte Suprema de Estados Unidos, salvó la pelota de uno de sus grandes ridiculos de la historia y terminó lo que hasta entonces había sido la peor primavera de las Grandes Ligas.

Hasta que llegó el coronavirus.