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Tokio puede esperar...

No hay en este momento ni voluntad, ni fuerza, ni forma de pensar en que los Juegos Olímpicos transcurran en las fechas establecidas. Entiendo la complejidad de organizar la justa olímpica, la cantidad de atletas, de países, de visitantes, la estructura e infraestructura y el impresionante despliegue de seguridad, pero los atletas, que son la parte esencial del movimiento olímpico, no estarán preparados ni física ni mentalmente para competir. La postergación es inevitable. No veo unos Olímpicos en Tokio antes del verano del 2021… La celebración de la humanidad tendrá que esperar…

SAN DIEGO, California. – “Celebremos a la humanidad”. Ese es el eslogan favorito del movimiento olímpico de la era moderna, pero a la humanidad hay que celebrarla cuando sea el tiempo correcto de hacerlo. El verano del 2020 no lo es…

Ni Juegos Olímpicos, ni Eurocopa. El verano o la mayor parte de él, servirán para completar calendarios, terminar ligas, coronar campeones y disipar el miedo que se ha generado en cada rincón del planeta. Ya habrá tiempo suficiente para enaltecer el legado olímpico y celebrar a la humanidad.

Los deportes profesionales vivirán de un asterisco, al igual que otras muchas actividades que no son transcendentales parta la vida humana.

No sólo se trata del tiempo y la manera en la que se definirán la mayoría de las ligas de los diferentes deportes profesionales. Se trata del cómo, en qué forma física y mental se presentará el deportista al hacerlo. Hemos perdido ya demasiado tiempo y sobre todo fuerza mental sin que el asunto haya llegado ni siquiera a un esbozo de su cercano final. El deporte puede declararse nulo por un semestre y reiniciar con otra fuerza en la segunda parte del año.

Solo en la cabeza de algunos miembros del Comité Olímpico Internacional cabía --o todavía cabe-- la idea de “salvar” Tokio 2020 para este verano. Se han descompuesto la mayor de los procesos, de clasificación y de preparación rumbo a la cita. La cabeza del atleta está en otra parte, justo donde deben estar ahora y no en perfeccionar tiempos, distancias, formas y estilos para arribar a la justa. Los Juegos Olímpicos son complejos en organización (más de 11 mil atletas de más de 200 países en más de 30 disciplinas), pero el atleta sigue siendo la inspiración más trascendente de los aros y del fuego olímpico. Si ellos no están listos, los Juegos, tampoco. Creo que la decisión más coherente será postergarlos hasta el verano del 2021. Los Juegos solamente se ha visto afectados, históricamente, por conflictos bélicos mundiales. Esta, la que vivimos actualmente, también es una guerra que puede tener consecuencias desastrosas para la humanidad. El COI debe entenderlo.

Dejemos que el ser humano supere esta crisis. Una vez que ocurra, que guardemos respeto por quienes perdieron la batalla, una vez que curemos a los enfermos, que aprendamos de esta crisis y tragedia, que recuperemos energía y moral, entonces podremos enfocarnos en otros asuntos, uno de ellos, el verdadero mensaje del olimpismo: celebrar a la humanidad…

@Faitelson_ESPN