Antes de que los últimos eventos globales interrumpieran la vida tal como la conocemos, la trayectoria de alguien como Noah Syndergaard habría sido predecible.
El talentoso diestro de los Mets se sometió a una cirugía reconstructiva del codo el jueves, un procedimiento que generalmente requiere de 12 a 15 meses de recuperación. No todas las rehabilitaciones salen según lo planeado, por supuesto, y si bien es posible que Syndergaard pueda estar de regreso en la primera mitad de 2021, no hay certeza en esto, y con su agencia libre llegando después de la próxima temporada, los evaluadores esperan que el curso de su regreso será conservador.
La hoja de ruta para los Mets habría sido simple: la esperanza del regreso de Syndergaard relativamente temprano en la línea de tiempo de rehabilitación. Esperar que se restableciera rápidamente para redescubrir el dominio que ha demostrado en ocasiones durante su carrera. Y esperar que se conviertiera en una parte importante de una rotación que compitiera por un puesto en los playoffs, o al menos reconstruyera su valor comercial para una posible liquidación en julio de 2021 antes de llegar a la agencia libre.
Pero el antiguo cálculo del béisbol cambiará debido a la pandemia de coronavirus, y la forma en que los Mets manejen a Syndergaard podría reflejar un cambio dramático en el panorama financiero del deporte que ahora parece inevitable. A medida que los equipos se vean obligados a adaptarse a lo que podría ser la pérdida de miles de millones de dólares para las Grandes Ligas este año y más allá, habrá muchas decisiones sorprendentes.