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Fin de semana de carrera

Luego de tantos días de preparación, esfuerzo, lluvia, pruebas, espera, intriga, dedicación, llegó el momento de la verdad. Habíamos pasado más de tres semanas con el propósito de correr las 500 Millas de Indianápolis, un evento increíble con más de 400.000 espectadores y millones de televidentes, donde competirían 33 pilotos por la victoria.

Ya el primer paso lo habíamos pasado; que era el clasificarnos, si bien no en la posición que nos correspondía, ya estábamos dentro de la carrera y una vez más yo mismo me decía 'tranquilo, puede pasar de todo'.

Mucha gente se me acercaba para darme consejos. Me comentaban que sería otra pista distinta el día de la carrera, que la cantidad de fanáticos haría que la pista se viese muy pequeña, y muchas de las referencias que ya tenía desaparecían, también me decían lo difícil que sería controlar el auto con un aire tan turbulento y distorsionado de 33 carros en pista a más de 350 kph constantemente. Todo lo que oía, lo pasaba por un filtro y sólo retenía lo que consideraba importante y útil, el gran resumen era "paciencia", esta sería la palabra clave para esta carrera.

Tenía, 500 filas, 800 Km. por delante, más de 10 paradas de pits, 800 curvas, más de tres horas de carrera pero un solo carro, el cual debía mantener en una pieza para poder llegar al final de carrera.

CARBURATION DAY
Desde el domingo 18 o Bump Day que no salíamos a pista. Sólo teníamos una hora para poder girar y probar los últimos cambios antes de la carrera. Logramos dar muy pocas vueltas, sólo cinco o seis. Lamentablemente la lluvia arruinó la sesión de pruebas. La esencia de esta prueba era salir a pista con el setup tal cual saldríamos a la carrera (full carga aerodinámica, full de combustible).

De la misma manera estábamos estrenando un par de piezas nuevas en el auto (regulador de carga aerodinámica del alerón trasero) que únicamente está permitido usar para esta carrera, sirve para poder agregar o quitar carga aerodinámica al mismo tiempo que se hace la parada de pits. También debutábamos con un sistema de hidratación que para mí sería de gran ayuda, ya que es sumamente importante que funcione a la perfección. Este tenía algo más de capacidad (3,5 lts).

Con las pocas vueltas que habíamos logrado dar sería difícil juzgar la condición y el balance del auto, pero sí logré notar lo turbulento que estaba el aire en el circuito, dando bastante menos seguridad en el momento de entrar en las curvas. Esta era una de las cosas con las que tendría que convivir durante la carrera, así que debía buscar cuál sería la manera más provechosa e inteligente de atacar este factor.

Me la pasé discutiendo distintas ideas para la estrategia de la carrera. El día siguiente sería una jornada muerta en la pista, ya que todos en el equipo tenían el día libre y yo estaría con actividades de prensa con la categoría.

El plan era empezar la carrera con una puesta a punto muy conservadora (con algo más de carga aerodinámica de lo que necesitábamos) para así poder sobrevivir en esta primera etapa de la carrera -era la que más tráfico lento tendría ya que empezaba en la parte de atrás del pelotón-.

Constantemente el ahorro de combustible era uno de los comentarios que más se repetían en esta reunión, ya que hacia la parte final de la carrera es cuando más se le saca provecho a este ahorro. Debía salir pensando en no arriesgar nada, cualquier posición en pista no quería decir mucho, porque la carrera era sumamente larga y se debía empezar a arriesgar en el último 30 por ciento, que también era cuando empezaríamos a quitar carga aerodinámica para encontrar más velocidad.

El plan era terminar la carrera como sea. Sabíamos que habíamos logrado un setup competitivo en esos días de pruebas y teníamos buen potencial.

PARADE DAY
Es un día dedicado totalmente al público, empezando a las 9 A.M. con una hora de firma de autógrafos en el circuito con todos los pilotos presentes, luego pasaríamos a una especie de acto en la base de la "Pagoda" (Torre del circuito donde se realizan distintos actos y reuniones), a todos los pilotos nos entregaron un anillo muy bonito, con nuestro nombre y velocidad de clasificación, con una piedra de color azul.

A las 12 empezó el desfile por la ciudad, había caravanas, bandas, gente bailando, y muchísimos espectadores (335.000). Cada piloto iba en un Corvette con un acompañante, escogí que fuese mi papá quien viniese conmigo, en el preámbulo de lo que sería una gran carrera; la verdad es increíble ver cómo disfrutan los fanáticos. Significa muchísimo, al ser el circuito más antiguo del mundo, además es la carrera número 92 de las 500 millas de Indianápolis, lo cual hace el lugar aún más especial. La caravana empezó desde una base militar en el centro de la ciudad, pasando por todo el centro y terminando en la calle principal de la ciudad. De allí nos dirigimos a la pista donde pasé la tarde con amigos que habían venido a verme correr.

RACE DAY

¡El gran día había llegado! El personal del equipo llegó a las 5 A.M., cuando dieron la apertura de la pista, para preparar y revisar todo a la perfección para la carrera. La razón por la que los equipos llegaban tan temprano, era por el tráfico y las cantidades de gente que estarían presentes para el evento. Se calculaban 400.000 personas, siendo este el evento más grande del mundo en un solo día.

Tenía la opción de dormir en la pista para poder descansar un poco más, pero tenía la duda de si podría dormir bien por causa del ruido a tempranas horas de la mañana. Así que decidí dormir en el hotel como lo había hecho durante todos los días, pero para que no hubiese necesidad de despertarme tan temprano, me fue a buscar una moto de la policía organizada por el equipo. Fue increíble logré llegar del hotel al circuito en apenas ocho minutos cuando normalmente serían unos 15.

Pasamos todos los semáforos en rojo, íbamos en sentido contrario en todas las calles, ya que en el sentido normal estaban tapizadas de carros, era la manera perfecta de llegar.

Era increíble ver como el mismo sitio donde había pasado tantos días se veía tan distinto, estaba repleto de gente, no podíamos ni caminar por el paddock, nunca había estado en alguna carrera con tanta gente. Simplemente se respiraba otro aire. De verdad fue increíble.

Tuvimos algunas reuniones breves con el equipo confirmando algunos cambios en el auto y adaptando algunas claves para utilizar en el radio. El día estaba algo más caliente de lo que esperábamos, influyendo esto en el nivel de carga que agregaríamos en el auto.

El tiempo pasaba muy rápido, pero debía mantener la calma y afrontar esta carrera como una más del campeonato, simplemente recalcar algunos de los puntos conversados: "paciencia".

Ya era el momento de la carrera, ya estaba todo listo, y no faltaba nada. El acto antes de la carrera fue especial, pasaron cuatro aviones muy cerca de la pista al final de las notas del himno nacional, donde mucha gente soltó algunas lágrimas.

Preparándome mentalmente para la arrancada, ya tenía esta primera etapa lista y sabía que saldría bien. Luego de dar la tercera vuelta de calentamiento llega la bandera verde, en la que ya yo venía a fondo desde la curva 3, lado a lado con Servia, logré meterme delante suyo en la curva 1, de ahí en adelante empezó una especie de toma y dame, un juego de ajedrez, donde yo tal vez necesitaría de algunos en algún momento pero otros necesitarían de mí más adelante y debíamos ayudarnos hasta llegar al final de carrera donde ya no habría más ayuda.

El viento jugaba un factor inmenso en esta carrera, era increíble como el túnel de viento que detrás de los autos afectaba tanto en esta pista, en situaciones estabas a tres o cuatro carros de distancia paro a mitad de recta ya estaba lado a lado y lo podías pasar. De igual manera había un juego constante con las marchas de velocidad, ya que 4ta, 5ta y 6ta están muy seguidas a 70 rpm aproximadamente entre cada una de ellas.

Tenía mucha fe en mi equipo, sabía que Mike, mi ingeniero, era muy buen estratega y que poco a poco iríamos avanzando.

Para la segunda parada de pits ya habíamos logrado avanzar a la posición 15. Un error en pits por parte de un mecánico nos costó ocho posiciones, pero rápidamente logré recuperarlas en una re arrancada de una bandera amarilla.

Venía con un buen paso conservador en la carrera, experimenté un poco de falta de agarre en la parte frontal, la cual corregí al agregarle un poco de carga en una de las paradas de pits.

Para la vuelta 134 había logrado colocarme de 12, pero una falla en la caja me sacó de carrera.

Fue muy frustrante para todos, veníamos con un paso de carrera increíble, y confiábamos en llegar al menos en los primeros 7, ya que Hideki Mutoh obtuvo esa posición, y él se encontraba por detrás de mí en el momento de experimentar la falla mecánica.

El balance de la carrera es positivo a pesar que el resultado no refleja para nada el esfuerzo y la velocidad que tuvimos en la carrera, sabemos que los errores se pagan caros, y todo debe ser perfecto tanto en pista como en los pits.

El problema en la caja fue un tornillo de 1,50 dólares, que se rompió. No hubo ningún otro daño ocasionado por este tornillo ya que quedó atascado en el selector de las marchas. Este va situado en un dispersor de aceite en la parte interna, y al pasarse de temperatura durante una de las banderas amarillas se rompió. Simplemente fue una falla del material de la pieza. Ya que el mantenimiento de la caja se había cumplido al pie de la letra.

Muchos saludos para todos, y espero que hayan vivido más de cerca esta experiencia en la 500 millas de Indianápolis.